Aunque todavía no es oficial, todo apunta a que el aeropuerto de El Altet ha superado su propio récord de pasajeros en este 2018 por séptimo año consecutivo. Si bien en 2017 alcanzaba por primera vez la cifra de 13 millones de pasajeros, este año se acercará, o incluso podría rebasar, los 14 millones (todo depende de los últimos datos de Navidad, aún por confirmarse).
Estas cifras, a priori muy positivas, consolidan a Alicante-Elche como el quinto aeropuerto más importante de España (solo por detrás de Madrid, Barcelona, Mallorca y Málaga). Pero también nos dejan un cierto sabor agridulce, pues el crecimiento del tráfico alicantino fue de un 11% en 2017, mientras que este año apenas ha superado el 1,5%.
Si nos vamos a las mercancías, al curso ha sido bastante menos productivo, pues la cifra total en kilos ha caído en aproximadamente un 25 % respecto a 2017.
Menos estacionalidad
Quizás lo más sorprendente de este año, en la Costa Blanca, sea que los únicos meses donde se ha reducido el tráfico, han sido los veraniegos. Desde julio hasta septiembre pasaron por a El Altet cerca de 200.000 personas menos que en el verano anterior. Sin embargo, durante el resto de los meses se experimentó un crecimiento que ha salvado el curso. Especialmente en noviembre, cuando volaron un 11% más de pasajeros que el año anterior.
Puede que los esfuerzos, tan largamente dichos y prometidos por los políticos de los ayuntamientos y Generalitat, por ‘desestacionalizar’ el turismo en la Costa Blanca, estén comenzando a dar sus frutos. Si bien esta desestacionalización no ha venido acompañada de una consolidación en verano, y el ansiado objetivo de llegar a los 15 millones de viajeros se ha quedado lejos de alcanzarse.
El bréxit
Aunque aquí pueden haber influido multitud de factores socio-económicos, turísticos o incluso meteorológicos; probablemente si hay que buscar una causa principal para explicar la recesión del crecimiento del aeropuerto alicantino, ésta sea el bréxit.
El bréxit ha provocado una cierta bajada en los turistas británicos durante el verano, pero se han recuperado en otoño
El Altet siempre se ha nutrido esencialmente de viajeros británicos, hasta el punto de que suponen cerca del 40% de su tráfico aéreo. Conforme se va acercando la fecha de salida de la Unión Europea (fijada para el próximo marzo), la sensación de inseguridad política y económica se ha ido acrecentando en el Reino Unido. De hecho, ni siquiera existe todavía un acuerdo de bréxit que haya sido aprobado oficialmente por el Parlamento británico.
Toda esta peculiar e inaudita situación ha conducido a que se reduzca sensiblemente el gasto, se devalúe la libra, baje la bolsa británica e incluso ya se ha cobrado sus primeras víctimas empresariales. Una de ellas, de hecho, fue la aerolínea Monarch, que dejó de operar a finales de 2017 dejando al aeropuerto alicantino sin algunas de sus rutas a suelo británico.
Más oferta en invierno
De hecho, este año El Altet ha inaugurado menos rutas que el año anterior y casi todas han sido a destinos ajenos al Reino Unido, tales como San Petesburgo, Lyon, Stuttgart o Bodo (Noruega). También se han reforzado travesías, que ya existían, con nuevas compañías cubriéndolas, como Berlín, Munich, París, Viena, Marsella o Sevilla.
Con la ampliación de los controles, el tránsito interno en el aeropuerto debería ser un 40% más fluido
Quizás este año ha sido más de consolidación, pues algunas aerolíneas han decidido ampliar sus rutas veraniegas también al invierno e incluso han aumentado la capacidad de asientos en sus aviones.
Remontada al final del año
Curiosamente este otoño ha ofrecido unos datos muy esperanzadores de cara a la futura relación de la Costa Blanca con el Reino Unido. En noviembre, por ejemplo, los viajeros británicos aumentaron un 7% respecto al año anterior.
Los españoles y alemanes, segundos y terceros en el ranking de pasajeros de El Altet respectivamente, también han ascendido estos últimos meses. Les siguen los holandeses, belgas y noruegos, que se han mantenido bastante estables.
Parece que aunque un número importante de turistas (especialmente británicos) se hayan podido dejar seducir por destinos más baratos en verano, como Túnez o Turquía, en los meses de invierno siguen prefiriendo visitar la Costa Blanca. A fin de cuentas, es evidente que nuestra provincia ofrece más servicios y atracciones durante todo el año que los países mediterráneos del Magreb.
Mejoras en los controles
Actualmente el aeropuerto de El Altet está efectuando obras internas para aumentar su capacidad de tránsito en los filtros de seguridad. Un tema pendiente, pues durante los últimos años se llegaban a formar auténticas colas interminables en el control durante los meses de temporada alta.
La terminal pasará a tener 24 pasillos de control (ahora cuenta con 17), y cuatro de estos controles se ubicarán en una segunda línea para facilitar el tránsito de las personas con movilidad reducida. Igualmente se instalarán arcos especiales pensados para las familias, por los que podrán pasar con facilidad los cochecitos de bebés.
Algunas rutas que solo funcionaban en verano, ahora también existen en invierno
Así mismo, también se ampliarán las puertas automáticas para la lectura de las tarjetas de embarque y los aparatos de rayos X. Estas nuevas máquinas serán capaces de detectar con mayor eficacia aquellas maletas que precisan de una inspección especial, lo cual debería ahorrar tiempo y reforzar la seguridad.
AENA calcula que con todas estas mejoras el tránsito interno en el aeropuerto será más fluido, pues la capacidad de absorción de pasajeros aumentará hasta en un 40%.
Accesos y tren
Por otro lado, aún quedan pendientes también ciertas ‘reformas’ en el exterior. Este año se realizaron las expropiaciones y comenzaron las obras para mejorar el acceso por carretera al aeropuerto. Se pretende duplicar el tramo de 5 kilómetros de la carretera N-338 que pasa por delante de la infraestructura, para convertirlo en autovía. En principio, el Ministerio de Fomento proyecta que esté finalizado en 2020.
Todavía más lejano se atisba el tan demandado ferrocarril que conecte el aeropuerto con Alicante y Elche. Aquí las obras no han empezado, si bien el gobierno ha incluido este ramal ferroviario como parte del proyecto del futuro Corredor Mediterráneo. El ministro valenciano José Luis Ábalos prometió que dicho Corredor estaría ya en funcionamiento para el año 2021.