Entrevista > Macrina Soler / Psicóloga clínica (Alcoy, 26-enero-1981)
Poco después de finalizar sus estudios de Psicología, Macrina Soler se incorporó al Grupo de Alcohólicos Rehabilitados de Alcoy (GARA). “Estuve muchos años en el centro”, indica, mientras igualmente trabajaba en guarderías y escuelas infantiles, evaluando el desarrollo de los menores.
Los primeros meses fueron complicados, “al carecer de rodaje, muchos casos me los llevaba a casa, hasta que lo profesionalicé”. No tardó en abrir su propia consultar, en 2010, un lugar donde se realizan talleres emocionales, de motivación, clases de refuerzo y técnicas de estudio.
Antes, tras asistir a un musical en la capital, “toda una inspiración”, fundó la escuela de teatro emocional ‘AmorDiscos’, en la que todos sin discriminación pueden participar y actuar. Como persona resolutiva que es, ella misma escribe los guiones, sobre la música o artistas que más le apasionan.
«El teatro siempre me gustó y quizás me hice psicóloga porque tiene que ver mucho con las emociones»
¿En qué consisten tus talleres emocionales?
Hacemos de todo, autoestima -enfocado principalmente a mayores-, relajación, risoterapia o conocimiento personal. Ya para niños, un sinfín de cuentacuentos con emociones, enseñar a sus padres a cómo relajarlos en casa, inteligencia emocional, hábitos de sueño o alimentación.
Es verdad que a raíz de la pandemia se dispararon los problemas de ansiedad, tratados muchos mediante terapias online, ¡en esos meses no había otro remedio! Los pacientes encontraron comodidad y a los psicólogos nos ha permitido ‘estar’ en muchos más puntos.
Llegarán a tu consulta casos extremos.
Sobresalen los de parejas altamente tóxicas, auténticos psicópatas que hacen al otro una persona desgraciada durante años: salir de ahí es muy complicado, es una adicción. También hay hombres que sufren a mujeres tóxicas, por supuesto, pero menos.
Recuerdo un matrimonio, ambos muy trabajadores (autónomos), al que les destrozó la crisis de 2008, la de la burbuja inmobiliaria. Él se refugió en el alcoholismo y tuvieron que hacer un enorme ejercicio de resiliencia, al perder la casa y trasladarse al diminuto hogar de la suegra.
Demostraron que tenían capacidad para salir de todo: recogían aquello que los demás no querían, pasando el niño muchísima vergüenza, y seguidamente acudían a los mercadillos de pueblo a venderlos.
¿Fue una lección de vida?
¡Y tanto!, aprendo todos los días de las actitudes de mis pacientes, de sus ejemplos de superación.
«Con ’AmorDiscos’, nuestro primer musical, llenamos las ochocientas butacas del Teatro Calderón de Alcoy»
¿Cuándo fundaste la escuela de teatro emocional?
El teatro siempre me gustó y quizás me hice psicóloga porque tiene que ver muchos con las emociones, meterte en la piel del otro, sentir empatía. Estando en GARA desarrollaba numerosas actividades con ellos, siendo asimismo muy teatrera: me disfrazada de burbuja de champagne sin alcohol y cosas así (ríe).
Intento introducir lo teatral y vivencial en mis terapias, y sobre 2006 me llevé a Madrid a varios usuarios, para ver el musical ‘Hoy no me puedo levantar’, de Nacho Cano. Mientras disfrutaba de la función me decía a mí misma “yo tengo que hacer algo parecido a esto”, porque les sentía tan contentos, era tan terapéutico…
¿Te cambió entonces el concepto de todo?
Una semana más tarde ya tenía escrito un musical, sobre canciones que me gustaban y se llevaban en aquellos años (‘La camisa negra’, de Juanes, o ‘Colgando en tus manos’, de Marta Sánchez y Carlos Baute). Sin embargo, tardamos mucho tiempo en interpretarlo.
¿Por qué?
Lo ensayábamos como terapia con los usuarios de GARA, aunque luego, para llevarlo a escena, nos faltaban infinidad de medios. Marché de la agrupación, monté mi clínica y mucho tiempo después conocí al bailarín Gabriel Amador.
Le comenté que tenía guardado un musical y no tardó en decirme ¿lo hacemos? Finalmente se estrenó en 2013 bajo el título ‘AmorDiscos’, el mismo nombre que la escuela.
«Me decidí a actuar porque me atrevo con todo y tras darme cuenta de lo terapéutico que es»
¿Tuvo buena acogida?
La mejor que nos podíamos esperar, llenando las ochocientas butacas del Teatro Calderón de Alcoy. Semanas después repetimos en Muro y Cocentaina. La recaudación la donamos a la Asociación Española contra el Cáncer.
Después no has parado de escribir y dirigir.
¡Y actuar!, tras descubrir lo terapéutico que es. Tenía otro musical ya preparado, ‘Juntos y revueltos’, con canciones de los años 60: ‘Dúo Dinámico’, ‘Los Bravos’…
De igual modo, a lo largo de la pandemia hicimos ‘Jamás’, conmemorando el 75 aniversario de Camilo Sesto. Tuvo muchísimo clamor, porque ya sabemos la red de fans que tiene el artista más universal de Alcoy.
El pasado año finalizamos la gira del musical de Nino Bravo, ‘Camino sin cesar’, pues se cumplía medio siglo de su trágico fallecimiento.
¿Cuál es tu última propuesta?
Estamos preparando la obra de sketches ‘Sorpresas te da la vida’, sobre la adaptación a los continuos cambios, y para los más pequeños, ‘El mundo en una caja’ e ‘Influencers, youtubers y otras cosillas del cibermundo’.