Entrevista > Luna Pamies Barberá / Actriz (Orihuela, 24-diciembre-2003)
Luna Pamies es actriz, aunque todavía le cuesta reconocerlo, gracias al destino y a Elena López Riera, quien la reclutó para su primera película, ‘El Agua’ (2022), tras verla en las fiestas de San Bartolomé, la pedanía de Orihuela donde reside.
Su notable papel protagonista le condujo a ser premiada en los Premios Berlanga y nominada como actriz revelación en los Goya de ese año. “No me lo podía creer”, repite una y otra vez, antes de avanzarnos que ahora quiere tomar sus propias decisiones.
Está asimismo en el reparto de ‘Enemigos’, la exitosa última propuesta del sanvicentino David Valero. Hace de Lola, la hermana visceral de Chimo (Christian Checa), un joven que sufre acoso de El Rubio (Hugo Wetzel), pero que, lejos de vengarse, decide ayudar a su maltratador.
¿De niña soñabas con ser actriz?
En absoluto. De hecho, no sabía cómo una persona podía llegar a serlo, y nunca me lo había planteado, también porque desconocía que fuera un trabajo. Cuando contactó conmigo Elena estaba estudiando Peluquería y Estética en Orihuela.
«Rechacé en varias ocasiones salir en ‘El Agua’, hasta que mi madre me convenció, con apenas diecisiete años»
¿Cuándo os conocisteis?
Durante el botellón de las fiestas de San Bartolomé. Ella estaba buscando gente para su película y se fijó en mí. Quisieron que me presentara al casting, pero no fui, hasta que semanas más tarde volvimos a coincidir en un hotel.
Estaba acompañada de mi madre, que me animó a hacer el casting. Ciertamente, Elena siempre confío en mí.
¿Te incorporaste al rodaje entonces?
Primero dije nuevamente que no, que no me veía en una película, pero le acabé enviando un correo -porque no paraba de rondarme la cabeza- y finalmente acepté, con apenas diecisiete años.
Entre Elena y yo habíamos creado un vínculo, sin saber que me había escogido para ser la protagonista. Lo supe al final, pero como ya estaba disfrutando en los ensayos… Sin embargo, seguía sin considerarme actriz y no sabía qué iba a pasar con el film.
¿En qué momento te lo creíste?
Después de ser nominada para los Premios Goya, estaba en una nube. Me dije “¡ostras, que esto va en serio!”; me busqué un representante y comencé a considerarlo un trabajo.
Antes, en los Premios Berlanga no podía parar de llorar, porque estábamos nominados Pascual Valero, Lidia Cánovas y yo, los tres de ‘El Agua’. Me sentí sumamente agradecida que valoraran mi trabajo.
«Todavía no tengo claro que vaya a ser actriz, aunque me encanta rodar, estar delante de una cámara…»
¿Hasta qué punto te cambió la vida?
Seguía en shock, acudiendo a un sinfín de actos. No era tan consciente como lo soy ahora, pues todo lo viví sin haber estudiado interpretación. Pero todos los recuerdos que conservo de esos momentos son muy bonitos, incluso los que estaba nerviosa.
¿Ya tienes claro que vas a ser actriz?
Todavía no. Me encanta rodar, estar delante de la cámara, aunque ser actriz conlleva muchos más aspectos, sobre todo viviendo en la Vega Baja. La mayoría de los proyectos se concentran en Madrid y quizás el siguiente paso es trasladarme allí, una ciudad tan grande y frenética.
El salto sería muy grande, acostumbrada a San Bartolomé, de poco más de 3.000 habitantes. En parte no sabía las consecuencias de ser actriz, acudir a tantos castings, que la mayoría de las veces te digan que no. Me preguntaba constantemente ¿dónde lo he hecho mal?
Hablemos de ‘Enemigos’.
Me llegó un casting, hice un self-tape y me volvieron a llamar, para realizarlo presencial en Madrid, junto al protagonista, Christian Checa. Estaba con un poco de ansiedad, después que me rechazaran en diversas pruebas, para otras películas.
Hasta que me llamó mi representante, anunciándome que el papel era mío; otra vez no me lo creía y me puse a llorar de la alegría. Después supe que se rodaba entre Alicante y Madrid y que el director era de San Vicente.
«Lola, mi personaje en ‘Enemigos’, comprende qué le pasa a su hermano al mismo tiempo que el espectador»
¿Cuál es tu papel?
Lola, un personaje que va comprendiendo qué le pasa a su hermano al mismo tiempo que el espectador. Quiere que espabile, le produce rabia que le estén fastidiando la vida.
El mensaje de la película es no volverte como la otra persona, la que te está maltratando constantemente.
¿Te preparaste de un modo especial?
Sí, porque mis intervenciones son muy agresivas, a nivel verbal. Para las escenas más intensas -como la que le llamo a mi hermano ‘cojo de mierda’- me las preparé con mi profesor. Deseaba estar cómoda diciendo esos insultos.
¿Sabrías definirte como actriz?
Solo sé que anhelo hacer lo que siento de corazón. No quiero trabajar en algo que se salga de mis valores o mi forma de ser, pues no he estudiado interpretación y siempre actúo desde mi verdad. Tengo claro que debo seguir formándome, prepararme para los siguientes personajes.