Entrevista > Richard Barreno / Presidente Sea Shepherd España (Londres, 13-marzo-1978)
El próximo 6 de enero se cumplirán 10 años desde que el buque ballenero japonés Shonan Maru 2 envistiera y partiera por la mitad el Ady Gil, trimarán de más de 2,5 millones de dólares que, con sus 78 pies (poco más de 23 metros) de eslora se había convertido poco antes en la más reciente incorporación a la flota de Sea Shepherd, la organización ecologista fundada por Paul Watson en 1977.
Aquel momento, grabado con todo detalle por las cámaras de la serie documental ‘Whale wars’, se convirtió en uno de los iconos mediáticos para una organización que, sin tener que lamentar afortunadamente heridos graves en aquel incidente, recibió muestras de simpatía y reconocimiento por parte de la sociedad como seguramente antes nunca había visto.
Richard Barreno es el presidente de Sea Shepherd España. Desde l’Alfàs del Pi coordina y dirige una rama que aporta, tras tres años de existencia organizada, algo más de cien voluntarios a la causa de Watson. Con nueve barcos hundidos desde 1979, incluidos el Ibsa I e Ibsa II en Marín (Pontevedra), hay quienes les han calificado como terroristas. Si se escucha su discurso con atención, cuesta calificarlos con ese adjetivo.
«Tenemos dos requisitos básicos: tener pasión y estar dispuesto a dar tu vida»
Una vez me dijo que formar parte de Sea Shepherd consistía en anteponer la vida de una ballena a la propia. ¿Mantiene la literalidad de la frase o quiere matizarla?
Lo mantengo al cien por cien. Hay dos requisitos básicos: tener pasión y estar dispuesto a dar tu vida por una foca, un delfín, un cetáceo o cualquier animal marino.
En ese sentido, ¿no resulta contradictorio un mensaje que asegura querer salvar vidas incluso a costa de otra vida?
No es un sacrificio en vano. Es el sacrificio que estés dispuesto a hacer. Somos una de las pocas organizaciones biocéntricas, que significa que giramos en torno a los animales a los cuales salvamos. Siempre decimos que el día que un delfín, una foca o una ballena se quejen de lo que hacemos, dejaremos de hacerlo.
«En 42 años de actividad no hemos tenido ningún herido grave o fallecido en nuestras campañas»
«Queremos gente apasionada»
¿Qué tipo de personas buscan?
Al ser biocéntricos queremos gente apasionada que esté dispuesta a arriesgarse para salvar a estos animales. El mensaje es que lo importante no somos nosotros, sino que son los océanos. Si los océanos mueren, todos morimos.
Por lo tanto, hay que estar dispuestos a sacrificarse para que esos océanos puedan continuar. ¡Tampoco somos una organización kamikaze! Tenemos una estrategia bien definida y eso es lo que hace que en 42 años de actividad no hayamos tenido ningún herido grave o fallecido en nuestras campañas.
«Es importante nuestra presencia en ferias»
Hablaremos de las campañas directas que les han dado fama, pero también centran buena parte de su actividad en la presencia en ferias o en actividades de concienciación a través de charlas.
‘Whale wars’ se ha convertido en un ‘reality’ en Estados Unidos y eso ha provocado que mucha gente haya podido ver fragmentos de nuestro trabajo a través de las redes. Esa serie trataba exclusivamente sobre nuestras campañas en la Antártida contra la flota ballenera japonesa.
La fama de esa campaña es la que ha quedado, pero no se habla tanto de las campañas que mantenemos en vigor como la ‘Operación milagro’, en el Mar de Cortés, o varias campañas contra la pesca furtiva en varios países africanos e incluso en el Mediterráneo.
Siempre invito a que la gente nos siga en la web y es por ello que es fundamental acudir a las ferias: para que la gente tenga fresca la información de nuestras campañas y lo que estamos consiguiendo y que no sólo se nos conozca por algo que hicimos hace ya años.
«Nosotros no somos violentos, somos agresivos. Hay una diferencia muy grande»
«No somos terroristas»
A Sea Shepherd se le ha calificado incluso como una organización terrorista…
No somos ilegales en ningún país, pero sí es verdad que el gobierno japonés nos acusa de utilizar tácticas violentas y terroristas. Nosotros no somos violentos, somos agresivos. Hay una diferencia muy grande.
Pero en una época de corrección política extrema, ¿han sentido alguna vez rechazo cuando han ido a difundir su mensaje por esa agresividad que otros califican de violencia?
No, para nada. Tenemos alguna persona que viene sin conocernos y llega con sus prejuicios, pero enseguida les explicamos nuestra acción y los resultados que conseguimos.
Recuerdo el caso de una mujer de Japón, que nos acusó en una charla de estar mintiendo porque su gobierno no mataba ballenas desde 1982 y le demostramos que aquello no era cierto y ella agachó la cabeza avergonzada y pidió disculpas al público. En ese caso, hay que decirle que levante la cabeza porque ella no tiene la culpa, y que vaya a Japón a decirle a la gente lo que de verdad está ocurriendo.
Centrados en la protección del tiburón
Si nos ceñimos a las costas españolas, ¿en qué están centrados ahora?
Estamos vigilando muy de cerca, sobre todo, a los armadores gallegos en el marco de operaciones como Sparrow I o Sparrow II contra la pesca furtiva. Tienen barcos que cambian de bandera o de nombre hasta cinco veces entre puertos.
Y, sobre todo, ahora estamos centrados en la cuestión de la aleta de tiburón. El mayor puerto de importación de aletas de tiburón del mundo es el de Vigo. El mayor mercado de pescado del mundo tras el de Japón es Mercamadrid. Tratamos de averiguar cómo funcionan las mafias que están diezmando los mares y los océanos de unos animales tan importantes como son los tiburones.
Hemos hablado de la amenaza directa que supone la sobrepesca y la pesca furtiva para los ecosistemas. ¿Qué están haciendo en relación a amenazas indirectas como los vertidos incontrolados o la presencia de plásticos en el mar?
No somos un grupo de protesta sino de acción directa. Manifestarse en contra de los plásticos en el mar es una protesta. Dicho esto, nosotros concienciamos porque sólo a través de la concienciación puedes actuar, que es la acción directa.
En ese sentido, hacemos limpiezas de playas, hablamos en los colegios y asociaciones que nos invitan… El feedback que recibimos en estas acciones es que esas personas luego quieren implicarse en la acción directa.
Veganos por coherencia
En sus barcos se practica el veganismo, entre otras cosas por una cuestión de coherencia. Teniendo en cuenta la población actual del planeta, ¿existe alguna solución para hacer un consumo sostenible de pescado?
Nos dedicamos a defender, conservar y proteger los océanos. Si hay una solución o no es algo que tiene que partir de la sociedad y de los políticos, que tienen que estar siempre al tanto del pulso de la sociedad.
La solución la tiene el pueblo y la gente se está dando cada vez más cuenta del impacto que tiene la acuicultura industrial, por lo que están reclamando cada vez más soluciones locales que no tengan un impacto tan grande sobre el planeta.
«Las piscifactorías consumen tres veces más pescado del que producen»
En ese sentido, ¿es la acuicultura una solución o presenta un problema todavía mayor?
En un problema todavía mayor. Ahora mismo tenemos una campaña en Canadá con la que estamos detectando que en las granjas de salmón de la costa oeste hay una serie de virus que se están extendiendo entre los peces y, por lo tanto, los acuicultores están usando antibióticos y otros productos para eliminarlos. Es algo que está pasando en todas las piscifactorías.
«No se conocen las prácticas industriales»
¿Tenemos entonces un gran desconocimiento sobre lo que ocurre?
Los peces no están acostumbrados a vivir en jaulas rozándose unos con otros. Entonces aparecen enfermedades como el piojo de mar que se tratan, de nuevo, con antibióticos. Echamos en falta que no se conozcan esas prácticas industriales.
La mayor mentira que nos encontramos es que la acuicultura reduce el impacto de la pesca. Los piensos que se utilizan en especies que son carnívoras, como la lubina o la dorada, están hechos con descartes de otros peces. Por lo tanto, las piscifactorías consumen tres veces más pescado del que producen.
«Las tácticas ‘ghandianas’ no funcionan»
El ‘buenismo’ no funciona
Hablemos de la historia de Sea Shepherd. Tom Watson fue miembro fundador de Greenpeace, pero en un momento dado decide que esa organización no es lo suficientemente…
Que las tácticas ghandianas no funcionan.
¿Cómo ha cambiado la visión de la sociedad en todo este tiempo respecto a esas tácticas que describe como agresivas?
No hemos matado a nadie y no hemos pegado a nadie. Somos agresivos contra maquinaria o aparejos de pesca, nunca contra seres vivos, en comparación con los inicios de todos estos movimientos, cuando se luchaba contra problemas específicos. Ahora, incluso esos mismos fundadores se han dado cuenta de su error.
Atacaron los problemas de uno en uno, que eran síntomas de una cuestión mucho mayor de trasfondo. En 2019 tenemos una generación de activistas que están diciendo que hay que ir a la base del problema, aunque siguen quedando aquellos que mantienen la filosofía de ir atacando los problemas de forma separada.
«Necesitamos cambiar el modelo de sociedad, que definitivamente es industrial»
«Necesitamos cambiar el modelo de sociedad»
Pidiéndole que lo resuma mucho, ¿cuál es la base del problema?
Necesitamos cambiar el modelo de sociedad que algunos llaman capitalista, pero que definitivamente es industrial. El principal problema que vemos en Sea Shepherd es la pesca industrial masiva que le está dando la espalda a la ciencia, que está avisando de que los caladeros se están colapsando. Lo mismo ocurre con el cambio climático. Hay que pedir un cambio de modelo.
Desde el punto de vista de su organización, ¿cuál es el siguiente paso que debe dar aquella persona que ha pasado de ‘primero de concienciación’ y ya recicla en casa o se desplaza más en bicicleta?
Diríamos que la gente debe conocer el mar. La importancia que tienen los océanos y las especies que lo habitan. Cuando pasa algo en el mar nadie se entera. Cuando sucede en tierra todo el mundo lo puede ver, pero en el mar la devastación es continua y cada vez va a más.
En la comarca contamos con el Parc Natural de la Serra Gelada, que tiene mayor dominio marítimo que terrestre. ¿Cómo considera que se están comportando las administraciones que tienen un papel en su gestión?
Todas las administraciones reconocen el Parque Natural y muestran su preocupación. Me consta que todas están trabajando de la mano de la Generalitat.
Altea tiene parte marítima y sólo la isla de l’Olla como parte terrestre. L’Alfàs tiene el 40% de la Serra Gelada y es público, mientras que Benidorm tiene el otro 60% y el 85% de ello está en manos privadas. Cada municipio tiene su forma de gestionar el parque y es algo normal.
¿Qué nota le pondría a la gestión general del parque por parte de las administraciones?
A la Generalitat le pondría muy buena nota. Hay muchas cosas por hacer todavía, pero trabajan bien con los activistas. A las administraciones locales también les pondría muy buena nota.
Más información en www.seashepherd.es.