Entre los siglos XI y XIII, el paisaje arquitectónico europeo se transformó bruscamente. La rápida difusión de la construcción con materiales duraderos sembró el continente de iglesias, torres, muros de castillos, palacios y casas hechos fundamentalmente de piedra, pero también ladrillo en ciertas regiones. Muchas de estas construcciones, o sus restos, han perdurado hasta la actualidad y, ahora, acaban de ser incluidas en el visor cartográfico de Petrifying Wealth, un proyecto de investigación financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés) y dirigido por la investigadora del CSIC Ana Rodríguez.
El objetivo del estudio es analizar las complejas dinámicas sociales que explican la velocidad y la extensión de este proceso, que ayudó a la creación de identidades colectivas y regionales en toda Europa. En concreto, Petrifying Wealth se centra en la Europa meridional, donde esta transformación ha sido menos estudiada, por lo que el visor cartográfico incluye registros de la península ibérica, Italia y el sur de Francia. En total, más de 17.000 construcciones eclesiásticas y laicas fechadas entre los años 1.050 y 1.300 que permiten visualizar la extraordinaria difusión de la petrificación medieval y su legado de edificios monumentales.
“Al compartir nuestra investigación libremente, buscamos acercar esta útil herramienta cartográfica, capaz de interactuar con otras fuentes de datos georreferenciados, a una audiencia amplia y diversa, haciendo visibles las estructuras de piedra y de otros materiales duraderos de la Edad Media de una manera práctica y estimulante”, apunta Ana Rodríguez, integrante del Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.
“A través del visor cartográfico se muestran los primeros resultados de la investigación de Petrifying Wealth, consistente en el censo y sistematización de las construcciones que salpicaron el territorio medieval en este periodo”, explica. “La tipología de los edificios, su cronología, los materiales en que se construyeron, los epígrafes relacionados con ellos y las construcciones desaparecidas de las que quedan exclusivamente testimonios documentales son objeto de las investigaciones en curso y se harán públicos al final del proyecto, junto con sus resultados”, añade.
La elaboración del visor cartográfico es fruto del trabajo colectivo de los integrantes del proyecto, del que es cobeneficiario el investigador Sandro Carocci, de la Università degli Studi di Roma Tor Vergata. El visor también ha contado con la colaboración de instituciones, como la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, y particulares “que generosamente han compartido su excelente trabajo, como reconocemos en los créditos de algunos conjuntos de datos”, señala la científica del CSIC.
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