La Unidad de Urbanidad y Medio Ambiente (UMA) de la Policía Local de Elche ha descubierto en la partida ilicitana de Saladas una explotación ganadera donde se realizaban sacrificios clandestinos de animales con motivo de la festividad del cordero y ha identificado y denunciado al titular de la granja y a varias personas que presuntamente participaban tanto en las matanzas como en las ventas de la carne.
Tras una larga investigación, los miembros de dicha unidad policial localizaron la explotación y comprobaron que se estaban sacrificando animales sin las correspondientes medidas higiénicas y sanitarias, puesto que esta actividad solo se puede realizar en mataderos autorizados y con supervisión veterinaria para certificar que la carne es apta para el consumo humano y que las instalaciones reúnen las debidas condiciones sanitarias.
En el momento de la inspección, los agentes interrumpieron uno de los sacrificios, que se estaba llevando a cabo dentro de un remolque metálico que fue precintado de inmediato evitando así la muerte de más animales de la explotación ganadera.
Durante la investigación se pudo comprobar que el titular de la explotación no solo vendía los corderos sino que ofrecía como servicio adicional el uso de las instalaciones y las herramientas propias para la matanza y el despiece de los animales. Asimismo, los clientes de este matadero clandestino transportaban la carne en sus vehículos particulares sin las mínimas condiciones higiénicas.
El responsable de la instalaciones ha sido denunciado por diversas infracciones graves y muy graves en sanidad animal, oscilando la posible cuantía de las multas entre 3.001 y 60.000 euros, en el caso de las graves, y entre 60.001 y 1.200.000 euros en las muy graves.
Los agentes también levantaron un acta de infracción a los presuntos compradores por transporte irregular sin reunir las medidas sanitarias exigibles en el caso de los despieces, así como por el transporte de animales vivos en vehículos particulares.
Este tipo de infracciones pueden conllevar medidas como la clausura del establecimiento y el cargo de gastos derivados del transporte y depósito en un lugar habilitado para animales muertos.
La investigación se inició en el transcurso de las actividades que realiza la citada unidad para proteger el medio ambiente, en colaboración con la concejalía de Sanidad y Bienestar Animal.