Entrevista > Martine Mertens / Concejala de Residentes Extranjeros (Hoogstraten -Bélgica-, 26-septiembre-1965)
Cerca del 50% de los habitantes de l’Alfàs del Pi tienen sus raíces más allá de nuestras fronteras. Lejos de haberse convertido en un problema, esta circunstancia ha servido para que el municipio viviera un desarrollo espectacular en el último cuarto del siglo XX. Una evolución que no se ha detenido a día de hoy y que ha servido para demostrar que, aplicando el sentido común y las políticas adecuadas, la integración entre culturas y nacionalidad no sólo es posible, sino que, sobre todo, supone una oportunidad de oro para los territorios.
Martine Mertens, nacida en Bélgica, llegó hace años a l’Alfàs del Pi y ha iniciado ahora su segunda legislatura como concejala del Ayuntamiento. Lo hace al frente del área de Residentes Extranjeros.
«Tenemos unas 30 asociaciones de residentes con las que, en circunstancias normales, nos reunimos una vez al mes»
¿Cuántas asociaciones de residentes de otras nacionalidades existen en el municipio?
Tenemos unas 30 asociaciones de este tipo. En circunstancias normales, nosotros nos reunimos con todas ellas una vez al mes. Son reuniones a las que asiste el presidente o el secretario en representación de todos sus socios.
¿De cuánta gente estamos hablando en total?
El Club Noruego es el colectivo más numeroso, pero ellos cuentan con muchos socios que no viven aquí, por lo que, si nos ceñimos a representatividad sobre los residentes, no sería el más grande. Ese podría ser el Club Los Holandeses o Companians, de l’Albir.
¿Para qué sirven las reuniones mensuales que ha mencionado?
Nos sirven para ayudar a coordinar las actividades que cada uno de esos clubes realiza. Nosotros les hacemos partícipes de la agenda municipal, les informamos de todas las actividades. Lo hacemos para que ellos puedan participar, pero también para que nos informen de sus propias iniciativas y que, de esta manera, el resto de los vecinos de l’Alfàs del Pi también puedan participar en ellas.
«Los residentes han sido conscientes de que se ha incrementado la necesidad y se han puesto manos a la obra enseguida»
Dejando claro que le estoy preguntando por cantidad y no por la calidad de los mismos o de sus preferencias personales, ¿cuál es la asociación más activa a la hora de organizar eventos en el municipio?
Hay muchas asociaciones muy activas tanto a nivel interno, organizando actividades para sus socios, como hacia el exterior. Muchas de ellas organizan eventos benéficos, como los Leones, el Rotary, Companians… que hacen actividades para ayudar a las personas más desfavorecidas.
Hemos visto un montón de iniciativas a favor del banco de alimentos. Los residentes de otras nacionalidades han visto la situación actual, han sido conscientes de que se ha incrementado la necesidad y se han puesto manos a la obra enseguida.
Me acaba de dar un ejemplo de lo que pueden aportar estas asociaciones al municipio en el plano de lo tangible, pero ¿qué significa para un municipio como l’Alfàs del Pi contar con una población nacida fuera de España de cerca del 50% del total de sus habitantes?
En primer lugar, facilitan la integración. Cuando llegan, conocen a otras personas de la misma nacionalidad, algo que es importante; pero luego, a través de las asociaciones, llegan a conocer lo que tiene que ofrecer el municipio gracias a la información que sus presidentes y secretarios les trasladan tras las reuniones de las que ya hemos hablado.
Todo ello hace que, aunque en un momento dado pueda parecer que el hecho de reunirse en asociaciones de su nacionalidad no sea integración, sí lo es.
En distintos números de AQUÍ en l’Alfàs hemos hablado con representantes de distintas asociaciones culturales y la mayoría de ellos ha coincidido en señalar a los residentes extranjeros como su público principal. ¿Tan importantes han sido a la hora de colocar a l’Alfàs del Pi como referente cultural de la comarca?
Creo que sí. Tienen un interés muy grande en todo lo que tenga que ver con la cultura: música clásica, exposiciones, teatro, baile… ¿El motivo? Puede tener diferentes razones. Quizás porque, al ser la mayoría jubilados, disponen de más tiempo libre. Está claro que al existir ese interés es muy grato organizar actividades aquí.
«Tenemos ejemplos de clubes que son absolutamente multinacionales como el Rotary y el Club de Leones»
El hecho de que el Ayuntamiento se vuelque tanto con los residentes de otras nacionalidades, que se reúnan entre ellos en sus grupos nacionales… la combinación de todos los factores de los que hemos hablado, ¿puede ser un arma de doble filo y frenar la integración en algunos momentos al vivir en su pequeña ‘embajada’ sin entrar en contacto con la realidad local?
Aunque sean asociaciones en las que aparentemente sólo hay socios de una nacionalidad, en realidad en general no es así. En el Club Los Holandeses también hay belgas. En el Club Noruego hay españoles, suecos, daneses… Por ello, no son círculos cerrados.
Además, tenemos ejemplos de clubes que son absolutamente multinacionales como el Rotary y el Club de Leones. Allí hay distintas nacionalidades de todo tipo y la gente se comunica en español, en inglés…
«Supongo que lo que más choca a los recién llegados son nuestros horarios, que son muy distintos a los suyos»
Siempre ha puesto mucho el acento sobre las diferencias entre la cultura latina-mediterránea con la centroeuropea y la nórdica. En ese sentido, ¿qué es lo que más choca a los nuevos residentes cuando llegan por primera vez a l’Alfàs del Pi?
Es una pregunta difícil de responder. Creo que es una situación que ha ido cambiando con el tiempo. Nosotros nos hemos ido adaptando a ellos. Por ejemplo, hasta hace un tiempo era imposible relacionarse con la Administración de forma telemática y ahora sí es factible. Ellos, a lo mejor, ya llevaban años haciéndolo en sus países y, por lo tanto, se sienten ahora más integrados en ese sentido.
Supongo que lo que más les cuesta son los horarios. Tenemos un ritmo de vida muy distinto. Aquí empezamos más tarde y terminamos más tarde. Por otro lado, creo que es algo que luego aprecian ya que acaban viendo los beneficios.
La pandemia, una prueba de fuego
En municipios como l’Alfàs del Pi –y otros muchos de nuestro entorno–, el peso de los residente extranjeros en el padrón municipal roza el 50%, por lo que la labor de la concejalía que dirige Martine Mertens se ha hecho fundamental durante los últimos meses, en los que muchas de estas personas han vivido un momento excepcional de la Historia lejos de los suyos y pendientes de las normativas de un país cuya Administración, en muchas ocasiones, no terminan de conocer a la perfección.
Supongo que usted y su equipo han visto aumentada de forma importante su carga de trabajo durante estos meses de pandemia.
En primer lugar, debemos aclarar que los no residentes, es decir, aquellas personas de otras nacionalidades que tienen casa en su país de origen, se han marchado casi todos. Algunos, eso sí, se quedaron y no han vuelto hasta después del estado de alarma.
Al principio, estábamos todos sin saber muy bien lo que estaba ocurriendo y lo mismo ocurría con estos vecinos. Por ello, lo que detectamos muy rápidamente desde la Concejalía fue la necesidad de trasladar información a todos estos habitantes del municipio.
¿Cómo pudieron articular ese traslado de información?
En la concejalía de Resientes llevamos años reuniéndonos mensualmente con los presidentes de las distintas asociaciones. Por motivos evidentes, esas reuniones no se pudieron seguir celebrando de forma presencial, pero ya en los primeros quince días vimos que existía una necesidad de información muy importante, por lo que decidimos organizarlas de forma telemática.
Muchos de estos vecinos son de edad avanzada. ¿Han tenido fácil adaptarse a este modelo de reuniones más tecnológico?
Hemos intentado atender al máximo número de personas posibles. Había gente muy preparada tecnológicamente, pero, efectivamente, había otros a los que todo esto se les hacía un mundo.
Pero durante estas reuniones informábamos de lo que estaba ocurriendo, de lo que estaba permitido, de lo que no… y, sobre todo, contestábamos las dudas del colectivo. Por ello, al terminar siempre mandábamos un correo electrónico a las asociaciones para que pudieran trasladar esa información a aquellos que no podían conectarse.
No es ningún secreto que muchos de estos residentes se siguen informando del día a día a través de los medios de comunicación de sus países. Ante una respuesta tan desigual en los distintos países de la UE, ¿la discrepancia de medidas entre unos y otros ha generado más confusión de la normal?
Efectivamente, en algunas ocasiones puede haber generado esa situación, pero creo que, desde la Administración, y gracias al uso de distintas redes sociales, se ha intentado informar al máximo posible a la gente en diferentes idiomas. Considero que la mayoría ha tenido información correcta sobre lo que se podía o no podía hacer en cada momento.
E, insisto, las personas que no tenían acceso a esos medios, siempre han podido contactar con la Concejalía a través del teléfono, del email… las primeras semanas fueron de mucho trabajo. Había mucha incertidumbre y la gente nos buscaba para tener información veraz.
¿No la obtenían a través de los medios?
En mi opinión, los medios internacionales no han informado bien. Se ha generalizado muchísimo. Incluso algunos gobiernos han dictado consejos de no viajar a España obviando que se trata de un país enorme donde, efectivamente, hemos tenido rebrotes; pero en lugares muy concretos. Se ha dado una imagen de que aquí la situación no es segura, pero es todo lo contrario.
«Lo importante es que lancemos el mensaje de que esta es una zona donde, evidentemente, el coronavirus está entre nosotros, pero donde está controlado»
¿Qué porcentaje de residentes calculan que se han marchado de forma anticipada a causa de la pandemia? ¿Qué porcentaje calculan que regresará a l’Alfàs del Pi en las fechas habituales nada más terminar el verano?
Es muy difícil poner un número, todo va a depender de la situación, no sabemos cómo va a evolucionar. Ahora mismo el gobierno noruego sigue siendo muy restrictivo, por lo que para ellos es todavía más complicado volver. Tenemos que ver la situación de cada uno de los países.
Creo que lo importante es que lancemos el mensaje de que esta es una zona donde, evidentemente, el coronavirus está entre nosotros, pero donde está controlado. Es una zona segura en la que estamos esperando a todo aquel que quiera volver.
El hecho de que l’Alfàs del Pi apueste por un turismo residencial, ¿nos coloca en una mejor posición de partida a la hora de generar ese nivel de confianza?
Así es. Además, esa puede ser una de las razones por las que nosotros hemos tenido menos incidencia de casos que otros destinos.
El día grande de su Concejalía es el Día Internacional, que se suele celebrar en el mes de octubre. Entendiendo lo complicado que es hacer predicciones a futuro pero, ¿cuál es la situación, a día de hoy, de la edición de 2020?
Como has dicho, es difícil de predecir, pero tal y como se prevé el futuro va a ser complicado que lo podamos celebrar manteniendo el formato del pasado año. Una afluencia de tantas personas nos obliga a pensar muy bien cómo lo podríamos organizar. Para mi, es un evento muy importante. Ya lo era antes de ser concejala.
«El nuevo formato del Día Internacional de 2019 fue un éxito absoluto. Calculamos que participaron unas 3.000 personas»
El año pasado cambiaron el formato tradicional. ¿Están contentos con el resultado obtenido?
Fue un éxito absoluto; calculamos que participaron unas 3.000 personas. El formato de la plaza de la Casa de Cultura fue todo un acierto. Como decía antes, para 2020 será muy complicado que podamos repetirlo de la misma manera y será el día a día el que nos vaya mostrando el camino hacia la mejor opción posible.