El Concejal Síndico del Ayuntamiento de Alicante, Manuel Villar, ha afirmado al término de la Misa Concelebrada -a puerta cerrada- en el Monasterio de Santa Faz que «la bendición de la Santa Faz a la ciudad de Alicante desde la plaza del monasterio ha reconfortado a quienes esperaban que este acto se pudiera celebrar desde el macho del castillo de Santa Bárbara. No ha podido ser desde el castillo y lo que lamentamos, pero hemos podido entrar a través de los medios de comunicación en las casas de los alicantinos para reconfortarlos en estos momentos tan difíciles».
Villar ha sido el encargado de portar las dos llaves, que posee el Ayuntamiento, y que junto con las otras dos, custodiadas por las Monjitas de la Sangre, han permitido abrir la hornacina donde se guarda la Santa Faz, siguiendo el protocolo establecido. En ese acto, posterior a la Eucaristía, han estado presentes también el secretario del Ayuntamiento de Alicante, Gonzalo Canet, el canónigo custodio, el rector, y el Caballero Custodio. Antes de abandonar el Monasterio, el concejal síndico ha entregado un donativo en nombre del Ayuntamiento, como ya viene siendo costumbre, a las monjas de clausura.
El obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, ha presidido la Eucaristía, que ha sido cantada por las Monjitas de la Sangre, y retransmitida por televisión. En la homilía, ha resumido la tradición hacia la Santa Faz y al glosar tres de los elementos que «relatan una historia de amor a la Santa Faz» –ha reseñado –«la sequía, la lágrima y la verónica». Ha tenido palabras de elogio hacia el personal sanitario en conjunto «por su esforzada y sacrificada tarea en estos meses de pandemia» y ha expresado su «profundo dolor» por aquellas personas que «han muerto en soledad y sin ninguna oración que les reconfortara». Ha finalizado señalando que «son éstos, tiempos recios para creyentes. Que tenemos que superar con sabiduría y compromiso, recuperando la fe en Dios y teniendo más amor y bondad que nunca. La Santa Faz será la transmisora de todos esos valores».
Después de las bendiciones hacia los cuatro puntos cardinales de la ciudad y comarca, desde la puerta del templo en la Plaza de Luis Foglietti, la Reliquia de la Santa Faz ha vuelto a entrar en el templo. La ha hecho en silencio como homenaje póstumo a las personas fallecidas a consecuencia del Coronavirus. Poco antes del mediodía, cuando han volteado las campanas del monasterio, la Santa Faz ha regresado a su hornacina siguiendo el mismo protocolo que para su extracción.