Un equipo de científicos de los Institutos Max Planck de Ecología Química y Ciencia de la Historia Humana ha descubierto lo que creen que son las primeras huellas humanas en Arabia Saudí, una encrucijada del mundo que juega un papel clave en la comprensión de cómo los humanos abandonaron su tierra natal africana y comenzaron a colonizar el resto del mundo. Los investigadores fechan estas huellas en alrededor de 120.000 años y están situadas donde una vez hubo un antiguo lago (llamado Alathar, que significa ‘el rastro’, en árabe) en el actual desierto de El Nefud (norte de Arabia Saudí), una región crucial en la migración de humanos fuera de África y hacia el resto del mundo, pues sirvió como puerta de entrada entre África y Eurasia.
Aparte de dibujar un escenario en el que los Homo sapiens se habrían detenido para beber y buscar comida, el lugar también era frecuentado por camellos, búfalos, hipopótamos y elefantes de gran tamaño a tenor de los rastros encontrados. Un ecosistema único en lo que ahora es un vasto y árido desierto de 290 kilómetros de largo.
Pero está claro que no siempre fue así: debido a la variación natural del clima, esta zona experimentó condiciones mucho más verdes y húmedas en un período conocido como el último interglacial.
«Sólo después del último interglacial, cuando regresaron las condiciones más frías, hay constancia de que los neandertales se movieron por la región. Estas huellas, por lo tanto, probablemente representan a los Homo sapiens», explica Mathew Stewart de MPI-CE, coautor del trabajo que publica la revista Science Advances.
Los investigadores encontraron un total de 376 huellas, incluidas las de 7 homínidos, 44 elefantes y 107 huellas de camellos. Con aproximadamente 120.000 años, estos fósiles parecen ser las huellas humanas más antiguas fuera de África. Las huellas fueron fechadas utilizando una técnica llamada luminiscencia estimulada ópticamente: disparar luz a los granos de cuarzo de los sedimentos y medir la cantidad de energía emitida por ellos. Actúan como un ‘reloj natural’, según los expertos.
Las huellas se descubrieron en 2017 cuando la erosión eliminó el sedimento que se asentaba sobre las huellas, exponiéndolas a la vista.
«Sabemos que los humanos estaban visitando este lago al mismo tiempo que estos animales e, inusualmente para el área, no hay herramientas de piedra», continuó Stewart. Según el trabajo, se trataría de humanos modernos y no neandertales, por las estimaciones de estatura y masa y también porque no se conoce que éstos estuvieran en Oriente Medio en aquellos momentos.
Un viaje por una Arabia verde
Los expertos creían anteriormente que los humanos hicieron este viaje a lo largo de las rutas costeras, pero este estudio evidencia que puede no ser necesariamente cierto. Teorizan que en lugar de seguir el océano, los humanos podrían haber tomado rutas tierra adentro y seguir lagos y ríos.
“La presencia de animales grandes como elefantes e hipopótamos, junto con pastizales abiertos y grandes recursos hídricos, puede haber hecho del norte de Arabia un lugar particularmente atractivo para los humanos que se movían entre África y Eurasia», expone Michael Petraglia, coautor del estudio.
Sarah Romero