Entrevista > Daniel González / Actor teatral y de doblaje (València, 23-junio-1979)
El Daniel González actual todavía recuerda sus inicios artísticos, siendo un niño, “en el casal fallero de mi barrio, donde siempre había play-back y teatro”. Le llamaba muchísimo la atención, aunque de adolescente optó por estudiar Historia.
“Llegué hasta tercero y en ese curso me pregunté si realmente deseaba seguir”, consciente que acabaría dando clases en un instituto. “Dani, ¿esto es lo que quieres?”, no paraba de cuestionarme. Dio un giro radical y se apuntó a la Escuela Superior de Arte Dramático, en 2001.
Quizás en el mejor momento de su carrera, actúa en ‘39 escalones’, una versión cómica del clásico de Hitchcock, y ‘Asesinato en el Orient Express’. Asimismo, como actor de doblaje es capaz de interpretar cualquier registro, sobresaliendo en animación, en diversas ocasiones reconocido.
¿Cuándo tuviste claro querer ser actor?
Desde siempre, y por eso me formé como tal. Fue acabar en la ESAD y no parar de enlazar un proyecto tras otro: me siento muy afortunado en ese sentido.
Sin embargo, durante muchos años tuve que compaginarlo con la hostelería; es muy complicado subsistir de la actuación.
Háblanos de tus obras más relevantes.
‘39 escalones’, una versión de la película de Alfred Hitchcock, con la singularidad que no es de suspense, sino cómica. Gusta mucho, pues todavía estamos de gira por numerosos puntos de España.
Recientemente estrenamos ‘Asesinato en el Orient Express’, basado en la novela de Agatha Christie. Hago de Monsieur Bouc, el director de la compañía de trenes, compartiendo mis escenas con Juanjo Artero, conocido por series como ‘Verano Azul’, ‘El Comisario’…
¿Está teniendo igualmente éxito?
Muchísimo, tenemos fechas casi todos los fines de semana hasta octubre de 2026. Es una satisfacción ver los teatros llenos, de tantas ciudades.
«Durante muchos años compaginé mi labor como actor teatral con mi trabajo de camarero»
¿Qué sensaciones tienes al actuar?
El escenario está vivo y nunca hay dos funciones iguales, porque tú mismo cambias, incluso los días que hacemos doblete. No hay miedo escénico, pero sí temor que salga todo bien. Al terminar y ver el público en pie, entregado, es una sensación de gratitud enorme.
Actuar no es como el doblaje, donde estás en una sala -a solas, acompañado por el director- y si hay errores paras para volver a registrar el ‘take’, la frase.
¿Los públicos son tan dispares?
Uf, muchísimo. En el Norte, por ejemplo, apenas le notas durante la función, no se oye casi ni respirar, porque tienen un gran respeto hacia lo que están viendo. Cuando finalizas, te demuestran cuánto les has gustado.
¿Cómo surgió lo del doblaje?
Hice un curso de cámara en el que coincidí con una actriz de doblaje, Nina Romero, a la que conocía del teatro. Me comentó que era docente de una escuela en la que se iba a impartir unas clases especiales para actores.
Debido a que siempre me había gustado modular la voz -llevando a cabo cursos de canto-, quise probar, en 2014. También me pareció curioso que el público pudiera apreciar lo que hago con la voz.
«Para ‘Asesinato en el Orient Express’, de reciente estreno, tenemos funciones hasta octubre de 2026»
Ahora haces de todo, agudos, graves, jóvenes…
Tengo la suerte de disponer de un registro joven, porque una cosa es la edad de la persona y otra la de su voz. Además, como me agrada ‘jugar’ mucho con ella y tengo buen oído…
Todo ello me permite conocer mejor el instrumento y poder llevarlo a límites que de otra forma no darías.
¿Quiénes eran tus ejemplos a seguir?
Tenemos muchísimos grandes actores de doblaje en nuestra ciudad. A muchos los conocía por mi faceta como actor, Josep Manuel Cassany, Iolanda Muñoz, Júlia Sorlí, Mari Giner…
Mis referentes siempre han sido los de València, los que también veía en Canal 9, no los que había en Madrid o Barcelona.
¿Cuáles han sido tus papeles más relevantes?
He doblado a numerosos dibujos animados, con la suerte de hacer el protagonista de ‘¡Vete ya, unicornio!’ (2018), una producción de Disney que se emitía a nivel nacional en Canal Panda. Ese personaje me dejaba ‘jugar’ y lo disfruté muchísimo.
«En doblaje dispongo de un registro joven que me permite ‘jugar’ y hacer mucha animación»
¿Volviendo a ser de nuevo un niño?
Cuando doblas personas reales no puedes ‘jugar’ tanto, pues la voz no puede quedar cómica si no es precisa. Ya en ficción he sido el actor Jack Black en valenciano, en los films ‘Bernie’ (2011) y ‘La casa del reloj en la pared’ (2018).
¿Por qué el sector del doblaje es tan hermético?
No lo veo tan así y la prueba es que tras un año formándome pude comenzar a hacer algún prota. Puede sonar vanidoso, pero no tuve la necesidad de ir llamando a las puertas.
Quizás porque eres realmente bueno.
Gracias. Ahora los directores de doblaje, al ampliar casting, ya no se fían de una muestra que les puedas enviar, quieren verte en directo.