Entrevista > Amparo Navarro / Candidata a rectora de la UA (Madrid, 12-abril-1962)
Aunque sea madrileña de nacimiento, la catedrática Amparo Navarro Faure se ha criado toda su vida en Alicante. Tras cursas sus estudios primarios en las Salesianas y los secundarios en el IES Figueras Pacheco, formó parte de la primera promoción de la recién fundada Universidad de Alicante (curso 80-81) para estudiar Derecho.
Catedrática en Derecho Financiero y Tributario, en los últimos años ha ocupado varios puestos de responsabilidad dentro de la UA como el de vicedecana de su facultad y el de vicerrectora de Investigación. Ahora es la primera mujer en la historia que se presenta a las elecciones para ser rectora de la universidad alicantina.
Entre todas las ramas del Derecho, ¿por qué fuiste por el camino del Tributario y Financiero?
Sobre todo por las personas que dirigían este departamento en la UA, los catedráticos Juan José Bayona y María Teresa Soler.
Me gusta todo el Derecho, seguro que habría estudiado cualquier rama con gran pasión. Pero en aquel momento me atraía mucho el liderazgo de estos profesores así como su forma de dirigir a sus discípulos. Siempre me ha importado mucho con quién trabajo, no solo en qué. De hecho he sido presidenta de la Red Española de Derecho Financiero, lo que me generó muchas satisfacciones pues pude relacionarme con todos los profesores de esta disciplina.
«La relación con el profesor influye muchísimo para determinar la vocación del estudiante»
Cuánto influye un buen profesor para despertar la vocación de los estudiantes…
Influye muchísimo. Ahora existen más instrumentos para dar una docencia, pero la relación con el profesor es importantísima no solo por la vocación de futuro del estudiante sino también para evitar la sensación de abandono. Es una de las experiencias más bonitas que uno puede tener en la universidad.
¿Por qué decides dar el paso ahora y postularte a rectora?
Porque pienso que ya tengo la suficiente preparación para asumir un reto tan importante. Mis años como vicedecana me permitieron relacionarme mucho tanto con profesores, como con alumnos y personal universitario. Y después como vicerrectora de Investigación pude conocer mejor la universidad en su conjunto, trabajando con todas las facultades y escuelas. Quiero poner toda esta experiencia al servicio de la UA. El momento es ahora.
Durante la pandemia muchos alumnos han criticado el exceso de prácticas o la pasividad de algunos profesores, no solo en la UA sino en el sistema universitario en general. ¿Cómo se podría controlar mejor esto?
Yo quiero defender al conjunto de los profesores, porque creo que tuvieron una actitud admirable frente a la pandemia. En marzo nadie estábamos preparados y tuvimos que transformar una universidad presencial en una online. Pensábamos que sería una situación transitoria de varios días, que al final se alargó hasta el final de curso. Es cierto que hubo fallos, y algunos profesores consideraron que podían salvar el último cuatrimestre a través de prácticas y tutorías.
Ahora en el nuevo curso ya no hay excusas y la verdad es que la docencia dual no está funcionando bien. Algunos alumnos tienen clases online y presenciales en el mismo día, así que obviamente optan por no venir al campus. Tenemos que intentar que esto no ocurra, organizando mejor los horarios para que cuando les toque venir aprovechen la jornada al máximo.
Y debemos solucionar también el grave problema de las prácticas presenciales y externas, pues los estudiantes se están encontrando con que muchas empresas ahora solo teletrabajan. Por supuesto todas estas soluciones deben ser concebidas como transitorias, para que cuando termine la pandemia regresemos a la universidad que todos queremos.
«Seguiremos la línea de los dobles grados porque tiene mucho éxito»
¿Faltan nuevos grados en la UA?
En casi todos los campos ya tenemos buenos grados. Yo creo que debemos seguir avanzando en los dobles grados, que es algo que nos está funcionando muy bien. Nosotros implantamos en nuestra facultad el DADE (Derecho + Administración de Empresas) y ha tenido mucho éxito.
También debemos avanzar en el ámbito de la salud, pues esta pandemia nos ha demostrado que aún existen muchas carencias. Igual en la rama de la tecnología.
La universidad es un cuerpo vivo y sus estudios tienen que estar muy ligados a las demandas sociales para que nuestros estudiantes logren puestos de trabajo. Por eso debemos tener un contacto muy directo con la sociedad y las empresas para que nos demanden nuevos grados. Sin descuidar por supuesto las carreras formativas, que siempre deben estar en la universidad porque es una transmisora de conocimientos.
«El nuevo grado de Medicina debe implantarse en coordinación con otras universidades que también lo impartan»
¿Qué pasará con la pretendida Facultad de Medicina?
Esto no depende ya de nosotros. El plan de estudios ha sido aprobado por la ANECA y ahora está en manos de la Generalitat. Por supuesto nosotros queremos implantarlo, siempre ofreciendo la máxima calidad posible y manteniendo una cooperación con otras universidades que impartan el mismo grado. Medicina es una carrera de gran coste económico, pero esto no significa que debamos mermar los recursos de otras disciplinas.
España necesita que se firme un gran pacto de estado por la Sanidad. Las universidades podemos aportar formación e investigación, pero desde el Ministerio y las consejerías deben mejorar la asistencia sanitaria apostando por la atención primaria, la epidemiología y unas condiciones dignas para el personal sanitario. De igual forma yo quiero hacer un gran pacto, tanto interno como externo, para implantar el grado de Medicina en la UA.
¿Qué es lo que más te gustaría cambiar de la UA? ¿Cuáles son tus principales objetivos?
Quiero renovar las plantillas de la universidad apostando por gente joven, ya que actualmente están muy envejecidas. Necesitamos dar estabilidad pues el sistema universitario español padece un serio problema de contratos de investigación muy inestables y precarios, con falsos asociados. Para eso también es necesario trabajar en un sistema de financiación estable de las universidades valencianas.
Con respecto a los estudiantes, lo que más me preocupa es que reciban una docencia de calidad y encuentren empleo, en un periodo razonable, que esté relacionado con su campo. Me gustaría además que su paso por la universidad les sirva para adquirir ciertos valores. Quiero que el alumno de la UA se caracterice por ser una persona respetuosa con el medioambiente, la igualdad y la calidad democrática. Es decir, que sea el ciudadano que nuestro país necesita.