El Santa Pola CF sénior femenino afronta su segunda temporada de vida con el reto de echar raíces en la localidad y en el fútbol provincial. Tras una primera experiencia en la categoría, el nuevo proyecto sénior se ha marcado el reto ambicioso de pelear por el ascenso a Primera Regional, aunque el gran objetivo de la entidad, más a largo plazo, es poner los cimientos de una gran cantera femenina.
Así lo afirma Christian Pascual, alma mater del proyecto y entrenador del equipo absoluto femenino, quien cumple su segunda temporada en una entidad a la que llegó procedente de El Altet.
La entidad realizó un trabajo de captación en colegios
Empezando de cero
Tras crear prácticamente de la nada una sección, Christian Pascual, quien lleva una docena de años vinculado al fútbol femenino, desea dar un paso más allá y comenzar a construir el futuro de este deporte. “Queremos fomentar la base, por eso una de las novedades para el próximo año va a ser la creación, por vez primera en Santa Pola, de un equipo alevín-benjamín que estará federado, formado por niñas y que jugará contra otros equipos de niñas”, desvela el técnico.
“El club se ha portado muy bien con nosotros y el pueblo lo requería, vale la pena intentarlo”, se justifica Cristian ante la nueva aventura formativa que se avecina.
«El objetivo no será solo competir, sino formar»
Captación
El trabajo realizado de captación desde hace meses ha dado sus frutos. Tanto Christian como su mujer, Lara Rúas, jugadora del equipo sénior, icono de la sección y una de las heroínas y pioneras del fútbol femenino de base en España allá por los años 90, se han encargado de impartir charlas y mostrar proyecciones en colegios e institutos para dar a conocer el fútbol femenino entre las niñas y explicarles que muy cerca de ellas tienen un club en el que poder practicarlo. Los entrenamientos posteriores, lúdicos, hicieron el resto.
“Las niñas se lo han pasado muy bien. En los entrenamientos se divierten y juegan. Ven que el fútbol es algo accesible que pueden practicar con sus amigas sin problemas”, explica el entrenador, quien quiere potenciar en estos primeros niveles de aprendizaje la parte lúdica por encima de la competitiva.
“El objetivo de salida no es competir, sino la formación. Las niñas tienen que aprender a moverse y a jugar en equipo. A todos nos gusta ganar, pero aquí no será una prioridad”, argumenta el entrenador del Santa Pola, cuyo equipo está teniendo una dura competencia con el Bahía de Santa Pola en la captación de las chicas.
«Queremos que el crecimiento de la sección sea natural»
Ir poco a poco
El club también estuvo barajando la opción de crear un equipo para la categoría infantil/cadete, aunque finalmente se aplazó la decisión, ya que el fútbol 11 obligada a un mayor número de licencias, 18 como mínimo en la plantilla. “Queremos que el crecimiento sea natural, poco a poco. Y que los escalones se vayan subiendo año a año con naturalidad”, argumenta el preparador.
Christian reconoce que han sabido aprovechar para su proyecto la explosión mediática del fútbol femenino. La retransmisión por la televisión de los partidos de la Liga española, de la Champions femenina y de la selección española, en el pasado Mundial de Francia, han allanado el camino.
“La televisión y los patrocinadores han hecho muchísimo por el crecimiento de este deporte. Me da miedo que sea solo una moda pasajera, aunque creo que cuando baje la espuma algo quedará y mejor que antes del boom sí que estaremos. A lo mejor estamos creciendo más deprisa de lo que deberíamos, pero bienvenido sea”, señala el preparador.
Crecimiento del fútbol femenino
Prueba del imparable crecimiento del fútbol femenino es que en la categoría Regional competían 20 equipos, divididos en dos grupos, “y este año ya se van a apuntar otros ocho más”. “Y esto es en sénior, porque en las pequeñas ya ni te cuento”, añade Christian, quien observa con una mezcla de orgullo y sorpresa cómo se está transformando a una velocidad de vértigo su deporte.
“Las niñas ahora llevan en su camiseta el nombre de Sandra Paños o de Jennifer Hermoso. Eso era impensable hace solo cinco años”, relata con asombro.
Inculcar valores
El Santa Pola CF se nutre actualmente de jugadoras de la localidad, de Elche y Alicante. La pregunta que surge es si Santa Pola tiene potencial humano para llenar por sí misma una cantera femenina. “Por supuesto. En cada colegio hay 800 niñas, además de los institutos. Hay un enorme caladero de fútbol base femenino”, asegura Christian Pascual.
El club rojiblanco, además, no pretende entrar en competencia con el SPA de Alicante o Elche, los acorazados del fútbol femenino provincial. “Hay espacio para todos”, apunta. Aunque más allá de la cantidad de efectivos, al técnico le interesa “hacer club” y para eso es fundamental contar con la colaboración de los padres, con los que pretende estar en “permanente comunicación” para ir evaluando la progresión de las niñas.
“Las niñas están jugando y divirtiéndose, pero también se les puede inculcar valores. Al fin y al cabo, el fútbol no deja de ser un reflejo paralelo a lo que es la vida. En el campo nadie te deja que le marques un gol y en la vida tampoco nadie te regala nada. Hay siempre que intentar superarse, a veces contra uno mismo”, sentencia el alma mater de la sección femenina del Santa Pola CF.