El negocio del juego parece marchar viento en popa en la provincia de Alicante y resto de España. Proliferan los salones de juego, casinos, casas de apuestas, bingos, administraciones de lotería y webs online. En 2017 la industria generó el 2,8 % del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Valenciana, según datos facilitados por la Asociación de Empresarios de Máquinas Recreativas (ANDEMAR).
Cada año siguen aumentando las cantidades jugadas en apuestas online, máquinas, bingos y loterías
Ahora, además, en la época que estamos de la Navidad, muchas personas que ni siquiera son jugadores habituales de lotería se animan a comprar décimos y participaciones del Gordo o el Niño, entre otros juegos y sorteos.
En este periódico hemos querido investigar más a fondo el estado de esta industria en la provincia de Alicante. Según el informe anual de la Comisión Autonómica del Juego, órgano dependiente de la Conselleria de Hacienda, este sector sostiene unos 7.000 empleos directos en la Comunidad Valenciana y más de 30.000 puestos laborales indirectos.
El sector sostiene 7.000 empleos directos y 30.000 indirectos en la Comunidad Valenciana
Aumento de locales
En nuestra provincia hay 13.000 establecimientos comerciales que están autorizados para tener máquinas recreativas. Se trata en su mayoría de locales de hostelería que tienen alguna máquina ‘tragaperra’ en su interior, aunque también nos las podemos encontrar en centros comerciales, boleras, parques de atracciones, recreativos, etc.
Los salones específicos para el juego han aumentado considerablemente en los últimos años, y ya son más de 200 en la provincia de Alicante. Por otra parte, importada de los países anglosajones, también ha llegado la moda de los bares de apuestas a nuestras tierras, aunque según los datos de ANDEMAR actualmente solo operan nueve en la Costa Blanca.
Además tenemos 159 administraciones alicantinas de lotería en funcionamiento y 58 salas de bingo en la Comunidad Valenciana. Al mismo tiempo, cada vez más jugadores prefieren hacer sus apuestas desde sus propias casas y a cualquier hora mediante internet.
Negocio lucrativo
Se trata, en definitiva, de un negocio muy lucrativo que se encuentra en franco auge. En 2017 la cantidad de dinero jugado en las máquinas de apuestas en la Comunidad Valenciana fue de 320 millones de euros, un 9,6 % más que el año anterior.
Los bingos han incrementado en un 10 % sus ingresos, no tanto gracias a los cartones tradicionales sino sobre todo al bingo electrónico que ha gozado de una subida del 46% en un solo año.
Curiosamente los casinos suponen una excepción a esta regla pues en 2017 experimentaron un ligero descenso del 3% en sus ingresos. El juego en mesa continúa siendo su principal fuente de ingresos, especialmente la ruleta americana y el Black Jack.
Aunque no disponemos de datos específicos de la Comunidad Valenciana, sí sabemos, por el último informe del Ministerio de Hacienda, que las apuestas online han aumentado sobre un 27 % en España en el último año.
En cuanto a la recaudación del Estado por la lotería, ha crecido en un 1,2 % respecto al año anterior especialmente gracias a la Lotería Nacional y el Euromillones. El Gordo de Navidad también lleva cuatro años seguidos incrementando sus ventas. No así la Quiniela, que retrocedió hasta un 10 % posiblemente provocado por el auge de las apuestas deportivas online.
Ludopatía
“En total, el año pasado se jugaron 36.000 millones de euros en España, un 3,1 % de nuestro PIB. Es un sector muy potente. Por eso aparecen cada vez más y más empresas de apuestas” nos comenta Antonio Castaños, psicólogo sanitario especialista en adicciones.
Desde 1991 Castaños dirige la Asociación ‘Vida Libre’, de ayuda a los alicantinos afectados por la ludopatía. Dicha organización surgió a raíz de la iniciativa de algunos de sus pacientes recuperados, que quisieron formar una terapia conjunta para ayudar a otros jugadores.
Uno de ellos es Jesús Iriberri, exludópata alicantino de 56 años que lleva 11 años ya sin jugar. No le importa darnos su nombre, pues pretende ayudar a cuentas personas pueda que pasan por su mismo infierno. “Me tuvieron que llevar de la oreja a terapia, porque nosotros nunca somos conscientes del problema real y creemos que lo podemos dejar cuando queramos. Pero no es así”.
«Todos los jugadores nos caracterizamos por mentir. Ocultamos nuestra adicción a toda costa» J. Iriberri (exludópata)
Desarrollo de la adicción
Jesús comenzó a jugar siendo un adolescente, a los 15 años. “En aquella época echaba alguna monedita a las máquinas de los bares. Poco a poco me fui enganchando. Llegó un momento en el que solo podía pensar en jugar, en terminar de trabajar para ir al bar. Echaba todo tipo de lotería, pero mi adicción siempre fueron las tragaperras”.
No es un caso peculiar, pues precisamente las tragaperras suelen ser la forma de juego que provoca más adicción. “Las apuestas más peligrosas son aquellas que tienen un resultado instantáneo. La lotería suele tener un riesgo mucho menor, pues tardas varios días en saber si has ganado. Las máquinas son el auténtico peligro” nos apunta el psicólogo Castaños.
“El problema es que todo se va haciendo una bola de nieve cada vez más grande. Al principio solo quieres apostar, y luego recuperar lo que has perdido. Una idea totalmente irracional que compartimos todos los ludópatas. Además, también mentimos continuamente a todo el mundo para tapar nuestra adicción. Al final a mi me pilló mi hermana porque le conté una historia para que me prestara dinero, que se me olvidó que ya la había contado antes” relata Jesús Iriberri.
Menores adictos
Actualmente Jesús es secretario de Vida Libre y participa en terapias conjuntas con otros jugadores. Suelen recibir a unas 140 personas por año, número que se ha acrecentado últimamente, sobre todo en gente joven.
Según un estudio, casi el 50% de los chavales alicantinos de 17 años ya apuestan o juegan
Según el estudio ‘El juego de apuestas en menores de la provincia de Alicante. Prevalencia y factores asociados’, publicado por la Universidad Miguel Hernández y la Diputación de Alicante, cerca del 50 % de los chavales alicantinos de 17 años apuestan.
Antonio Castaños fue uno de los profesionales que participó en dicha investigación. “Averiguamos comportamientos muy preocupantes. A los menores de edad no les supone ninguna dificultad acceder al juego. Incluso entre los de 13 años el porcentaje ya estaba en un 17 % y aumentó de un año para otro”.
El estudio también obtuvo algunas conclusiones interesantes, como que muchos de los adolescentes jugadores tienen malos resultados académicos, problemas sociales con los demás chicos, usaban el juego para evadirse de su realidad, son más propensos a otras adicciones tecnológicas como a videojuegos o redes sociales, consumían más alcohol, y no solían hablar del asunto con sus padres.
Un 4,9 % de los menores analizados presentaban conductas de riesgo hacia el juego, mientras que un 1,2 % ya entraban en la consideración de ludópatas. Estos porcentajes son más elevados que en los adultos pues, según un estudio del psicólogo catedrático Francisco Labrador para la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), el porcentaje en la sociedad española de personas que sufren problemas de adicción al juego es del 0,9%.
«Los menores acceden fácilmente a las máquinas de bares e incluso de salones» A. Castaños (psicólogo)
Denuncias de fácil acceso
El método más habitual para apostar, en el caso de los menores, es a través de las webs de apuestas. “Le cogen la tarjeta de crédito a sus padres. Muchas veces éstos no se dan ni cuenta, porque podemos estar meses sin mirar la cuenta bancaria. Cuando se enteran ya suele ser tarde. Hace poco nos llegó un menor que se había gastado 20.000 euros en la ciber-ruleta” nos cuentan en la Asociación ‘Vida Libre’.
Sin embargo, Antonio Castaños denuncia que los menores también juegan en locales. “Hemos comprobado que les es muy fácil apostar aquí. Especialmente en los bares no suelen controlar casi nunca la edad del jugador, pero también entran a veces en los salones de apuestas”.
Desde este periódico nos hemos puesto en contacto con ANDEMAR para preguntarles si es cierto que hay menores jugando en los locales de Alicante. “Por supuesto existen controles efectivos en los locales de apuestas, y por zonas en los salones” nos han respondido, añadiendo que están “muy sensibilizados con políticas de responsabilidad corporativa en materia de educación, formación y prevención con código de buenas prácticas y calidad en juego responsable”.
Según nos aseguran, muchas de estas empresas incluso colaboran a “nivel asociativo con colaboraciones sociales e incluso con auditorías de entidades independientes que verifican y certifican prácticas de prevención de juego responsable”. Aunque tampoco nos ponen ejemplos concretos, nos remarcan que las medidas de responsabilidad social están “en nuestro ADN”.
Los empresarios aseguran que los locales de la provincia tienen controles efectivos para evitar la entrada de menores
Nueva Ley del Juego
No solamente los menores tienen prohibido el juego, sino también aquellas personas que están inscritos en el Registro de Excluidos de Acceso al Juego. Son los que han sido incapacitados judicialmente o que ellos mismos han pedido la inscripción en este registro, como medida preventiva para luchar contra su ludopatía.
La nueva Ley autonómica del Juego, aún en trámite de aprobarse, pretende castigar a los locales que les permitieran la entrada con penas de hasta 6.000 euros o incluso un cierre de cinco años. “En la práctica esto no se puede cumplir. La Unidad de Juego en la Comunidad Valenciana consta de nueve policías. Así es imposible” asegura Antonio Castaños.
No obstante en 2017 dicha unidad si levantó 111 expedientes por faltas ‘muy graves’ en el sector del juego de la Comunidad Valenciana, aunque la mayor parte relativas a apuestas ilegales y locales clandestinos.
“Básicamente centran sus esfuerzos en luchar contra el juego ilegal o vigilar que las máquinas no estén trucadas. Lo que les importa a las administraciones es inspeccionar que todos paguen los pertinentes impuestos. Si entran menores o ludópatas les da bastante igual” afirma Castaños.
Lo que no recoge la ley
El psicólogo también recuerda que los menores no tienen ningún impedimento legal para entrar en los bares tradicionales que tienen alguna máquina de apuestas. Tampoco los ludópatas excluidos. Aquí suele depender todo de la actitud del dueño o los trabajadores del establecimiento.
“Es muy raro que los camareros te impidan jugar en la máquina de un bar. A mí no me pasó prácticamente nunca en 30 años jugando, y era evidente para todos que tenía problemas” nos indica Jesús Iriberri.
Les Corts están debatiendo un proyecto para una nueva Ley del Juego
De hecho, Vida Libre y algunas otras asociaciones presentaron varias alegaciones al proyecto de ley, como que las máquinas tragaperras deban estar apagadas en los bares al igual que las de tabaco, o que los cargos por apuestas con tarjetas de crédito aparezcan en el móvil para que los padres sean conscientes enseguida de las apuestas de sus hijos. Sin embargo, ambas fueron rechazadas.
En el pasado pleno ordinario de enero del Ayuntamiento de Alicante, el grupo Compromís también se sumó a algunas de estas peticiones de Vida Libre presentando una declaración institucional para pedir añadidos a esta ley autonómica. Todo ello a pesar de que, cabe recordar, es el propio Compromís quien está gobernando en el Consell.
Publicidad
Aún así, Castaños considera que esta nueva ley autonómica trae algunos “avances”, como la obligación de establecer un control informático en la entrada de los locales para detectar menores y excluidos o que el pago de las máquinas tragaperras sea en diferido, para minimizar el tan adictivo efecto instantáneo.
«Debería prohibirse la publicidad de las casas de apuestas. Es tan agresiva que está enganchando a muchos jóvenes» A. Castaños (psicólogo)
Recientemente, el Gobierno de Italia dio el paso de prohibir la publicidad de las casas de apuestas, a similitud del tabaco o algunas bebidas alcohólicas de alta graduación. El psicólogo Antonio Castaños considera que ésta es la mejor solución. “En España estamos sometidos a campañas publicitarias súper agresivas por tierra, mar y aire. Muchos deportistas y famosos dan su imagen a estas empresas. Esto funciona muy bien con el público joven”.
Presuntos amaños deportivos
Otra consecuencia que ha traído esta proliferación de sitios de apuestas, ha sido el aumento de sospechas y acusaciones sobre amaños en partidos de fútbol y otros deportes. En este caso las webs de apuestas son las víctimas de presuntos intentos de estafa, cuando los propios jugadores o clubs se ponen de acuerdo en un resultado para hacer negocio.
De hecho en la provincia tenemos un caso bastante cercano. Los presuntos hechos ocurrieron en un Racing-Hércules de Segunda División disputado en 2013, en el que el equipo herculano no se jugaba nada y los cántabros necesitaban ganar para poder salvarse.
Varias casas de apuestas detectaron un sospechoso aluvión de apuestas hacia la victoria del Hércules en el descanso, y la remontada del Racing en la segunda parte. Curiosamente los jugadores herculanos tuvieron infinidad de ocasiones clarísimas durante los primeros 45 minutos, pero no acertaron a marcar. Tras llegar sin goles al descanso, el partido terminó 3-0.
El propio Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), declaró estar “convencido de que el partido Racing-Hércules estaba amañado”, a pesar de que el presunto amaño saliera mal. Aún así, nunca se ha demostrado nada ni tampoco en ningún otro partido del fútbol español profesional.
Detectar síntomas
Desde Vida Libre reclaman una mayor acción del gobierno para luchar contra lo que consideran un grave problema nacional. “Como el tabaco provocaba muchos costes en Sanidad, tuvieron interés en ponerle trabas. Con las apuestas no existe esa voluntad. El gobierno recauda muchos impuestos, mientras que el número de jugadores sigue aumentando” se lamenta Jesús Iriberri.
Los especialistas nos dan algunas claves para detectar si tenemos a algún familiar o amigo con problemas de ludopatía. Pérdida de interés en otras aficiones, descenso del rendimiento escolar o laboral, cambios de humor (dependiendo si ganan o pierden), episodios de sueño por pasarse la noche jugando o la desaparición de objetos valiosos en casa, son algunos síntomas.
“Cuando apostamos y perdemos, normalmente decimos que tenemos mala suerte. Yo creo que a veces es todo lo contrario. Si un menor gana 300 euros, para él será un auténtico subidón. Continuará jugando y perderá mucho más dinero” comenta el psicólogo Antonio Castaños.
“El problema es cuando el juego monopoliza tu pensamiento. No es peligroso jugar al Gordo en Navidad o apostar por internet de tanto en cuando. El peligro viene al obsesionarte, si estás el resto del tiempo siempre pensando en ello. Ahí es cuando tienes que darte cuenta que tienes un problema” añade el exludópata Jesús Iriberri.