Irene Navarro adora su profesión, a la que está segura que volverá
Irene Navarro ha cambiado muchos cánones. Ha sido la primera mujer que llega a la alcaldía de Petrer y además lo hizo a los 35 años, tras la dimisión, por motivos personales, de su predecesor Alfonso Lacasa.
¿Cómo viviste la llegada a la alcaldía?
Los momentos previos a la investidura fueron dramáticos, por la situación sobrevenida que estábamos viviendo todo el conjunto de la institución y sobre todo a nivel de equipo de Gobierno.
En la trayectoria de este Ayuntamiento nunca había sucedido algo así. Nadie podía pensar que un alcalde pudiese dimitir. Pero estas cosas suceden, porque somos personas y cuando uno tiene un problema de salud tiene que anteponerlo a cualquier cosa.
Y una vez tomada la decisión…
«Si en algo se caracteriza esta corporación es en la fidelidad a la institución por encima de cualquier color político»
El susto estaba, porque era una responsabilidad que asumía a ojos cerrados y con ese sentimiento de pueblo. Sentía ese miedo a lo desconocido, por ser la cabeza visible en el Ayuntamiento, y esa sensación de vértigo de no saber muy bien a lo que te estás exponiendo.
Pero recapacitando, todo el mundo entendió el motivo por el cual Alfonso se tenía que marchar, y mi llegada al Ayuntamiento de Petrer se asumió con normalidad por el resto de los compañeros de la corporación en la que, si en algo nos caracterizamos, es en la fidelidad a la institución por encima de cualquier cosa y por encima de cualquier color político.
¿Qué recuerdos guardas de ese momento de investidura?
«Aparte de ser la primera alcaldesa, quiero que me recuerden por haber conseguido cosas positivas para los ciudadanos de Petrer»
Llegados a ese punto, la investidura, por supuesto muchos nervios, pero con el convencimiento firme de creer que estaba haciendo lo que tenía que hacer en ese momento. A partir de ahí, comienzan las ‘novedades’: ser la primera mujer que conseguía llegar a la alcaldía de Petrer. Evidentemente, no puedo negar que para mí es un orgullo.
Pero no quiero que me recuerden simplemente por ese dato. Quiero que me recuerden como una alcaldesa que ha conseguido hacer cosas positivas para las vecinas y los vecinos de Petrer. Si consigo eso, estaré totalmente satisfecha.
En efecto debe ser un orgulloso ser la primera alcaldesa que hay en Petrer…
Si con mi paso adelante de ser la primera alcaldesa de Petrer puede verse alguna mujer de Petrer reflejada en mí, en cuanto a que las mujeres estamos perfectamente capacitadas y preparadas, y cualquier cosa que nos planteemos lo vamos a llevar adelante, yo me doy por satisfecha.
Mi vida no ha sido más fácil ni más complicada que la de cualquier mujer de Petrer. Todas se enfrentan cada día a retos de la vida. Trabajar, ser madre, llevar su casa adelante y la crítica. Porque no podemos dejar a un lado que por el hecho de ser mujer, todo nos cuesta el doble.
En este momento los políticos de primera fila, también a nivel nacional, empiezan a ser jóvenes que toman los relevos. ¿Ha llegado a la regeneración a la política?
Hay algo muy importante, que es que cuando los jóvenes aparecen en escena, con sus ideas renovadas y frescas, que no quiero decir en absoluto que las ideas que tienen las personas que están más involucradas en el partido desde hace años no valgan. De hecho, sirven como referente o han servido como apoyo para incluso mejorarlas.
En el momento en el que aparecen en la política los jóvenes involucrados y comprometidos, demostrando a la completa sociedad que para cambiar las cosas y mejorarlas hay que estar, hacemos un poco efecto espejo. Sobre todo en la población más joven, precisamente porque había un desencanto general.
Quizá la política no pase por sus mejores momentos, porque no es una profesión a la que nadie se quiera dedicar hoy en día, pero es un arma maravillosa que tenemos las personas para cambiar las cosas.
Eres diplomada en óptica y optometría, profesión que has desarrollado durante mucho tiempo. ¿Cómo se pasa de ahí a la política? ¿Era algo que llevabas en la cabeza?
Yo creo que esto una nunca puedes llevarlo en la cabeza, ni puede ser premeditado en absoluto. Todo es producto de la casualidad y el destino de cada persona. Desde que nacemos, lo tenemos marcado.
Mi dedicación a las ciencias siempre ha sido algo vocacional, desde muy pequeña. De hecho, lo demuestra la rama científica dentro del instituto y mi formación profesional en la universidad. Tengo una profesión que adoro y estoy convencida de que la política es algo circunstancial. Estamos de paso y cada cuatro años la ciudadanía te pone o te quita.
Es fundamental que el político en el momento que se encuentra dirigiendo una población, siendo alcalde o alcaldesa, y en todas las corporaciones, ha de tener una formación profesional. Porque todos debemos tener claro que la política es circunstancial y que tarde o temprano deberemos volver a nuestras carreras profesionales.
¿Cómo es esa llegada a la política?
«Jamás había pensado que pudiesen fijarse en mí para ir en unas listas»
Cuando termino mis estudios de óptica y optometría empiezo a trabajar en mi profesión, que es algo que me apasiona. En un determinado momento se ponen en contacto conmigo desde la agrupación local del Partido Socialista de Petrer, por aquel entonces el candidato a las elecciones municipales de 2011.
Yo no entendía muy bien por qué se pusieron en contacto conmigo, pero nunca le niego un café y una charla a nadie. Reconozco que me sorprendió, porque yo no había tenido ninguna vinculación más allá de una mesa electoral y ser simpatizante del partido. En esa reunión me plantearon que querían contar conmigo para las listas a las elecciones municipales.
Me sorprendió, porque jamás pensaba que nadie pudiese fijarse en mí para ese cometido. Pero yo creo que, lo decía antes, uno tiene en su interior una responsabilidad consigo mismo y con su pueblo. Y cuando una piensa que tiene la herramienta para poder cambiar las cosas, para poder mejorar la vida de todas y de todos y para poder trabajar por su pueblo, no puede decir que no a una cosa así. Acepté y luego todo ha sido el devenir de los acontecimientos.
Por tu profesión te fuiste a Málaga siendo muy joven…
Terminé mis estudios en febrero y el 19 de marzo me marché a Málaga para mi primer trabajo, con 22 años. Me iba lejos de mi familia y de mis amigos, era como construir una vida nueva. Fui para tres meses y terminaron siendo cinco años.
Estoy convencida de que me sirvió para ser la mujer que soy hoy. Cuando uno se encuentra en un territorio en el cual estás solo, sin familia ni amigos, sacas lo mejor de ti. La naturaleza humana te hace sobrevivir.
Los primeros meses fueron muy duros, pero estaba convencida de que tenía que demostrarme a mí misma, y al resto del mundo, que era capaz de hacerlo y salir adelante. Es por ese sentimiento de orgullo que tenemos las personas de decir que soy capaz, puedo hacerlo y lo voy a hacer. Y cuando pensaba que había echado raíces en Málaga y mi vida había cambiado, dio otro giro y me di cuenta de que donde realmente quería estar era en Petrer.
Imagino que te marchaste a Málaga por la profesión.
Exacto. Sí que es cierto que en toda la provincia de Alicante hay mucha oferta, pero también hay demasiada demanda al estar la escuela de Óptica y Optometría en la Universidad de Alicante. Envié un currículum a un anuncio que encontré, me llamaron y me fui sin pensármelo dos veces. A veces pienso que es producto de la inconsciencia juvenil, o no, pero acepté.
Otra experiencia que le marcó un antes y un después fue el parto de gemelos.
Yo creo que, en ese momento, ocurrió un punto de inflexión en mi vida personal. Dentro de la complicación del embarazo, fue normal, sin ningún contratiempo. Pero, de repente, son dos niñas que vienen al mundo. De hecho, yo estuve ejerciendo como política en la oposición hasta prácticamente los últimos días antes de dar a luz.
El intentar compaginar el mundo laboral con la crianza de gemelos, con todas las complicaciones que tiene un bebé, pues lo tienen dos, fue duro y enriquecedor. Siempre tuve el apoyo de mis compañeras y compañeros, tanto de la agrupación, como del grupo municipal y de la corporación entera. Siempre repito que si la agrupación de Petrer se caracteriza por algo es por el enorme respeto que se siente entre todos y por el compañerismo que hay más allá de ideologías.
Tu bisabuelo también fue alcalde de Petrer, aunque en una situación totalmente distinta, llegando a estar en la cárcel. ¿Tienes su figura en mente?
«En el momento de mi investidura no pude parar de recordar a mi bisabuelo, que fue alcalde en un momento muy duro y pagó las consecuencias»
Era otra época, en la que la democracia ni siquiera se planteaba ni se podía plantear públicamente. Una familia queda marcada por determinados acontecimientos que suceden y la mía quedó marcada de por vida por eso.
Mi bisabuelo fue alcalde en un periodo muy corto de tiempo, apenas unos meses, pero le bastó para que toda su familia quedase marcada con esa ‘mancha’ y para que fuese exiliado, incluso condenado a pena de muerte, cosa que afortunadamente no sucedió porque alguien pensó que era un buen hombre, y que no había hecho nada más que hacerse cargo de un pueblo y atender sus necesidades en un momento determinado muy duro.
Los acontecimientos de una familia van marcando a las generaciones que van viniendo. En el momento de mi investidura, no pude parar de recordarle. En mi familia se ha sufrido mucho por ese motivo. Teníamos esa espinita clavada y quería hacerle un homenaje diciéndole que en nuestra familia cerrábamos un círculo y sellábamos heridas.
Has recalcado que hay ‘buen rollo’ entre las distintas agrupaciones del Ayuntamiento de Petrer. ¿No hay esa pequeña crispación política a la que ya estamos acostumbrados?
En los meses que están por delante, las crispaciones tendrán que ir produciéndose porque cada uno se coloca en su posición e ideología y tiene que defenderla, por supuesto. Es evidente que en Petrer hay temas en los que cada político defiende las posiciones de su partido. Si no, la política no tendría sentido.
En los plenos, cada partido defiende su postura y la lleva a votación tal como marca su ideario político, pero, en el día a día, somos compañeras y compañeros. El respeto y el buen rollo debe prevalecer por encima de cualquier cosa. Y eso es lo que se traslada al conjunto de la población de Petrer. Cuando no hay una situación enconada y que vaya más allá de los posicionamientos políticos, el ciudadano percibe que todos nos ponemos de acuerdo para trabajar por la calidad de vida y por mejorar las instalaciones y el día a día de vecinas y vecinos de Petrer, que es lo que se pretende.
Es curioso que el pacto que tenéis los tres partidos del equipo de Gobierno no lo controlen los propios concejales, sino que lo hagan los grupos municipales. ¿Cómo está funcionando esta fórmula?
Es algo que se llevó a cabo al comienzo de la legislatura. Fue positivo para el conjunto del pacto, para su buena salud, y para el buen compañerismo y la buena relación entre los diferentes componentes del equipo de Gobierno: Partido Socialista, Esquerra Unida y Compromís.
En su día se decidió formar esta comisión de seguimiento, a buen criterio, según mi punto de vista, porque los concejales estamos totalmente al margen de lo que se trata en esas reuniones, en las que se lleva un seguimiento de todas las decisiones y todos los proyectos que se dijeron en su día que se iban a realizar. Proyectos en los que, evidentemente, tenían voz los tres partidos que conformamos el grupo de Gobierno.
Dicho esto, los concejales únicamente nos dedicamos a hacer los deberes que nos mandan nuestros representantes en las reuniones de pacto. Es algo muy positivo porque no intoxica las relaciones entre los distintos grupos y concejales.
¿Puede ser el campo de fútbol una de las inversiones más importantes que se han realizado en esta legislatura?
«Hemos invertido mucho en remodelar y actualizar las instalaciones deportivas, que estaban abandonadas»
Es cierto que una de las mayores inversiones que se han llevado a cabo en esta legislatura es el campo de fútbol y, sobre todo, en la concejalía del área de Deportes. Era una de las que había que acometer, por así decirlo. Desde el primer momento en el que este equipo de Gobierno comenzó a caminar, tuvimos claro que los grandes proyectos no tenían cabida en el estado actual de la realidad local de Petrer, ni muchísimo menos.
¿Por qué? Por muchísimas situaciones. La económica, por supuesto, pero sobre todo porque tenemos unas instalaciones muy buenas, pero había que ponerlas en valor, recuperarlas y revitalizarlas. Eso es a lo que se dedicó este equipo de Gobierno, a poner en valor aquellas instalaciones que habían estado un poco abandonadas y no se les había dado el mantenimiento correcto en los últimos años, y que tenían un potencial muy importante para satisfacer las necesidades de vecinas y vecinos.
Me estoy refiriendo al área de Deportes, que es la concejalía que más inversiones ha necesitado, pero también a aceras, zonas de jardines, juegos infantiles, colegios y cualquier instalación que se nos ocurra, que ha tenido una importante inversión para su mantenimiento. La última, que ha comenzado durante la época estival, es la del campo de fútbol, con la renovación de todo el césped, la zona de atletismo y los vestuarios, pero antes la han precedido otras que llevaban esperando muchos años remodelación y actualización a las necesidades reales actuales de los usuarios.
Imagino que tienes una espina clavada con la reforma del IES Azorín, que no se ha podido llevar a cabo.
«El IES Azorín va a ser un centro totalmente nuevo en poco tiempo»
Han sido situaciones totalmente sobrevenidas al propio equipo de Gobierno y la Conselleria, pero que hay que asumir y tomar soluciones.
Con este instituto la comunidad educativa lleva años y años con promesas, e incluso vinieron consellers en otras legislaturas a anunciar el comienzo inminente de las obras, y ni siquiera han comenzado. Por lo tanto, duele doblemente que se haya producido esta situación.
Quiero dejar bien claro el compromiso del equipo de Gobierno y mío propio como alcaldesa, como vecina de Petrer y como alumna de ese instituto, al que le tengo un especial cariño.
¿Cuál ha sido el problema?
Después de años de promesas incumplidas vimos el inicio de las obras, y nos encontramos con un edificio que había cumplido 50 años, y que cuando se redactó el proyecto, hace ya varios años, no se hizo un nuevo estudio de patologías.
Cuando comienzan las obras, y se detectan unas anomalías y patologías, los técnicos de Conselleria se dan cuenta de que la reforma y la ampliación del centro, el edificio y la estructura antigua no pueden soportar el total de la reforma. Por tanto, se paralizan las obras y empieza el nerviosismo, que es lógico, dentro del profesorado, estudiantes y familias.
Desde el Ayuntamiento se hicieron las gestiones con Conselleria para que alguien viniese a darnos explicaciones del porqué de las paralizaciones de esas obras, algo que hizo el secretario autonómico de Educación junto a los técnicos, y nos contaron que la estructura antigua no soporta la ampliación y la solución pasa por derribar toda esa parte para construir de nuevo.
No me conformo, por supuesto. No es agradable tener que dar una noticia así. Pero es una cuestión de seguridad, dar la cara y no ocultar la realidad con medias verdades.
¿Tiene una solución cercana?
Hay que pensar que va a ser un centro totalmente nuevo en un poco tiempo. Las últimas informaciones que tenemos es que se va a elaborar un nuevo proyecto, en el que se va a contemplar toda la nueva normativa.
El centro debía estar acabado para el próximo año, y evidentemente no va a estarlo, porque todo se ha complicado demasiado. No es dejadez del equipo de Gobierno ni de la Conselleria, se trata de buscar soluciones a un problema sobrevenido.
Cambiando de tema, el Ayuntamiento ha comentado que somos uno de los municipios de interior más visitados. ¿Cómo van las gestiones del ansiado hotel?
«Estoy convencida de que el hotel será una realidad, incluso antes de lo que se podría imaginar»
Estoy convencida de que será una realidad, incluso antes de lo que se podría imaginar. Es la espina que tenemos clavada, puesto que se están haciendo enormes esfuerzos en conseguir consolidar el turismo como un eje más de recurso económico dentro de la población.
Petrer es uno de los principales destinos de interior por la gran variedad de alternativas que ofrecemos y disponemos dentro del turismo medioambiental, gastronómico y patrimonial. La asignatura que tenemos pendiente es el hecho de tener un lugar para poder pernoctar.
Una de las alternativas que se planteó fue el antiguo museo Dámaso Navarro. Sus instalaciones se trasladarán para estar más adaptadas a la nueva normativa y al siglo XXI. Ese edificio, que quedaba vacío, se quería destinar para poder ofrecer esa oferta al visitante y conseguir que se quede algún día más en Petrer. Era algo que entendimos que para Europa iba a ser atractivo, pero dijo que no. También sabíamos que de primeras iba a ser muy complicado y lo seguiremos intentando en las siguientes ocasiones.
Tenemos otra instalación que sí que era un hotel, que era la estación de autobuses. La adjudicación quedó desierta y eso jurídicamente da carta blanca al Ayuntamiento para poder contactar con empresas que han mostrado su interés y sacar a licitación. No tengáis ninguna duda de que tendremos noticias al respecto en breve. Va por muy buena vía.
Además de la alcaldía, llevas la concejalía de Fiestas. Acabamos de pasar Moros y Cristianos y se acercan las Fiestas Patronales. ¿Crees que las fiestas requieren algún cambio o la tradición debe seguir como siempre?
Si algo tenemos que tener claro en las poblaciones es que la tradición y el arraigo es lo que nos define. Yo siempre digo que cuando uno visita una ciudad o un territorio, cuando conoce sus fiestas, las formas de vivirlas y expresarlas dicen mucho de las gentes de una zona.
Este caso es el exacto de Petrer. Evidentemente, los tiempos cambian y las fiestas se van amoldando a las nuevas formas de ver la vida y vivirlas. Pero al final, hay un trasfondo que es lo que nos caracteriza y nos hace únicos. Las nuevas gentes que van apareciendo en escena, ya sean asociaciones o colectivos con los que contamos, nos van dando su punto de vista, siempre manteniendo la parte de tradición, que nos da esa genuinidad.
Desde el Ayuntamiento se ha conseguido bajar exponencialmente la deuda. ¿Cómo quedará al final de esta legislatura?
«En estos tres años hemos bajado la deuda de 12 a 4 millones de euros, y sin dejar de invertir en las personas»
De hecho, en el departamento de Hacienda, el concejal responsable, Ramón Poveda, ha hecho una gestión, a mi juicio, impecable. En estos tres años hemos bajado de 12 a 4 millones de euros y sin dejar de invertir realmente en las personas.
Durante todo este tiempo sí que es cierto que no se ha invertido todo lo que nos hubiese gustado, porque estamos sujetos a una ley impuesta por el anterior Gobierno central, que nos limitaba, en términos coloquiales, a que los remanentes, que es lo que el Ayuntamiento ha ahorrado, no se pueda destinar todo a obras e inversiones en la población, sino que una parte importante se tiene que destinar a amortizar deuda.
Sobre la vecina Elda, ¿es posible un mayor acercamiento para tratar en común las principales necesidades?
«Los vecinos de Elda y Petrer no entienden que no se puedan hacer cosas conjuntamente»
No entiendo que tenga que haber rivalidad. Eso era en el pasado. Pero, por supuesto, la colaboración, el trabajo común y la buena sintonía es palpable. Se hacen cosas en común a diario, de cualquier área, porque realmente no hay ninguna barrera real ni frontera más allá que una acera.
El vecino de Elda y el vecino de Petrer no entienden que no se puedan hacer este tipo de cuestiones conjuntas, y aplauden que haya buena sintonía y que esas rencillas del pasado se queden en el pasado. Hay una ilusión por trabajar en conjunto, sacar proyectos y evolucionar juntos.
Estamos hablando de una zona que es el valle que camina de forma conjunta. Y ya no solamente los dos municipios, también con Monóvar y Sax, que pertenecemos a la misma mancomunidad. La gestión de aguas, con la depuradora; el tratamiento de plagas; el albergue de animales; el centro de El Molinet, en Monóvar. Todo ello sería inviable que lo tuviese cada población y mancomunado funciona mucho mejor.