Cascos, corazas, balones ovalados, bloqueos y placajes se abren paso en Elche desde hace un lustro. El fútbol americano, ese gran desconocido en Europa y, sobre todo en España, intenta hacerse un hueco yarda a yarda en la sociedad ilicitana gracias a Ángel Martínez y su club, Linces, que a pesar de contar con pocos recursos humanos y económicos va alcanzando etapas y logrando resultados importantes a nivel autonómico.
Llegada a Elche
La llegada del espectacular fútbol americano a Elche está unida inevitablemente a la figura de este mexicano de 32 años, que por amor a una ilicitana dejó todo atrás menos su pasión por un deporte que ya había practicado de niño y en su etapa universitaria en Cancún.
Cuando llegó a Elche, en 2014, retomó su pasión junto a otros cinco chicos. “Empezamos de la nada. Nos vieron entrenar y poco a poco se fue sumando gente. Llegamos a tener entre 30 y 40 jugadores y fue entonces cuando decidimos fundar el club y entrar en las competiciones”, recuerda Ángel.
Inicio de los Linces
Los Linces, que en sus inicios se llamaron Black Sails, tomaron los colores verde y blanco en homenaje a la ciudad y el símbolo de un animal característico de la península ibérica “para identificarnos mejor con las cosas de aquí”.
Ángel hace de todo en el club. Es jugador, pero ha sido entrenador, ha participado en escuelas de verano, ofrecido charlas, repartido folletos y pegado carteles para dar a conocer el club y sus actividades. A pesar de su juventud, el club ya presume de algunos éxitos en su palmarés. En 2016 el equipo sub-15 de Flag Football fue campeón de la Liga Valenciana, y el equipo sub-17, subcampeón nacional.
El club ya ha logrado victorias en categoría autonómica
Año de éxitos
En 2017 empezó a competir el equipo Junior y el Cadete en Football Tackle con muy buenos resultados. El pasado 2018 fue un año de éxitos para la entidad, ya que el equipo sénior se proclamó campeón de la Orange Bowl, una especie de Liga autonómica, ganando todos los partidos de la competición, y el de Football Flag se clasificó para la final four de la Liga Valenciana.
“Este año buscamos el bicampeonato, pero vamos a competir contra equipos de la serie A y sube el nivel. Pero para mí eso es mejor, porque evolucionaremos”, señala Martínez, quien admite que el nivel deportivo que existe en España y, sobre todo en estas categorías, es “muy bajo”. Sin embargo, considera que es una ventaja “porque permite a todo el mundo poder jugar sin importar la edad”. “En México o Estados Unidos es imposible empezar a jugar a un cierto nivel a los 30 años, pero aquí sí”, argumenta.
Cartagena Pretorianos, Almasora Eaglearays, Alicante Sharks o Valencia Giants serán sus rivales en la próxima edición de la Orange Bowl; una competición, que pese a su modestia y su carácter completamente amateur, pretende mantener el sabor y la liturgia del mayor espectáculo deportivo estadounidense. La cosa no pudo comenzar mejor, ya que en primer partido del nuevo curso vencieron a los Cartagena Pretorianos (42-0).
«El cine ha dado una imagen algo exagerada de este deporte y nosotros queremos que los ilicitanos nos vean y nos conozcan» Á. Martínez
Flag
Una de las modalidades que más han llamado la atención de los ilicitanos es el Flag, versión reducida que se disputa en un campo más pequeño y en el que no están permitidos los agresivos placajes. El equipo defensor debe frenar al rival retirando los pañuelos o banderines que llevan los rivales en su cintura.
Los Linces crecen año a año, pero muy lentamente, lamenta Ángel Martínez. “Los chicos prueban, pero muchos se van cuando llega la edad adolescente. Es un deporte caro y eso tampoco ayuda”, señala el alma mater del club, quien señala que los padres no terminan de ver el fútbol americano como un deporte atractivo para sus hijos. “El cine nos ha dado una imagen muy espectacular de este deporte, pero que no es del todo real. Estamos preparados y protegidos para los golpes y no es tan fácil lesionarse”, avisa.
Por los Linces ya han pasado más de 120 jugadores, aunque actualmente el equipo sénior solo cuenta con 19, mientras el Flag apenas dispone de siete. Uno de los problemas con los que se encuentran los Linces es la falta de material en las tiendas de deporte de España. Los jugadores entrenan con corazas, balones y cascos adquiridos en Estados Unidos o en otros lugares de Europa, como Holanda, donde sí hay algo más de tradición.
El objetivo es crear una cantera y que el equipo sénior pueda competir a nivel nacional
La cantera como reto
Otro de los retos de Ángel Martínez y sus colaboradores es comenzar a hacer “cantera” de fútbol americano en Elche. “Queremos captar a chicos de primaria para que conozcan este deporte y poco a poco se vayan involucrando. Sabemos que este trabajo es a largo plazo, pero algunos resultados ya hemos logrado, como aportar jugadores a la selección nacional”, presume.
Además, varios equipos de la Primera División ya se han interesado por algunos de los ´linces`. “La idea es estar en la máxima categoría en dos o tres años para poder competir por toda España”, afirma Martínez.
Sin embargo, los recursos son limitados. El club no tiene un gran patrocinador, aunque sí colaboradores. Los equipos entrenan en el campo de césped del Polideportivo de Altabix y el Ayuntamiento “se porta bien”, según afirma el mexicano, quien desvela que la relación con el rugby de la ciudad, teórica competencia natural, es “buena”. “Nosotros empezamos ahora a crecer y ellos llevan muchas décadas en la ciudad, pero hay comunicación y trabajamos de forma conjunta”, asegura.
Rivalidad con Alicante
Curiosamente, una de las cosas que no cambian, pese a la juventud del proyecto, es la rivalidad con la vecina Alicante y su equipo, los Sharks. “Eso se lleva en la sangre. Los partidos ante ellos son calientes y hay rivalidad en el campo y en la grada, pero sin más. Todos somos deportistas”, explica.
Fuera del tópico ´Hollywodiense`, el mexicano descubre un deporte mucho más intelectual de lo que puede parecer desde fuera. “No es solo fuerza, ni mucho menos. Es un deporte que requiere destreza mental. Hay que memorizar decenas de jugadas, asignar números, encontrar huecos y aplicar la acción más oportuna en cada momento. Hay un dicho que señala que el fútbol americano es un deporte para bestias en el que las bestias no pueden jugar, en alusión a que hace falta mucho más que la fuerza”, argumenta.
Darse a conocer
Ángel Martínez, por último, pide a la sociedad ilicitana que se acerque a los Linces “aunque solo sea para conocerlos”. No duda en recomendar el fútbol americano porque lo considera un deporte que fomenta “la amistad y el compañerismo”. “Te hace crecer y te enseña muchas cosas de la vida. Cuando estás en el equipo es como una hermandad y una familia. Unos se sacrifican, con bloqueos o placajes, para defender a su equipo o proteger a sus compañeros. Se estrechan muchos lazos de amistad”, relata con pasión.
“Solo pido que la gente nos conozca y nos juzgue por ellos mismos. Que nos vean con sus propios ojos, no solo con los del cine”, concluye.