Entrevista > Jaume Guardeño Romá / Ciclista (Altea, 20-febrero-2002)
Le podríamos llamar promesa del ciclismo, pero tras las buenísimas etapas que nos regaló en la pasada Vuelta a España -concluyendo, además, en decimocuarta posición-, Jaume Guardeño se ha ganado por méritos propios que le califiquemos ya como una realidad de nuestro deporte.
Nos detallará los momentos vividos en el trazado nacional, “los mejores de mi carrera profesional”. De hecho, era su debut en una prueba de tres semanas y lo pasó con nota, “aunque las últimas etapas se hicieron más pesadas”.
Guardeño, puro escalador, reconoce que la contrarreloj es el aspecto que más debe mejorar, margen y futuro le sobran. “Me defiendo bien en todos los terrenos”, matiza, “comparado con el top mundial todavía hay diferencias, sin ser un punto flojo”. Se conciencia para minimizarlas.
Preparación específica
Antaño un ámbito al que apenas se le daba relevancia, el corredor de Caja Rural nos expone la importancia ahora de la parte mental, cómo planifica una carrera como La Vuelta y hasta qué punto debe controlar la alimentación.
“Pesamos toda la comida, al gramo”, confiesa, además de monitorizar el sueño -mediante una pulsera-, “para que no nos falte descanso”. Sin duda, como nos enumerará, son muchos los sacrificios de un ciclista profesional, “hay que ser muy constante”.
Sin notar todavía en exceso la presión, “no la percibo, en absoluto”, sabe que si continúa progresando otros equipos superiores -del World Tour- picarán a sus puertas. Por el momento tiene contrato con Caja Rural hasta 2027.
«Durante la preparación de una prueba, tipo La Vuelta, no podemos pasarnos en nada, porque nos resta»
¿Cuáles fueron tus inicios en el ciclismo?
Mi caso es algo peculiar, pues en mi familia no ha habido ningún ciclista anterior. Recuerdo que no paraba quieto con el triciclo de pequeño, de arriba abajo, y mis padres quisieron entonces apuntarme al Club Ciclista Altea.
Al principio únicamente entrenaba, solo, porque no tenía todavía la edad mínima para competir, que son seis años.
¿Quiénes fueron tus primeros ídolos?
Los ciclistas españoles que más destacaban en aquellos años, es decir, Alejandro Valverde, Alberto Contador o Joaquim ‘Purito’ Rodríguez.
¿Cuándo te diste cuenta que sobresalías?
Después de un año compitiendo con chicos más mayores, al segundo lo hice con los de mi edad y la primera carrera ya la gané. Las sensaciones fueron extrañas, tan acostumbrado a luchar contra corredores más mayores.
Salí a tope, miraba hacia atrás y me decía a mí mismo “¡no puede ser!”, les sacaba mucha distancia. Me sorprendí de mi nivel, sinceramente.
¿Cómo siguió tu progresión?
Continué en el mismo club, superando categorías, ganando la mayoría de carreras -entre las provinciales-, hasta que se produjo el fichaje por Caja Rural, durante el paso de junior a sub-23. Después estuve dos temporadas en el equipo filial (amateur), formándome como ciclista e imponiéndome en alguna prueba, como la Vuelta a Bidasoa.
Hice podio en diversas pruebas más, paso previo a incorporarme al primer equipo de la entidad, en 2023.
«Cada vez el aspecto psicológico es más importante; a nivel físico similar, el más fuerte de cabeza gana»
Diste un salto enorme.
Se cuida todo más al detalle, los entrenamientos son mucho más exigentes y largos. La nutrición, que jamás la he descuidado, la llevas a otro límite.
¿Son tantos los sacrificios que debéis hacer?
Muchísimos, comenzando por la alimentación, que pesamos, o seguir a rajatabla las órdenes del nutricionista. No podemos pasarnos, salir de fiesta con los amigos o trasnochar, ni siquiera tomar un helado o unas galletas.
Si lo hacemos a lo largo de la preparación para una carrera después nos resta. Por ejemplo, dos meses antes del inicio de La Vuelta ya estaba con todos los entrenamientos y comida calculados. Tener algún descuido en ese sentido puede significar ‘reventar’ en la carrera.
¿A qué te refieres con restar?
Las sensaciones en cuanto a rendimiento no son las mismas y eso se produce si he comido algo que no debo. Todo cuesta mucho más sobre la bici, me siento raro… Me pasa incluso ahora, que ha acabado la temporada, porque el cuerpo se adapta a los cambios.
Me he acostumbrado a cierta rutina y alimentos y salir de ello hace que lo note.
Hablemos de la dureza mental del ciclismo.
Dispongo de un psicólogo personal, al ser un aspecto cada vez más relevante. Te acabas dando cuenta que la cabeza lo es todo: la diferencia entre dos ciclistas que están igual de forma es la mente, siempre ganará el más fuerte.
Incluso si estás un punto físico por debajo pero psicológicamente eres superior, ganas. Para sufrir un poco más debes estar mentalmente bien, como comprobé en La Vuelta, siendo imposible estar bien todos los días. Me exigía un poco más, para llegar al de delante e ir remontando.
«La presión te la pones tú, y yo hasta ahora no la noto en Caja Rural, no sé cómo será en los equipos World Tour»
¿Exactamente qué sucede al sufrir una ‘pájara’?
Suele llegar porque has dejado de comer o no lo has hecho lo suficiente y el desgaste del cuerpo es superior. Sientes sobre todo debilidad, te quedas sin fuerza y no puedes seguir el ritmo de los demás.
Comes y, aunque te sientas algo mejor, sabes que no cogerás a los de delante. El objetivo pasa a ser alcanzar la meta.
¿No hay mucha presión en carrera?
Por el momento no la noto. Supongo que en los equipos de World Tour será distinto, no en Caja Rural, también porque la presión te la pones tú mismo. Sí sabemos que hay mucho dinero de patrocinadores, intereses, pero ponerte más presión es malo.
¿Esta Vuelta ha sido tu mejor momento deportivo?
Sin duda, tanto en participación -porque era mi debut- como en resultados. No me esperaba una actuación tan sobresaliente, pese a saber que acudía fuerte.
Al no haber corrido una Vuelta antes tampoco sabía el nivel de los corredores y fui viendo, poco a poco, comparándome con ellos y dónde estaba. Comprobé que en los finales en alto de la primera semana estaba entre los veinte primeros y decidimos luchar por un buen puesto en la general. Correr sin expectativas me ayudó.
¿Cada etapa te fuiste sintiendo mejor?
Fui de menos a más, siendo la segunda semana la mejor. A partir de la tercera me costó algo más, especialmente en el plano mental, pues para hacer la general todos los días debes estar delante, también las etapas llanas. Puede haber caídas o hacer viento de lado que conlleve la aparición de abanicos, un corte…
«Me hacía mucha ilusión subir por primera vez el Angliru, un puerto realmente duro; suerte del apoyo del público»
Sin olvidarnos de las manifestaciones.
Otra situación que provocaba tensión, mucha, en el seno de la carrera. Principalmente sentíamos incertidumbre sobre qué podía pasar.
Dinos cómo es el Angliru.
Uf, durísimo, sobre todo la Cueña Les Cabres. Me hacía muchísima ilusión porque era la primera vez que lo subía, sin saber exactamente cómo era. Había estudiado perfiles y alguna rampa, sí conocía su dureza.
Montamos un plato más pequeño y un piñón más grande de lo habitual, para no subir atrancados. Fue muy largo y duro, insisto, un esfuerzo de casi una hora; suerte que había muchísimo público alentándonos y eso siempre ayuda, a sufrir un poco más.
Se sumó la tensión del puerto previo, casi inmediato, haciendo que estuviéramos a tope más de hora y media.
¿Es el puerto más impresionante que has conocido?
El pasado año, en el Tour del Porvenir, subí la Finestre, en Italia -que también se ascendió el último Giro- y me pareció igualmente duro, porque los kilómetros finales son sobre tierra y piedras, que agarra mucho menos.
Yendo tan lento, con tanto sufrimiento, ¿qué piensas?
Es nuestro trabajo, estamos acostumbrados. Ese día, obviamente, sufres un poco más porque es un recorrido muy duro, pero pienso “¡qué espectacular, estar aquí, con tanta gente animándote!”
«Tengo una alta afinidad con muchos otros corredores del pelotón, aunque el concepto de la amistad es distinto»
Muchos os ven como superhéroes.
Nos gusta tanto correr sobre la bici que no lo apreciamos tan duro, aunque desde fuera sí lo sea. La nuestra es otra mentalidad.
¿Jonas Vingegaard era muy superior a los demás?
En absoluto. De hecho, estaba convencido que Joao Almeida, del UAE, le iba a derrotar, porque al danés no se le veía cómo en el Tour. También es cierto, lo comunicaron después, que sufrió varias jornadas un resfriado o tos.
¿Dentro del pelotón se pueden tener amigos?
Son muchos los corredores con los que me llevo bien o tengo afinidad, aunque el concepto de la amistad es diferente. En numerosas ocasiones se cuentan con los dedos de una mano.
Otra cuestión es mantener una buena relación -como me sucede- con otros muchos, conscientes que cuando competimos estamos focalizados en la prueba.
¿El objetivo del Tour queda lejos?
Primero veremos si invitan al equipo, teniendo en cuenta que el Tour de 2026 arranca desde Barcelona. Caja Rural en la actualidad, al estar entre los treinta mejores equipos según puntuación de la Unión Ciclista Internacional (UCI), opta a cualquier competición.
Sin embargo, como sabemos, estar en el Tour es mucho más complicado, se mueve más dinero y en ocasiones se prefiere escoger a un equipo francés por delante de uno español.
«Tadej Pogacar no se puede comparar al resto de corredores, porque va a ser el mejor ciclista de la historia»
¿Qué nuevos sueños ciclistas albergas?
Correr La Vuelta ya ha sido uno, más consiguiendo la clasificación que logré; fue un extra. De cara al año que viene, en lugar de luchar por el top 15 lo haré por el top 10.
Prefiero marcarme objetivos que sean realistas y que me motiven a seguir. En La Vuelta tenía el reto del top 20, fueron pasando los días y pensé en el top 15, que cumplí.
Entre los incontrolables, ¿te imaginas en el podio del Tour?
Me lo imagino, ¿por qué no? (ríe). Al final soñar es gratis y debemos hacerlo lo más alto posible. Eso me ayuda a seguir sufriendo y empujando, para estar más cerca de conseguirlo.
Casi acabando, ¿Tadej Pogacar es humano?
Es una persona superdotada para nuestro deporte, como demostró en el último Mundial, cuando arrancó a más de cien kilómetros de meta y llegó solo. No se puede comparar con el resto porque si no lo es ya, lo será en breve, el mejor ciclista de la historia.
Le quedan, además, unos cuantos años (tres-cuatro) al máximo nivel.
¿Aspiras a poder seguirle en uno de sus ataques?
Tanto como eso, no. Me imagino más ganando una etapa o subiendo al podio, no tanto la manera de hacerlo. Al fin y al cabo, son sueños, que como decía, son gratis.