Durante muchos años apenas se han ofertado nuevas plazas de empleo público en la Comunidad Valenciana. Tras estallar la crisis económica, el procedimiento habitual ha sido el de amortizar las plazas vacantes.
Todo ello aún siendo la tercera comunidad española con menor porcentaje de empleados públicos por ciudadano, solo por debajo de Baleares y Cataluña.
Después de muchos años sin apenas renovar la Administración Pública, la Generalitat ha vuelto a reactivar los procesos selectivos
Ha pasado ya una década desde que Lehman Borthers y los mercados cayeran en 2008, y parece que ahora los tiempos van cambiando. La Generalitat está ofertando nuevas oposiciones y bolsas de empleo en sectores o grupos que estaban completamente olvidados. Por esto, en este periódico hemos querido contactar con dos de los principales sindicatos de la Comunidad Valenciana para que nos expliquen cómo están funcionando estos procesos.
Rellenar huecos de cualquier forma
“Hemos pasado de todo a nada. Hasta 2017 no se creaban nuevas bolsas y ahora están ofertando de todos los grupos justo antes de las elecciones. Los trabajadores del Servicio de Selección y Provisión están completamente desbordados”, nos indica a modo de introducción María del Mar Auñón, portavoz de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en el sector autonómico de Valencia.
La sindicalista nos cuenta cómo estuvieron durante años reclamando que se cubrieran multitud de plazas vacantes o se crearan nuevas. “Hasta hace nada las bolsas se regulaban aún con una orden de 2006. No se abrían nuevas, cuando había alguna vacante se buscaba en las bolsas antiguas. Incluso aunque tuvieran años de antigüedad y fueran de otro sector. Se hacían auténticas barbaridades”.
La Dirección General de la Función Pública acostumbraba a bucear en cualquier bolsa para rellenar huecos. “Necesitaban trabajadores en una oficina y se iban a bolsas de limpieza. Como eran años de crisis, los candidatos solían aceptar con tal de trabajar. Los sindicatos estábamos entre la espada y la pared, porque si nos quejábamos solo conseguíamos ponernos en contra a los candidatos o parecía que no queríamos que el servicio funcionase. Por eso tragamos con este sistema por un tiempo, hasta que dijimos basta” relata Mar Auñón.
Nuevas convocatorias
A pesar de las promesas electorales, el nuevo Govern de PSOE y Compromís siguió por el mismo camino que el PP durante sus primeros años en el Consell. Todo cambió a partir de 2017, cuando al fin se han ido convocando nuevas bolsas para los distintos grupos y subgrupos de la Administración Pública autonómica.
“Muy tarde pero han entendido que las bolsas no pueden estar vigentes durante diez años, porque la situación laboral de las personas cambia. Hay que actualizarlas continuamente. Hasta ahora ni siquiera se convocaban bolsas de mejora, por lo que muchos funcionarios no podían promocionar ni aún cumpliendo los requisitos. Desde 2008 hasta 2017 todo ha sido un auténtico caos” aduce Auñón.
Demasiada carga de trabajo
Eso sí, los problemas no han cesado. La gestión de todo este trabajo no está siendo todo lo diligente que querrían los sindicatos.
«La Generalitat convoca nuevas bolsas de trabajo pero no aumenta los medios para gestionarlas» M. Auñón (CSIF)
“No han aumentado el equipo de funcionarios que gestiona las bolsas. Son los mismos que en 2016, cuando no había nada. El Servicio de Selección y Provisión está haciendo un trabajo admirable, pero no dan abasto. No tiene sentido incrementar así la oferta pública si luego la Generalitat no dota de más recursos humanos y materiales a los que tienen que gestionar toda esta tarea” se queja la representante de CSIF.
El sistema que se está utilizando para agilizar la carga de trabajo es la ‘autobaremación’. Esto es que los propios candidatos calculan los puntos que merecen a través de una aplicación informática de la Generalitat.
Sin embargo esto está trayendo diversos inconvenientes, primero porque muchos usuarios se han quejado sobre el mal funcionamiento de esta aplicación y segundo porque algunos (ya sea voluntaria o involuntariamente) introducen autobaremaciones incorrectas que luego hay que corregir en el Servicio.
La bolsa libre para el grupo C2 en el Cuerpo Auxiliar ha recibido 21.000 solicitudes
Funcionamiento de una bolsa
Nos hemos fijado, como ejemplo, en la bolsa de empleo temporal que la Generalitat convocó el 27 de julio para cubrir puestos del grupo C2 en el Cuerpo Auxiliar de la Administración. Se recibieron la friolera de más de 21.000 solicitudes.
La Comisión de Seguimiento de Bolsas publicó un listado provisional de puntuaciones el 4 de octubre de 2018, más de dos meses después. Sin embargo, en realidad en esta lista tan solo se incluía a aquellos candidatos que habían obtenido más de 30 puntos.
Aunque la bolsa era oficialmente de libre acceso, en realidad es muy probable que todas estas personas trabajen ya en la Administración, pues los títulos académicos tan solo suponen dos puntos cada uno y menos aún los certificados de idiomas comunitarios (solo se puntúan títulos de B2 o superior). El resto de puntos se obtienen por experiencia laboral en la Administración autonómica o por participaciones en pruebas selectivas convocadas anteriormente para el mismo cuerpo.
Así pues, en la práctica se trata más bien de una bolsa de promoción interna. Aún así podría ocurrir que muchos de los primeros candidatos renuncien a ocupar su nuevo puesto asignado porque prefieran quedarse en el que trabajan actualmente. En ese caso, la Generalitat si podría recurrir a los que obtuvieron una puntación menor a 30.
Sin embargo, aún no se sabe quiénes son. La Comisión ha indicado que próximamente se publicarán también los nombres de los candidatos entre 30 y 20 puntos, luego los de entre 20 y 10, y finalmente los inferiores a 10. Dado la carga de trabajo, es difícil vaticinar cuando estarán disponibles estas listas. Todo esto retrasa indefinidamente la fecha en la que todas las plazas acaben siendo realmente cubiertas.
Las bolsas de trabajo que suelen recibir más denuncias son las del sector sanitario
Pocos recursos
“Hay tanta burocracia en la Administración que cuesta muchísimo hacer una oposición o un proceso selectivo. Hay convocatorias que duran cuatro o cinco años. Todavía quedan pendientes muchos procesos de la Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2015. Ahora están hablando de fusionar las OPEs de 2016 y 17. Todo se hace eterno” nos explica Mar Auñón.
Para la sindicalista de CSIF la solución no pasa solo por aumentar los recursos humanos, sino también los materiales. “En la Generalitat piensan que el ciudadano es torpe, y le echan la culpa a la gente cuando en realidad es su aplicación informática la que no funciona. Nuestra Administración sigue estando muy anticuada, con ordenadores que no van bien y casi ninguna atención directa al ciudadano para ayudarle en estos procesos” aduce.
El nivel de valenciano
Respecto a los criterios para puntuar, otro tema que también produce mucha controversia es el nivel de valenciano. Muchos candidatos critican que se puntúen los títulos oficiales de conocimiento del idioma valenciano que expide (y cobra) la propia Generalitat muy por encima de otros títulos académicos como carreras universitarias, masters o doctorados.
Habitualmente los opositores o candidatos que provienen de las zonas castellanoparlantes de la Comunidad Valenciana e inmigrantes denuncian que estos elevados criterios les suponen una discriminación muy dura para competir.
«No tiene ningún sentido puntuar el Mitjà por encima de una carrera universitaria o un doctorado» M. Auñón (CSIF)
“Esto no tiene ningún sentido. Por supuesto que vivimos en una comunidad bilingüe y el valenciano debe puntuarse como un mérito en las bolsas, pero es absurdo que el Mitjà suponga seis puntos y una carrera universitaria tan solo dos. Si quieres trabajar de médico en la Comunidad Valenciana no te molestes en estudiar un doctorado de Medicina, mejor apúntate a una academia de valenciano” se lamenta Mar Auñón.
La representante de CSIF teme que el Govern actual acabe aprobando su nuevo proyecto legal con el fin de convertir el Mitjà en un requisito indispensable para opositar o promocionar. “Ellos mismos saben que en la práctica esto es imposible. Es como poner puertas al campo en un mundo cada vez más globalizado”.
Educación
Contactamos también con el Sindicat de Treballadors i treballadores de l’Ensenyament del País Valencià (STEPV) para conocer cómo funcionan las bolsas de empleo y procesos selectivos en el sector de la Educación.
“En la Comunidad Valenciana tenemos un problema con las adjudicaciones a profesores. La mayoría de las plazas se adjudican por antigüedad en las bolsas de trabajo y el sistema es relativamente bueno. Pero luego hay otras consideradas de ‘difícil cobertura’, que son un auténtico berenjenal” nos explica Ignaci Amorós, organizador del STEPV en Alicante.
«La mayoría de plazas de profesores se adjudican bien, pero todos los septiembres la Conselleria organiza un berenjenal» I. Amorós (STEPV)
Plazas de difícil cobertura
Ocurre que cada curso escolar se suelen adjudicar unas 8.000 plazas entre Primaria y Secundaria en el mes de julio. Sin embargo, cuando va a empezar el curso en septiembre aún suelen restar unas 2.000 o 3.000 plazas más sin dueño.
“Es de una dejadez lamentable. La Conselleria tiene bolsas convocadas en abril o mayo que aún están sin baremar en septiembre. En cuanto salen imprevistos como nuevo alumnado, ausencias de profesores o cálculos mal hechos, llega el caos. Tienen que adjudicar miles de puestos con toda urgencia” nos explica Amorós.
Aquí es donde se producen los problemas, pues para ahorrar tiempo y trabajo la Conselleria ya no valora la antigüedad, sino que convoca nuevas bolsas y asigna las plazas a los primeros candidatos que las soliciten.
“Es absurdo. En vez de juzgar la capacidad profesional y los méritos, le damos la plaza al primero que llega. Se supone que esto solo debería ocurrir en casos de ‘difícil cobertura’, pero no es verdad. La Administración ha abusado mucho de este procedimiento y lo convertido en ordinario. No puede ser que un profesor de Filosofía en el IES Bahía Babel de Alicante sea considerado de difícil cobertura” nos explica el representante de STEPV.
Amorós incluso asegura que con este sistema es más difícil controlar las irregularidades. “Los candidatos entran aquí a lo bestia, lógicamente. Al final la Conselleria recibe 2.000 solicitudes por una plaza, y muchas veces los solicitantes ni tienen la titulación adecuada. Se crean unos tapones tremendos mientras que todo se comprueba. Y a veces se les escapan”.
Profesores interinos
Por otro lado, STEPV también denuncia que las actuales bolsas de empleo crean situaciones injustas hacia los interinos. “Se supone que estos profesores que están trabajando sin haber aprobado la oposición deberían ser provisionales. Pero la Administración se ha relajado tanto, que ya son un 18%. Algunos llevan muchos años ocupando una misma plaza” aduce Ignaci Amorós.
El sindicalista opina que las actuales bolsas dejan a estos profesores interinos en un estado de desprotección laboral. “Como antes se sacaban tan pocas oposiciones, en algunas especialidades solo habían interinos en las bolsas. Ahora de repente queremos sacar bolsas nuevas, y estos profesionales se quedan al final de la lista. La gente joven tiene más fuerza y tiempo para estudiar, prepararse una oposición y acumular méritos”.
Por ello, desde STEPV piden que la Generalitat organice también oposiciones restringidas a interinos. “Esto ya existe en otros sectores. Algo ha fallado en el sistema, y estos profesores han estado trabajando durante años. Ahora tienen familia y obligaciones laborales, es muy difícil competir con universitarios. Incluso ahora se les está pidiendo un nivel de inglés más alto” nos explica Amorós.
Menos enchufismos
En lo que sí coinciden desde CSIF y STEPV es que el nuevo sistema de bolsas de trabajo de la Generalitat es mucho más eficiente que antaño para controlar los casos de enchufismos e influencias.
Los sindicatos coinciden en que ahora las bolsas de empleo son más transparentes y es más difícil ocultar casos de enchufismo
“Durante la época del PP las bolsas eran completamente opacas, y acababan colocando a quienes querían. Ahora son más transparentes y es más difícil. Seguramente si rascamos también encontraremos casos, pero es evidente que hemos mejorado” asegura Mar Auñón.
“Las bolsas de Educación no dan muchos problemas, creo que la mayoría de denuncias se están produciendo ahora en Sanidad. Los tribunales de oposición, salvo el presidente, se eligen por sorteo. Pueden haber casos, pero no tenemos la sensación de que sea algo habitual” coincide Ignaci Amorós.
Libre designación
Aun así, Auñón avisa que se utilizan otros medios. “Cuando PSOE y Compromís estaban en la oposición criticaban las libres designaciones y personal eventual que colocaba el PP. Ahora ellos hacen lo mismo, igual o más. No tiene sentido que los subdirectores de servicios y puestos menores sean cargos políticos. Al final consiguen que la oficina cambie totalmente cada vez que llega un partido nuevo, en vez de dotarla de buenos profesionales permanentes”.
Los sindicatos, cabe añadir, tampoco han estado exentos de estas sospechas. Algunas organizaciones sindicales también han recibido acusaciones de presionar a políticos de la Generalitat o ayuntamientos para colocar o favorecer a personas de su militancia.