Entrevista > Miguel Felipe Solbes / Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de La Vila Joiosa
El Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de La Vila Joiosa explica cómo los marineros vileros han acercado su producto más fresco al corazón de Benidorm, con la apertura de un puesto en el Mercado Municipal. Una apuesta que busca dar salida a sus capturas en un momento complicado para el sector pesquero.
Puede parecer curioso que el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de La Vila Joiosa se asome a las páginas de AQUÍ en Benidorm para hablar de cuestiones locales, pero la realidad es que vuestra última iniciativa os ha traído hasta el centro mismo de la ciudad.
Así es. Son dos poblaciones muy unidas desde hace mucho tiempo, pero ahora nos acercamos también en lo gastronómico y, en concreto, a través del pescado. Con la apertura de nuestro propio local en el Mercado Municipal hemos querido traer hasta Benidorm ese pescado que cogemos todas las madrugadas y que se pueda ofrecer lo más fresco posible.
¿Cuánto tiempo lleva abierto ese puesto?
Menos de un mes. Abrimos a mediados del pasado mes de agosto.
«Abrimos a mediados de agosto y la acogida ha sido muy buena»
¿Cómo ha sido la acogida en estos primeros días de actividad?
He de decir que verdaderamente muy buena. Ya tenemos la experiencia de La Vila y nosotros apostamos por los mercados, por el trato con el cliente. Nos gusta mucho el trato cercano que hay y llevar el producto 100% fresco directamente a la mesa desde el proveedor.
En La Vila, como dices, lleváis casi dos años.
Un año y medio. Se abrió en 2023 a raíz de la situación que estamos viviendo los pescadores y que nos obliga a buscar alternativas a nuestra actividad principal que es la pesca, porque con los días que se nos permite faenar no podíamos aguantar.
Pensamos en abrir una pescadería y viendo lo bien que ha ido en La Vila, nos hemos arriesgado y hemos venido a Benidorm.
Con la confianza y, supongo, el ahorro que supone el hecho de que no haya intermediarios entre el pescador y el cliente.
En realidad no. Realmente, nosotros actuamos como un comprador más en la lonja. Pujamos por el pescado igual que lo hacen el resto de compradores y lo traemos hasta aquí como otro comprador más.
Pero sí que es verdad que este beneficio repercute directamente sobre el pescador. Es lo que a nosotros nos satisface: saber que el sacrificio que hacemos, que el trabajo que hay, nos permite controlar un poco mejor el precio de venta final y asegurarnos de que el producto va a llegar fresco a tu mesa.
Hablando de frescura… ¿de qué es temporada ahora?
Ahora mismo hay muchísimas cosas. El calamar, está estupendo. Afortunadamente, llevamos mucho tiempo con buenas capturas de gamba blanca y eso hace que esté muy asequible de precio. También tenemos buena caballa…
«Sólo podemos trabajar 122 días al año, la mitad que hace doce años»
¿Tú qué pescas?
Tengo un barco de arrastre y nos dedicamos a la pesca de bacaladilla, pescadilla, gamba blanca, sepia… un poco de todo.
¿Cuántos años llevas faenando con ese barco?
El actual lo tengo desde hace doce años, pero antes de eso ya trabajaba en otro barco con mi familia… llevo en esto desde los dieciocho años.
¿Hace doce años, cuántos días trabajabas al año?
Entonces podíamos trabajar hasta 240 días al año.
¿Y ahora?
Ahora sólo 122. La mitad exacta.
«Nos dedicamos a la pesca de bacaladilla, pescadilla, gamba blanca, sepia… un poco de todo»
¿Eso cómo se organiza?
Con un calendario. Nos lo ponemos delante de la mesa y decimos: a ver, hay 122 días, ¿cómo lo hacemos? Trabajamos desde el 1 de enero hasta el 30 de junio, por ejemplo, o lo vamos organizando para llegar hasta final de año. Y esas son las opciones.
Nosotros, en el mes de enero estuvimos parados. También hemos parado otra semana después de las fiestas de Santa Marta y hemos dejado de faenar muchos miércoles y viernes.
Aun así, no llegaríamos al mes de noviembre. Si no cambia la situación y nos dan más días, el mes de noviembre y diciembre, seguramente no podremos pescar.
Habéis protestado muchas veces por ello, pero las soluciones no llegan.
Mira, las soluciones siempre pasan por Europa o, al menos, eso es lo que nos dicen los políticos. Europa ha cambiado al comisario de Pesca y parece que el actual tiene voluntad de ir por el buen camino y llevar la pesca de arrastre donde debe estar. Pero hasta final de año no lo sabremos.
Será entonces cuando podamos dar una alegría o, simplemente, decir que todo ha sido una ilusión. Ahí sabremos si se nos permite pescar lo que nos quede y si se aprueba el plan para el año que viene, porque todos los planes se aprueban en diciembre.
No parece que tengáis mucho margen de maniobra para la planificación. No os dan los planes con mucha antelación.
Mucha antelación no: ninguna. Son cosas que nosotros también reivindicamos. Pedimos que haya un plan plurianual para, por ejemplo, poder saber lo que vamos a hacer durante tres o cuatro años. Así no podemos estar. Evidentemente, nadie se arriesga a comprar un barco de pesca o a invertir en un negocio o incluso ir a la mar con esta realidad.
Trabajadores casi no tenemos, porque ¿quién quiere ir al mar con estas condiciones? Todo lo que contamos son penas y son disgustos. Entonces, nadie quiere embarcarse.
Con esa realidad, que los vecinos de Benidorm podamos comprar en vuestro puesto en el Mercado Municipal parece una manera de colaborar con vosotros.
Así es. Animo a todos los ciudadanos de Benidorm, visitantes y gente de otros pueblos de la zona a que acudan allí, que nosotros vamos a recibirlos con los brazos abiertos y vamos a ofrecerles el mejor producto. Van a saber que ese pescado viene directamente de los barcos de arrastre de La Vila Joiosa y que, cuando se lo lleven, hará sólo unas horas que estaba en el mar. Hay una garantía total de que es fresco.