El nuevo conseller de Obras Públicas, Arcadi España, acudió este verano a la rotonda de Vereda de Sendres para comprobar el estado actual de la carretera autonómica CV-865 que separa Elche con Santa Pola, así como para realizar lo que se supone un importante anuncio.
“Hoy damos un paso fundamental hacia la finalización de esta vía. Antes de final de año se licitará el tramo que va desde la Vereda de Sendres y el cruce de Valverde. A lo largo del resto de la legislatura se irá completando el desdoblamiento total de toda la carretera” prometió el conseller en su comparecencia a la prensa.
Le acompañaban los alcaldes de Elche y Santa Pola en su visita. El primero, Carlos González, quiso agradecer el compromiso a la Generalitat. “Es una magnífica noticia. Esta obra llevaba 20 años en los cajones olvidada y quiero agradecer al gobierno de Ximo Puig que la haya rescatado” declaró.
«Por fin la Generalitat quiere sacar adelante un proyecto que llevaba 20 años en el cajón» C. González (alcalde de Elche)
Más atascos que nunca
Lo cierto es que parte del desdoblamiento ya existe, pero tan solo en los cuatro kilómetros que corresponden al término municipal de Santa Pola. El año pasado se acometió el último kilómetro que faltaba sobre suelo santapolero, así como se instalaron varias rotondas a lo largo de toda la carretera en los lugares donde había cambios de sentido o entradas de caminos.
Ahora, por tanto, se ha quedado una carretera que tiene dos carriles por sentido en cuatro kilómetros, un único carril por sentido en los otros ocho kilómetros y hasta 13 rotondas en todo el trayecto.
«Los últimos experimentos de la Generalitat solo han conseguido empeorar el tráfico» J. P. Martínez (vicealcalde de Santa Pola)
“El tráfico ha empeorado con las últimas obras. Ahora va más lento y se producen muchas retenciones, especialmente en el tramo que corresponde a Elche. La Consellería ha desaprovechado una gran oportunidad con este ‘experimento’ que ha realizado y que rechazamos todos los usuarios. Se han desaprovechado los recursos públicos al tenerse que modificar lo que ya se ha realizado” se lamenta José Pedro Martínez, vicealcalde de Santa Pola, en declaraciones a este periódico.
También hemos querido contactar con el equipo de gobierno de Elche para conocer sus valoraciones sobre este asunto. Sin embargo, desde el Ayuntamiento ilicitano se han limitado a indicarnos que su opinión en este tema “se corresponde exactamente con la de la Generalitat”.
La Consellería estudiará la necesidad de algunas rotondas, pero solo se plantea «eliminar un par»
13 rotondas
Cogiendo el coche y conduciendo por la citada carretera, se hace evidente que el tráfico es bastante mejorable. No en vano son unos 17.000 vehículos diarios los que la transitan, más aún durante el verano cuando tantos ilicitanos acuden a veranear a Santa Pola. El tramo de Elche es el más problemático pues, aparte de ser solo de un carril, las rotondas tienen menor diámetro.
Muchos conductores se quejan habitualmente de la poca utilidad de estas nuevas rotondas. Lo cierto es que la mayoría comunican la carretera con zonas apenas pobladas o edificadas a las que pocos vehículos se desvían a lo largo del día. En un tramo de apenas unos 12 kilómetros, ahora se cuentan hasta 13 rotondas.
“Queríamos reconvertir los cruces y las rotondas partidas en rotondas convencionales por motivos de seguridad. La intención es conservarlas en el nuevo proyecto, pero adaptándolas al nuevo diseño. A medida que vayamos avanzando analizaremos la necesidad de todas y cada una de las rotondas con la intención de reducir su número. Seguramente eliminaremos un par que puedan estar demasiado cerca la una de la otra” nos indican desde la Conselleria de Obras Públicas.
Problemas con las ambulancias
Otro tema que también impacienta a los conductores es el arcén bordillo que evita que los vehículos puedan adelantar en bastantes tramos. “Estos bordillos no solo hacen todavía más lento el tráfico, sino que además crean ciertas dificultades para los servicios de emergencia. Los profesionales lo han denunciado muchas veces” expresa el vicealcalde José Pedro Martínez.
Ocurre que precisamente ésta es la carretera que comunica el Hospital General Universitario de Elche con Santa Pola, ya que dicha localidad no tiene un centro hospitalario propio. Por tanto las ambulancias que acuden a cubrir alguna urgencia tienen bastante complicado adelantar a los vehículos, e incluso los coches muchas veces no pueden apartarse para dejarlas pasar. Por eso motivo han decidido desviarse por otra carretera, con la consiguiente vuelta y por lo tanto la mayor tardía en caso de emergencias.
Estas recientes obras costaron 3.363.683 euros, de los cuales 1.498.683 fueron para el desdoblamiento del kilómetro que restaba en el término municipal santapolero hasta Las Torres. El resto fue para costear las nuevas rotondas, el bordillo y otras adecuaciones destinadas a “mejorar la seguridad vial” según nos indican fuentes de la Conselleria de Obras Públicas.
Aunque aún no hay fijado un presupuesto definitivo para el resto de los ocho kilómetros que faltan por desdoblar, en Obras Públicas manejan un coste total de alrededor de unos siete millones. Esta última se antoja la fase más costosa, pues se trata de una zona con riesgo elevado de inundaciones por lluvia que precisará de infraestructuras especiales en algunos tramos.
Los desvíos ‘trampa’
Dado que el tráfico de la CV-865 se hace en ocasiones tan insoportable, muchos conductores prefieren desviarse por el llamado ‘Camino Viejo’ o por el camino de Valverde para viajar de Santa Pola a Elche o viceversa.
Este fenómeno acrecentado últimamente (sobre todo en verano) está provocando serios problemas de seguridad, ya que son carreteras estrechas donde los coches suelen circular a gran velocidad y no existe demasiada señalización.
De hecho, el pasado 6 de julio se produjo un desgraciado accidente en el Camino Viejo entre dos vehículos que se cobró la vida de un hombre de 56 años, mientras que el otro conductor de 22 años quedó gravemente herido. No ha sido el único siniestro que se ha dado por aquí en los últimos meses, si bien en ningún otro ha habido que lamentar vidas mortales. Sobra decir que cada vez que ocurre un altercado de estas características en los caminos, el tráfico Elche-Santa Pola por la CV-865 se ralentiza todavía más.
Tras este trágico accidente el Ayuntamiento de Elche anunció la próxima puesta en marcha de varias medidas para mejorar la seguridad del Camino Viejo. “Nuestra intención es reducir la velocidad máxima a 60 km/h, incorporar bandas reflectantes para alertar a los conductores de la necesidad de no ir deprisa y mejorar la señalización para avisar de la peligrosidad de la vía” explicó Ramón Abad, concejal ilicitano de Seguridad.
Los primeros 1,5 km ya tienen el informe medioambiental positivo para el desdoblamiento, pero las obras aún están por licitar
Primer tramo de 1,5 km
Aún con todo, tanto en el Ayuntamiento de Elche como en el de Santa Pola se muestran optimistas con este nuevo proyecto de la Conselleria de Obras Públicas. “Parece que por fin se van cumpliendo las actuaciones que necesitamos para que la carretera tenga mayor fluidez, como terminar todo el desdoblamiento, ampliar el diámetro de las rotondas o eliminar el arcén bordillo” nos comenta Martínez.
«La carretera contará con carriles-bici y paradas para los autobuses» A. España (conseller Obras Públicas)
El conseller Arcadi España confirmó recientemente que el primer tramo en licitarse será el kilómetro y medio que separa la Vereda de Sendres con el acceso a la pedanía de Valverde. “Esperamos que el resto de tramos también vayan a buen ritmo. La nueva carretera contará con carriles-bici y paradas de autobuses, combinando todas las formas de movilidad de futuro”.
Eso sí, dicho proyecto aún está en fase previa a la licitación. De momento tan solo ha pasado el informe medioambiental de la Conselleria de Agricultura, Medioambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.
La promesa del 2023
En cuanto al resto de la carretera, según palabras del conseller, parece que habrá que esperar hasta el final de esta legislatura para verlo. Ésta no termina hasta 2023.
En enero de 2017 entrevistábamos en este periódico al entonces concejal ilicitano de Urbanismo, José Manuel Sánchez, quien nos aseguraba que el objetivo de la Generalitat era terminar todo el desdoblamiento en 2020.
“Durante este año (por 2017) se procederá a la ejecución del tramo que queda en Santa Pola, se procederá a licitar el proyecto de construcción hasta la entrada de Valverde y aproximadamente hacia 2020 será el plazo de finalización de todo el desdoblamiento de la carretera” nos dijo Sánchez por aquel entonces.
Si bien la primera de estas tres promesas (o vaticinios) sí se ha cumplido, el tramo hasta Valverde aún está por licitar dos años después y parece casi completamente descartado que todo el desdoblamiento esté ya finalizado el año que viene.
Frente común
Por si la Generalitat volviera a descuidar otra vez los plazos prometidos, hemos querido también preguntar a los Ayuntamientos de Santa Pola y Elche sí están dispuestos a hacer frente común en este tema, aun siendo gobiernos de diferentes partidos políticos.
“Comparando los dos tramos de carretera en los dos términos municipales, se hace evidente que no ha existido mucha comunicación entre los equipos de gobierno anteriores. Nosotros deseamos y propiciaremos la cooperación con Elche y trabajaremos para que el proyecto se realice por el interés general de las dos ciudades” promete Pedro José Martínez, vicealcalde de Santa Pola.
Desde el Ayuntamiento de Elche, no obstante, han preferido no pronunciarse sobre esta cuestión.