Tras un año en blanco por culpa de la pandemia, regresa al calendario nacional la Mediterranean Coast Challenge, una de las pruebas de natación en aguas abiertas con más solera y tradición de cuantas se disputan en el litoral español.
Esta competición, que une tradicionalmente las localidades de Altea y l’Alfàs, contará con tres distancias y espera reunir, a pesar de la situación sanitaria, a medio millar de participantes el próximo 20 de junio.
La prueba cuenta con tres distancias según la experiencia y habilidad del nadador
Para todos
La travesía, organizada por Adrenalin Sport en colaboración con el ayuntamiento de l’Alfàs del Pi y Altea, ofrece a todos los aficionados a la natación la posibilidad de nadar en un paraje natural idílico y de disfrutar de la costa desde una perspectiva poco habitual. Para que nadie se quede con las ganas de aventura, la organización programa tres categorías, con distintas distancias, según la experiencia y habilidad de los nadadores.
La prueba reina, de 5,5 kilómetros de recorrido, comenzará en la rotonda de L’Albir, conocida de forma popular como el ‘Ancla’, y recorrerá la costa hasta Altea, para posteriormente regresar a L’Albir. También hay una distancia de dos kilómetros, de perfil más popular, que en esta ocasión parte de la playa situada junto al Puerto de Altea y concluye en L’Albir. Por último, y pensada para los más jóvenes o para aquellos que desean iniciarse en la natación en aguas abiertas, está la prueba de 500 metros, que se celebra en el mismo Rincón de L’Albir.
«Vendrán nadadores de toda España y de Europa» F. Bolo
Vuelta a la normalidad
Después del palo económico y social que supuso la cancelación del evento, Francisco Bolo, responsable de la organización de la prueba, asegura que esta edición será muy especial ya que supone un regreso a la normalidad tras un año muy difícil en todos los aspectos. “Se nota una gran demanda por parte de los aficionados a la natación. Hay ganas de volver a competir, disfrutar y relacionarse”, afirma Bolo.
La prueba, tras una fase inicial englobada dentro del calendario internacional, ya tiene autonomía para caminar en solitario, aunque siempre de la mano de la Federación Valenciana de Natación.
La relajación de las restricciones sanitarias y de movilidad han ayudado a aumentar la expectación y el interés por la prueba. “Vendrán nadadores de toda España y de muchos países de Europa”, asegura el organizador, quien también valora la otra vertiente de la Mediterranean Coast Challenge. “Además de una competición deportiva, esta prueba también supone un importante estímulo para el comercio y el turismo, ya que muchos participantes aprovechan ese fin de semana para tomar unas vacaciones”, detalla Bolo.
Además del espectáculo deportivo, la travesía ayudará a relanzar el turismo
Control
La Mediterranean Coast Challenge ha llegado a contar con hasta 800 participantes, cifra que no se alcanzará en esta edición para llevar a cabo un plan de contingencia que garantice la seguridad sanitaria de todos los participantes y miembros de la organización. “Hemos tenido que pelear mucho, porque aún existe miedo a celebrar eventos, pero la verdad es que hemos tenido todo el apoyo por parte de las instituciones. Hay que empezar a moverse y a recuperar la normalidad, aunque siempre dentro de una seguridad”, reitera el responsable de la organización.
En este sentido, l’Alfàs del Pi siempre ha valorado el impacto deportivo, social y económico de la prueba, toda una referente de la natación en aguas abiertas. Sin la ayuda de las administraciones sería complicado organizar una prueba de este calibre, en la que se mueve más de un millar de personas entre participantes, familiares y organización. Además, un evento de esta magnitud necesita la autorización de entidades como Costas y Medio Ambiente, así como una plena coordinación entre los dos municipios.
“Más allá de su trascendencia deportiva, la Mediterranean Coast Challenge supone un paso más hacia recuperar la normalidad social y ayudará económicamente a un sector como el turismo, que lo ha pasado muy mal durante el último año”, destaca Luis Morant, concejal de Turismo y Medio Ambiente.
Garantías sanitarias
Esa prevención se notará en detalles como la salida de los nadadores, que será escalonada en grupos de 50 y no como antes, cuando todos corrían al agua a la vez. También se tomará la temperatura a todos los participantes y se llevará un control estricto, tanto en la salida como en la meta, del uso de mascarillas y geles.
El perfil del nadador que toma parte en la prueba abarca todo el abanico posible. “Tenemos desde súper nadadores de élite a otras personas que quieren iniciarse en la natación. Lo bueno de la Mediterranean Coast Challenge es que cada tipo de persona puede encontrar la distancia que mejor se amolda a sus posibilidades”, explica Bolo, para quien el gran secreto de la prueba está en su recorrido.
“Pruebas en aguas abiertas hay en muchos sitios, pero pocas se celebran en un lugar tan paradisiaco. Nadar ahí, frente a la costa de l’Alfàs, es un espectáculo por los fondos marinos, por el agua turquesa, por como se ve el Parque Natural”, concluye el organizador.