La situación que sufre una parte de la ciudadanía por culpa de la pandemia hace aconsejable que se adopten medidas de urgencia para proteger a la población más vulnerable. Por tal motivo, el Grupo Municipal Socialista (GMS) propone al Ayuntamiento de Alicante que se construya un segundo comedor social municipal que posibilite una mejor atención al gran número de personas que sufren de necesidades básicas, como es una correcta alimentación.
Paco Sanguino alerta de que Alicante vive una situación de emergencia social y humanitaria. En el último informe realizado sobre las condiciones de vida y la situación económica de la población de Alicante elaborado por el Ayuntamiento, concluía que un 15% de los ciudadanos se encontraba en situación de vulnerabilidad grave. El portavoz socialista pide a la edil Julia Llopis que tome ejemplo de otros ayuntamientos, como por ejemplo el de Elche, donde han introducido importantes mejoras en el servicio de comedores sociales.
El portavoz indica que el único comedor social que hay en la actualidad en Alicante es insuficiente para satisfacer las necesidades de la ciudadanía más vulnerable, y no solo se incluye a las personas sin hogar, sino que el abanico de necesidades se ha ampliado a mucha más población por culpa de la Covid-19.
En la actualidad se da de comer en el CAI (Centro de Atención e Inserción para Personas sin Hogar), a unas 60 personas al día -está al máximo de su capacidad- y es insuficiente para atender a toda la población que lo necesita, ya que como mínimo otras cien personas se quedan sin este servicio y su alimentación depende de organizaciones benéficas, lo que demuestra la necesidad de habilitar un nuevo comedor social municipal en la ciudad.
El Grupo Socialista considera exiguas las actuales instalaciones del CAI y por ello propone que se dote a Alicante de este nuevo centro municipal para mejorar la atención a la población más necesitada. Unas nuevas instalaciones donde se amplíen los sevicios, que haya horarios de lunes a domingo y que la alimentación incluya productos de proximidad y de agricultura ecológica como se va a realizar en la vecina localidad de Elche.
La edil Lola Vílchez afirma que con solo darse una vuelta por Alicante se puede apreciar como la pandemia se ha cebado más aún con las personas sin hogar. No hace falta irse muy lejos para ver a vecinos y vecinas tirados en la playa de San Gabriel, al lado de las vías del tren, en el propio apeadero del tren; en la zona del PAU II; junto al Centro de Acogida e Inserción de Personas sin Hogar (CAI); bajo el Puente Rojo; en la Montaña del Huevo; en el entorno del campo del Hércules o en el Monte Tossal, donde hay montado un verdadero campamento desde hace años. “Tenemos que poner los medios necesarios para no dejar fuera de la sociedad a las personas más necesitadas. Cada vez la brecha social se hace más evidente con un gobierno municipal que tiene al frente del área de Acción Social a una concejala que parece no sentir empatía por los colectivos más vulnerables”.