A lo largo de los años muchas ciudades tienen la suerte de contar, entre sus ciudadanos pretéritos, a figuras sociales que han supuesto un antes y un después en la propia localidad. Elda puede presumir de muchas personalidades que han nacido en sus tierras, pero hay un nombre que destaca entre todos y que gran parte de los ciudadanos conocen o deberían conocer: Pedrito Rico.
Cantante, bailarín, actor… Pedrito Rico fue un ilustre de las artes escénicas, que vio cómo la dictadura franquista frenó su crecimiento en tierras españolas y le obligó a emigrar a Latinoamérica para proseguir con su carrera musical y obtener todo el reconocimiento que merecía. Una aventura que terminaría consagrándole en el mundo del espectáculo.
Vocación desde niño
Pedro Rico Cutillas nació en Elda un 7 de septiembre de 1932, y desde bien pequeño tuvo claro que quería dedicar su vida al escenario. Tanta era su vocación, que a los siete años se estrenó en un circo cantando ‘El Belebele’. Prosiguió con su formación en Madrid, a cargo del famoso maestro Quiroga, quien le instruyó en canto y baile.
Posteriormente regresaría a Elda para continuar con sus estudios, y para comenzar a formar parte de pequeñas actuaciones de aficionados o de carácter benéfico.
23 años después debutó a lo grande en el Teatro Ruzafa de Valencia, pasando poco tiempo después a actuar en el Teatro Prince de Madrid. Un año después, en 1956, emprendió un viaje hacía tierras latinoamericanas, que traerían consigo su consagración como artista y un reconocimiento a su gran talento.
En Argentina Pedrito Rico era conocido como ‘El Ángel de España’
Profeta en Latinoamérica
Prueba de ello fueron el Disco de Oro que consiguió en Cuba y el Guaicaipuro, una distinción que se otorga en Venezuela al que se considera como mejor intérprete extranjero. En Argentina, Pedrito Rico era conocido como ‘El Ángel de España’, un apodo que posteriormente el eldense utilizaría como título de una de sus películas y que se terminaría por asentar en todos los países latinoamericanos.
A partir de estos años la vida del artista giró alrededor de sus actuaciones y los consiguientes viajes de un lugar a otro. En 1965, Pedrito Rico regresó a Elda, tras unos años de ausencia, para presentar en el Teatro Castelar su espectáculo ‘Oro Puro’, que causó una enorme aceptación entre los asistentes y en la que el cantante mostró esa figura tan consolidada y querida en pueblos latinoamericanos.
Esta actuación marcó a Pedrito Rico, dado que pudo sentir de primera mano el cariño y el aprecio de sus vecinos y el reconocimiento de todos aquellos que aún dudaban de sus dotes. Uno de sus más fervientes deseos era que Elda reconociera sus éxitos y su categoría artística.
Uno de sus más fervientes deseos era que Elda reconociera sus éxitos y su categoría artística
Orgulloso de su ciudad
A pesar de que la mayor parte de su vida la pasó alejado de su tierra natal, Pedrito Rico siempre se mostró orgulloso de su lugar de origen y agradecido a la ciudad de Elda. Prueba de ello es una canción que él mismo compuso y que resuena en cada fiesta de la localidad: ‘Yo soy de Elda señores’.
Rico se apoya en este tema para contar y cantar cómo fue su carrera musical. En ella comienza contando como tuvo que emigrar en busca de su sueño a pesar de la gente que no confiaba en sus capacidades. Tras esto destaca como ha podido cumplir su sueño y regresar a su ciudad como profeta y como un artista consagrado.
‘Yo soy de Elda señores’ es el tema que muchos eldenses han tomado como su himno y por el que reconocen al artista
Una vida de éxitos
Son muchos las éxitos que Pedrito Rico compuso y que continúan sonando hoy en día, algunos como ‘La Campanera’, ‘Dos Cruces’, ‘Pero reza por mí’… Pero sin lugar a dudas, ‘Yo soy de Elda señores’ es el tema que muchos eldenses han tomado como su himno y por el que reconocen al artista. Tal fue su talento y su popularidad, que llegó a compartir escenario con ilustres intérpretes españoles como Lola Flores o Carmen Sevilla.
Lamentablemente, la noche del 21 de junio de 1988, en la ciudad de Barcelona, una grave anemia que venía arrastrando desde hacía un año provocó la muerte del artista. Tras su fallecimiento, los restos mortales del cantante fueron trasladados a su ciudad natal, donde se instauró una capilla ardiente en las instalaciones de la Asamblea de la Cruz Roja, para que familiares, amigos y admiradores pudieran velar y despedir al artista.
Siempre será de Elda
Pedrito Rico fue un hombre que luchó por perseguir sus sueños; que tuvo que sacrificar muchas cosas por el mero hecho de hacer lo que él más quería. Era un artista atemporal, de ese tipo de artistas que podrían triunfar en cualquier época por su gran talento, carisma y determinación.
Fue un ejemplo para muchos, un virtuoso para otros tantos, pero para Elda y para los eldenses él siempre será de Elda señores.