Altea es un pueblo singular. Así se ha vendido históricamente como destino turístico diferenciado dentro de la Costa Blanca y así, tal y como explica su alcalde, Jaume Llinares, ha podido hacer frente a estos dos difíciles meses de confinamiento a causa de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19.
Llinares y su equipo de gobierno han podido confrontar la situación con medidas sensiblemente distintas a las que han puesto en marcha sus municipios vecinos, y así lo explica en esta entrevista concedida a AQUÍ Medios de Comunicación.