Los buitres leonados (Gyps fulvus) tienen en España uno de sus refugios europeos más importantes. Durante buena parte del siglo XX, la población de este carroñero se vio mermada en la Península Ibérica pero en las últimas décadas se ha ido recuperando. A pesar de ello, se trata de una especie vulnerable, ya que depende en gran medida tanto de la actividad del ser humano como de la gestión que este hace del paisaje y de los recursos. Un trabajo multidisciplinar liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), realizado en el marco de un proyecto de la Junta de Andalucía y con la participación de la Universidad Miguel Hernández, demuestra que los procesos de recuperación del monte mediterráneo son un reclamo para aves como el buitre leonado, que desempeñan un importante papel en los ecosistemas. El estudio se publica en la revista Scientific Reports.
A lo largo de un año, los investigadores analizaron más de 120.000 localizaciones por GPS de 30 buitres adultos marcados en la Sierra de Cazorla (Jaén). Los científicos examinaron los cambios de uso del suelo que se habían experimentado desde 1956 en las zonas que utilizan para buscar alimento con el objetivo de caracterizar el hábitat de las carroñeras y estudiar, asimismo, sus movimientos.
“Se sabe que la estrategia de alimentación del buitre leonado ha evolucionado basándose en la búsqueda de carroñas de animales silvestres pero históricamente la disponibilidad de alimento se ha visto modificada debido a las actividades humanas, de modo que estas aves son muy dependientes de la ganadería. Sin embargo, el proceso se ha revertido recientemente debido al abandono rural. Por este motivo, desconocíamos si la reducción de las prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales, determinaba cambios en la búsqueda de alimento de estas aves y si esto variaba en relación con la estacionalidad o el sexo de los individuos”, explica Ainara Cortés-Avizanda, coautora e investigadora del Grupo de ecología y demografía animal del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (centro mixto del CSIC y la Universitat de les Illes Balears).
Como apunta Paula Martín-Díaz, investigadora de la Estación Biológica de Doñana y de la Universidad Pablo de Olavide: “El estudio ha permitido comprobar que las áreas que se estaban renaturalizando, recuperando la vegetación original mediterránea, eran más atractivas para los buitres, probablemente porque la disponibilidad de carroñas de ungulados salvajes, como el ciervo y el jabalí, era mayor que en otras zonas”.
La renaturalizacion (rewilding, en inglés) es un proceso cada vez más frecuente en Europa como consecuencia del despoblamiento rural y los cambios en los usos agroganaderos. Por eso, apuntan las investigadoras, “este hallazgo es clave para entender más profundamente los servicios que las aves carroñeras prestan al ser humano a través de la eliminación de restos de monterías y de ganado”.
“Por otro lado, nuestras conclusiones suponen una extraordinaria fuente de información que será útil para la toma de futuras decisiones en materia de conservación de la especie, el funcionamiento de los ecosistemas y los usos tradicionales de las poblaciones rurales”, añaden.
P. Martin-Díaz, A. Cortés-Avizanda, D. Serrano, E. Arrondo, J.A. Sánchez-Zapata y J.A. Donázar. Rewilding processes shape the use of Mediterranean landscapes by an avian top scavenger. Scientific Reports. DOI: 10.1038/s41598-020-59591-2
María González / CSIC Comunicación