En relación con algunas informaciones confusas que han aparecido en algunos medios de comunicación sobre la suspensión de Firelda el pasado fin de semana, como concejal de Comercio, quiero hacer algunas apreciaciones:
En primer lugar, Firelda es un evento que organizan conjuntamente las asociaciones de comerciantes de la ciudad y la concejalía de Comercio, a través de la AFIC que, básicamente, se hace cargo de la logística y la dotación de la infraestructura necesaria para la celebración de la feria, suponiendo un gasto económico importante, ya que los expositores simplemente aportan el alquiler de su espacio. Por lo tanto, es una actividad fruto del asociacionismo comercial que se organiza con mucho cariño y esfuerzo y con el único fin de promocionar el comercio local.
La decisión de celebrar la feria en las fechas previstas se tomó el jueves por la mañana en una reunión en la que estuvieron presentes la mayoría de los representantes de las siete asociaciones de comerciantes con que cuenta la ciudad y, después contrastar tres pronósticos diferentes, se decidió por unanimidad tirar adelante con la celebración de la feria por dos razones. En primer lugar, porque los pronósticos no daban lluvia en la zona para el sábado y solo había riesgo bajo el domingo, a partir del mediodía, justo al contrario de lo que ha ocurrido. Y la otra razón para realizar la feria este fin de semana era porque no había otra alternativa de fechas viable para este año. No obstante, cualquier comerciante habituado a las ferias a la intemperie sabe que siempre existe un riesgo por muchos pronósticos que existan.
Respecto a las circunstancias que precedieron a la suspensión de la feria, he de manifestar lo siguiente. En primer lugar, el portavoz de las Asociaciones de Comerciantes mantuvo un encuentro con el grueso de expositores y ofreció como solución posponer la decisión de suspender la feria a la mañana del domingo en función de cómo evolucionara la climatología. Si se hubiera aceptado esta propuesta, con la que estaban de acuerdo algunos expositores, Firelda se habría retomado el domingo, ya que no llovió durante toda la jornada, y se habrían minimizado mucho los efectos que trajo la suspensión. No obstante, un grupo numeroso de expositores siguió pidiendo que se suspendiera.
Como concejal de Comercio, estuve prácticamente toda la mañana en la Plaza Castelar siguiendo la evolución de la feria, que se desarrolló con toda normalidad y con gran presencia de público. Por obligaciones familiares ineludibles no pude acercarme por la tarde hasta que cumplí con ellas. Cuando llegué a la Plaza Castelar me encontré una situación en la que los ánimos estaban muy caldeados y en la que era difícil dialogar de una manera sosegada y razonable, además de contar con la presencia de personas ajenas a la organización de la Feria que, en mi opinión, contribuyeron a tensar más el ambiente. No sé si con la intención de sacar beneficio político de la situación. Tengo mis dudas.
De las diferentes opciones que se ofrecieron: posponer la decisión de suspender hasta la mañana siguiente, como había hecho el portavoz de las asociaciones; dejar libre la opción de que quien quisiera seguir lo hiciera; o suspender definitivamente la feria en todos los aspectos, dejándose la jornada del domingo solo para recoger los puestos, fue esta última opción la única que contemplaba el grueso de expositores, que según ellos era el mayoritario, aunque quedó pendiente la entrega por su parte de una relación de quienes defendían la suspensión firmada por cada uno/a.
Desde la responsabilidad municipal, y movido por la prudencia, asumí en ese momento la decisión de suspender definitivamente Firelda con el compromiso de estudiar todas las alternativas posibles en beneficio de Firelda y de los comerciantes participantes en el certamen. Esta posibilidad está pendiente de ser valorada en una próxima reunión prevista para celebrar esta misma semana con las asociaciones de comerciantes. Del resultado de esta reunión y de las decisiones que se adopten se dará cuenta oportunamente.
Vicente Deltell Valera