El coste de la electricidad ha vuelto a subir este otoño. En septiembre el precio medio del megavatio hora (MWh) alcanzó los 71,27 euros. Esto son más de 7 euros sobre el mes anterior, casi 16 euros superior a la media anual de 2018 y 21 euros respecto a septiembre del 2017.
El precio de la electricidad en el mercado regulado ha subido este otoño y está cerca de su máximo histórico
En el mercado regulado el KW de las cuatro de la madrugada (la hora más barata) tuvo un precio superior a las nueve de la noche (la hora más cara) de septiembre del pasado año.
Estas cifras no hacen sino obedecer a una tendencia al alza que comenzó hacia principios de los años 2000, cuando el coste medio de una factura eléctrica oscilaba los 40 euros mensuales. Han pasado unos quince años desde entonces, y ahora ronda los 87 euros. Una subida superior al 100% del recibo de la luz.
Nueva legislación
Esta situación ha traído muchas quejas por parte de consumidores y empresas. Recientemente la poderosa industria de aluminio Alcoa anunció el cierre de sus plantas en La Coruña y Avilés (por cierto, también tiene una en Alicante). La directiva de la compañía adujo que las constantes subidas de la electricidad han mermado su margen de beneficios. Esto afectará a 700 trabajadores.
El gobierno ha propuesto eliminar el impuesto de generación y de hidrocarburos, aproximadamente un 3% de la tarifa
A principios de octubre, el Gobierno español presentó un decreto ley en relación a la electricidad. Como medidas principales, el ejecutivo de Pedro Sánchez propone eliminar el impuesto de generación eléctrica, ampliar el bono social y eliminar el ‘impuesto al sol’ que afecta a los paneles solares.
Finalmente el Congreso ha aprobado tramitar estas medidas como proyecto de ley, para que los diferentes partidos políticos puedan introducir o proponer las pertinentes enmiendas que procedan. Votaron a favor de ello PSOE, Podemos y los nacionalistas, mientras que PP y C’s se abstuvieron y Foro Asturias emitió el único voto en contra.
FACUA-Consumidores en Acción
En este periódico hemos querido informarnos sobre el tema contactando con FACUA-Consumidores en Acción, quienes llevan años tratando con reclamaciones de usuarios contra posibles abusos e irregularidades de las compañías eléctricas.
“En España pagamos una barbaridad por la luz, su precio se ha multiplicado en la última década y la factura está llena de impuestos y añadidos” nos indica a modo de introducción Pau Bernat, responsable de FACUA en la Comunidad Valenciana.
«En 10 años el precio de la luz en el mercado libre siempre ha sido superior que en el regulado» P. Bernat (FACUA)
Dicha organización se dedica a proteger los intereses de consumidores en todo tipo de sectores, y las reclamaciones por suministros (electricidad, agua, gas…) ocupan gran parte de su trabajo. “Afortunadamente los ciudadanos cada vez estamos más vigilantes y nos lanzamos a denunciar más. Muchas veces no es ni por el dinero, sino por el orgullo de que reconozcan nuestros derechos” asegura Bernat.
Mercado regulado
Desde 2009 el mercado eléctrico dejó de estar necesariamente regulado, tras un largo proceso de liberalización que comenzaría en los años 90. Por ello, ahora los consumidores son libres de elegir entre casi 100 comercializadoras en España, aunque en cada comunidad autónoma hay una distribuidora de referencia. En la Comunidad Valenciana ésta es Iberdrola.
Cuando los usuarios deciden quedarse en el mercado regulado con su distribuidora de referencia, el precio de la luz lo determina una subasta realizada el día anterior. Dicho precio (conocido como tarifa PVPC) está ahora rozando máximos históricos, que no se registraban desde 2008.
“Nos suelen vender que en el mercado regulado podemos controlar mejor el gasto, con los contadores inteligentes o la telegestión. Esto es muy relativo, porque la mayoría de los consumidores no tenemos tiempo de meternos cada día en la página de la red eléctrica para mirar cuanto ha cambiado el precio y qué horas son las mejores”, afirma Pau Bernat.
De hecho, incluso aunque un consumidor se arme de paciencia para calcular las horas más baratas de cada día, aún sigue siendo difícil de controlar. “No es tan sencillo levantarse a las cuatro de la mañana solo para poner una lavadora porque es más barato. E incluso aunque lo hiciera alguien, probablemente acabaría molestando a sus vecinos. Esto no es factible ni es una forma realmente eficaz de controlar el gasto a largo plazo” señala.
Mercado libre
La otra opción radica en el mercado libre. En este caso, el precio del MWh depende de la comercializadora con la que contratemos. Por tanto, a priori el consumidor ya sabe lo que gastará, sin depender de la hora.
Sin embargo, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, desde su aparición en 2009 no ha habido ningún año en el que el mercado libre haya sido más barato que el regulado.
“Las comercializadoras te hacen promociones muy buenas, pero luego de repente te suben el precio y pagas el doble. Además, también te incluyen seguros y añadidos. Nos llegan muchas reclamaciones de usuarios que están pagando un seguro de mantenimiento, y su compañía nunca ha enviado a ningún técnico a mantener los aparatos” nos indica Bernat.
Contratos sin garantías
Aunque las eléctricas tienen prohibido por ley aplicar permanencias en los contratos, el representante de FACUA nos avisa de que suelen incluirlas en estos seguros de mantenimiento o urgencia. “En realidad casi todas te suben el precio a los meses de contratar, así que la única opción es cambiarte de compañía continuamente, con toda la molestia y tiempo que ello supone”.
De hecho, en los últimos tiempos también se han incrementado las denuncias por estrategias engañosas de ventas. Algunos comerciales dicen representar a la compañía contratada por el usuario y van a su casa para pedirles los datos con la excusa de que necesitan “subsanar errores”. Realmente trabajan para otra compañía, e intentan hacerles firmar engañosamente nuevos contratos con éstas.
Precisamente el decreto del Gobierno pretende entrar en este asunto, prohibiendo comercializar electricidad y gas ‘puerta a puerta’. Una medida que si bien evitaría este tipo de estafas, también podría afectar al trabajo de muchas personas.
Además, Pau Bernat nos avisa que muchas veces el peligro viene al contratar por teléfono o internet. “Tenemos que exigir que nos den una copia. Es necesario tener siempre un papel físico, o al menos una captura de pantalla, porque sino luego vienen los problemas”.
Impuestos y costes fijos
Todas estas tácticas poco éticas de venta o cobro se sustentan en un gran desconocimiento general por parte de los ciudadanos hacia su propia factura eléctrica. Muchos usuarios no saben realmente lo que están pagando, e incluso desconocen que están utilizando una potencia por encima de la que realmente necesitan.
Así nos lo corrobora Pau Bernat. “Las facturas son muy complejas, y es difícil distinguir los impuestos y peajes. La legislación es muy permisiva con las eléctricas, nunca se han visto obligadas a emitir facturas claras”.
Más del 60% de la factura son impuestos y gastos fijos, aunque no gastemos ni un KW al mes
Una de las cuestiones que más cuesta distinguir es la parte variable y la fija, es decir, aquellos importes de la factura que aumentan o disminuyen según la electricidad que consumimos, de lo que corresponde a los impuestos y otros pagos no variables.
Aún con todo lo que ha subido el precio del MWh, realmente en los últimos años la parte de la factura que más se ha incrementado son los gastos fijos. En la actualidad, representan más de un 60% del total facturado. Por tanto, aunque tengas un apartamento en la playa que tan solo utilizas los meses de verano, seguirás pagando la electricidad de los meses de invierno a un coste solo un 40% inferior al de tu residencia habitual.
IVA
Precisamente dos de estos costes fijos son el impuesto de generación eléctrica y el céntimo verde a los hidrocarburos. Ahora el gobierno pretende eliminar el primer impuesto durante seis meses, y el segundo de forma permanente.
“Es bueno que se vaya a reducir algo la factura, pero el Gobierno lo que debería realmente hacer es rebajar el IVA. No tiene sentido que esté al 21%. La electricidad es un producto de necesidad básica, no un lujo, y como tal debería ser de un 4%” aduce Pau Bernat.
«El IVA de la electricidad debería estar al 4%, como producto de necesidad básica» P. Bernat (FACUA)
Según las propias previsiones del Gobierno nacional, la supresión de los citados impuestos apenas va a repercutir en una rebaja del 3-4% del total de la factura eléctrica. “En realidad la subida de la luz de septiembre ya se ha comido esa diferencia tan minúscula, no lo vamos a notar nada” nos comenta el representante de FACUA.
Además nos recuerda que el IVA no se calcula sobre el precio de la electricidad, sino sobre el total de la factura. En dicho montante ya se incluyen otros impuestos, por lo que en realidad estamos pagando “un impuesto sobre impuestos”.
Contadores manipulados y bonos sociales
Otra de las reclamaciones más habituales que llegan a FACUA radica en las supuestas acusaciones de manipular los contadores. “En la Comunidad Valenciana esto ocurre mucho, porque Iberdrola es muy dada a hacerlo. Acusan sin pruebas a los usuarios de alterar los aparatos”.
«Algunas empresas acusan injustamente a los usuarios de manipular los contadores» P. Bernat (FACUA)
En estos casos desde FACUA rápidamente solicitan un peritaje para comprobar si el contador realmente ha sido manipulado. Sin embargo, en muchas ocasiones no se puede llevar a cabo. “Cuando llegamos resulta que el aparato ha desaparecido o lo han destruido. Estas situaciones crean una total indefensión al consumidor, que no tiene como proteger sus derechos”.
También son habituales las denuncias por haber sido excluidos de los bonos sociales. “Hay muchas familias que cumplen los requisitos, pero que no pueden acceder a las facturas económicas. Las compañías hacen el procedimiento burocrático tan difícil, que es realmente costoso conseguirlo” afirma Bernat.
Aunque supuestamente la nueva ley ampliará estos bonos sociales, desde FACUA también piden al Gobierno que regule y defina mejor estas ayudas para las personas que sufren pobreza energética.
El decreto del Gobierno, eso sí, pretende prohibir el corte del suministro por impago a familias donde haya al menos un menor de 16 años o una persona con discapacidad.
Impuesto al sol
Uno de los progresos más significativos del decreto, según la opinión de FACUA, es la supresión del decreto sobre autoconsumo eléctrico a través de paneles fotovoltaicos. El conocido popularmente como ‘impuesto al sol’.
En realidad dicho impuesto, aprobado en 2015, no afecta a la mayoría de hogares españoles con energía solar, pues solo es para aquellos usuarios que superen los 10 KW de potencia. Sin embargo, según denuncian diversas organizaciones ecologistas, si que desincentiva a que grandes comunidades de vecinos se decidan a apostar por este tipo de energías renovables.
El gobierno quiere eliminar el ‘impuesto al sol’ para favorecer el autoconsumo y el medioambiente
El autoconsumo puede ser una manera muy ecológica de intentar bajar la factura de la luz, si bien el coste de instalar un panel solar puede superar los 5.000 euros.
Actualmente España está fuera del ranking europeo de los diez países que más apuestan por la energía solar, un dato llamativo que contrasta con que somos uno de los estados en los que más horas de sol disfrutamos.
Ahorrar en la factura
Desde FACUA recomiendan algunas otras medidas para rebajar la tarifa, como renovar electrodomésticos a la categoría A++, tener un buen aislamiento en la casa y mantener un consumo racional.
También aconsejan ajustar la potencia eléctrica al requerimiento energético real del hogar, aunque nos avisan que a veces las compañías energéticas no ponen nada sencillo el disminuir dicha potencia a otra más económica. En caso de que se nieguen o lo obstaculicen, siempre queda reclamar.
“En muchas ocasiones los usuarios no reclaman porque no quieren líos, o porque piensan que el coste económico puede ser superior al beneficio. Las empresas eléctricas lo saben, y se aprovechan de esto. Por ello es mejor organizarnos y unirnos a la hora de denunciar, para ser más fuertes” afirma Bernat.
Reclamar y pelear
El representante de FACUA lamenta el poder político que siguen teniendo las eléctricas en España. “Son grandes entidades corporativas y logran legislaciones favorables. Sus abusos les suelen salir muy baratos, y cuando al fin logramos que les metan una multa de verdad, al final se la rebajan o anulan”.
«Las eléctricas son corporaciones muy poderosas. Consiguen anular o reducir sus grandes multas» P. Bernat (FACUA)
Aún así, en la organización aseguran que tienen mucha experiencia en este sector y poco a poco logran ir ganando batallas a favor de los consumidores. “Siempre hay que pelear” sentencia Pau Bernat.
En principio, se espera que el nuevo decreto energético del Gobierno sea sometido a enmiendas durante el próximo mes de noviembre. Por tanto, algunas de las medidas que hemos comentado podrían suprimirse, modificarse o ampliarse. Quizás pueda estar aprobada su versión definitiva antes de terminar este año.