La Sala Sempere del MUA albergará desde el hoy jueves 24 de enero y hasta el 3 de marzo, la exposición “Dis-continua” que expone un selección de fotografías, esculturas y video del artista alicantino Cayetano Ferrández, comisariada por el profesor de la UA, Enric Mira. El acto inaugural será hoy a las 19 horas.
La obra de Cayetano Ferrández fundamentalmente fotográfica, se extiende de forma natural hacia el video y la escultura, con el énfasis de quien quiere recrear de nuevo las tres dimensiones perdidas en la foto. El autor propone introducir al espectador en su pequeño lugar de trabajo, haciéndole partícipe de las escenografías en el espacio de la sala.Los muñecos que antaño fueron figuras de acción, gracias a la iluminación y al gris que los cubre, ahora se tornan actores de este teatro del absurdo, donde el autor enfatiza expresiones y diálogos en mundo distópico cuya única función es identificarnos con ellos, empatizar, para después cuestionarnos sobre nosotros mismos.
Del trabajo que el autor inició en 2012 bajo el título de El hombre gris, se presenta ahora una selección entorno a la desestabilización de la mente que nos introduce en el concepto de que toda idea brillante es fruto del desequilibrio y de que la locura no es sino una forma creativa de ver la realidad. Es en esa falta de linealidad, de discontinuidad que progresamos como especie. El artista se vale de la simbología de los objetos para hacernos entender los juegos de poder representados en las sillas, las mismas que quedan vacías ante los púlpitos de estos gobernantes desquiciados o políticos del revés, las muletas que apuntalan la razón o convertidas en alas para vencer debilidades, las cariátides que soportan la mesa como soportamos todo tipo de reglas, la escuadra como forma de mirada al diferente o el calibrador que nos encorseta dentro del grupo. A través de los retratos, el autor trata de hacernos reflexionar entorno a la condición humana y su fragilidad, son espejos donde es muy difícil no verse reflejado.
Desde este circo mental donde nos encontramos, como seres inestables, que viven en esta sociedad caótica y errática, donde la maleabilidad de la mente es nuestra única herramienta, nuestra fuerza ante el discontinuo movimiento de los acontecimientos.
Cayetano Ferrández
Comienza su labor fotográfica en 1986 con la representación humana como ámbito en el que desarrolla proyectos en torno a la expresión corporal. En sus primeros trabajos, de marcado carácter teatral, llevó cabo una aproximación de sentido plástico a la figura humana. En la serie Vírgenes, santos y mártires (1989) recrea la iconografía de estampas religiosas donde los figurantes son amigos y familiares. Luego vendrá La danza de los malditos (1997) en la que trabajará con modelos provenientes del mundo de la danza, desarrollando el corpus de lo que van a ser los temas principales de su obra: la soledad, la incomunicación o las relaciones humanas. Con el nuevo siglo comienza a trabajar con muñecos y fruto de ello surge la serie Es plastic (2001), donde la visión adulta de los cuerpos perfectos de Barbie y Kent dan como resultado imágenes de un marcado carácter sexual. En las series posteriores Dasein (2004) y El viaje de no retorno (2008) incorpora a su planteamiento artístico la reflexión social y política que ya no le abandonará en toda su trayectoria. De este modo, el tema de la crisis es algo que se palpa en Metáforas apocalípticas (2010), pero sobre todo es con el proyecto Hombre gris (2012) donde encontramos un cambio sustancial con la incorporación de los medios escultórico y videográfico. Hombre gris es el trabajo más amplio, formal y conceptualmente, donde el autor condensa la experiencia de los proyectos anteriores, con una visión distópica y de marcado carácter simbólico sobre la condición humana y las relaciones de poder y de marginalidad social que la atraviesan.