El alumnado y profesorado de los diferentes grupos de 5º curso de educación primaria del CEIP Cervantes de Albatera participaron en el Proyecto “No más vidas robadas ni personas anuladas”.
Óscar Sánchez Ruiz, agente de la policía local de Elche y autor de “No más vidas robadas ni personas anuladas” impulsa entre los colegios e institutos uno de los proyectos más completos que le han convertido en un auténtico referente entre las comunidades educativas.
La amenaza del acoso escolar y ciberacoso es un tema de actualidad que se muestra omnipresente a lo largo y ancho de todo nuestro territorio nacional afectando a miles de alumnos de colegios e institutos.
La prevención, información y sensibilización puede adquirir nuevas metodologías y formas de llegar a nuestros jóvenes, prueba de ello son los innovadores contenidos audiovisuales que se muestran en las charlas junto a las actividades y talleres que dan vida a este proyecto.
Desde que en abril de 2016 comenzó su andadura, esta iniciativa solidaria ha recorrido más de 23.000 km. entre las provincias de Alicante, Albacete, Murcia y Madrid.
El Ayuntamiento de Albatera, dentro su implicación en la lucha contra el acoso escolar y ciberacoso, quiso que por segundo año el Proyecto “No más vidas robadas ni personas anuladas” visitara la localidad de la vega baja.
La concejalía de educación, a través de su concejala María Amparo Pérez Berná, pretenden ayudar a través de este tipo de iniciativas a que los niñas y niñas interioricen aquellos valores que van a favorecer las sanas relaciones dentro de las aulas creando espacios seguros, libres y sin desigualdades.
Una jornada muy enriquecedora que comenzaba con las charlas de prevención y sensibilización del acoso escolar e información sobre el ciberacoso y uso responsable de las redes sociales donde el alumnado y profesorado han estado muy motivados y participativos.
Más tarde, el protagonismo lo tuvieron las actividades y talleres de “El refugio”, “Aula amiga”, “Mirarse al espejo” y “El otro lado del espejo” donde tanto el alumnado y profesorado pudieron trabajar de manera dinámica para tomar conciencia del problema y que hicieran del mismo su fortaleza, una oportunidad de ser agentes del cambio social para revertir una situación injusta y que les puede perjudicar a todos en su día a día.
Se pretende conseguir que los jóvenes sepan gestionar las emociones ante los fracasos y habilidades para sobreponerse a las adversidades de la vida, a la vez que busca potenciar las habilidades sociales para la resolución de conflictos donde se evite la violencia física o verbal y se anime a dialogar.
La pérdida de seguridad y confianza repercutirá de forma negativa en el desarrollo de su personalidad, de ahí que una de las finalidades de las charlas fue la de facilitar a los alumnos herramientas para saber detectar y desenvolverse en un supuesto caso de acoso escolar tanto en el papel de víctima o testigo así como de ayuda en los casos de ser el acosador.
Con la metodología práctica de los talleres se les ofreció la posibilidad de utilizar el diálogo y los debates en grupo para poner en orden ciertos comportamientos o actitudes invitándoles a que participaran de manera activa y se sintieran parte esencial en la solución del problema.
Con los debates y la puesta en común de los resultados de las actividades, aprovechando esa participación activa, se continuó con una serie de juegos de role-playing de los alumnos con su grupo de iguales para desarrollar habilidades socio cognitivas sobre la violencia y fomentar su preocupación por los demás. Con este método se pretendía que interiorizaran las ideas principales de la charla y las pusieran en práctica de inmediato.
El autor del proyecto buscaba la implicación del alumnado en ese trabajo preventivo, además de empoderarlos dentro de su grupo de iguales para fomentar el trabajo en equipo, donde todos y cada uno tuvieran cabida para mostrar sus habilidades y cualidades en beneficio común evitando con ello todo tipo de exclusión.
Con la finalidad de promover ese trabajo en equipo así como fomentar la innovación y creatividad, los alumnos y alumnas participaron en “Aula amiga”.
Se buscaba que los alumnos entendieran y comprendieran que el hecho de marginar en clase o de excluir a compañeros de la comunidad escolar puede ser el comienzo de un episodio de acoso escolar. Para evitar esas conductas se trabajó la empatía con los alumnos así como hacerles ver la importancia de trabajar en equipo, fomentar el compañerismo y comportarse como un grupo sin fisuras donde no tenga cabida ningún tipo de desigualdad o discriminación.
Esta actividad les permitió mostrar ese compromiso cuando cada uno de los alumnos y alumnas personalizaron con sus nombres unas piezas de madera con las que formaron un puzle. Cada una de las clases pudo confeccionar su propio puzle con el que mantener ese ambiente cordial y promover sanas relaciones de respeto mutuo.
Ese gran puzle de cada grupo se colgará en las clases, a la vista de todos y cada una de las piezas deberán mantenerse siempre unidas a las otras, si un compañero o comapñera sufre algún comportamiento violento físico o verbal, o se les excluye del entorno escolar esa pieza personalizada irá fuera de ese puzle, por lo que será un equipo incompleto donde un compañero estaría sufriendo.
Es el segundo año donde el CEIP Cervantes participaba en el mencionado proyecto y Rafael González Hernández, director del centro escolar, agradecía el trabajo llevado a cabo por parte de Óscar Sánchez Ruiz con la comunidad educativa y hacía un balance muy positivo de la experiencia a través de sus palabras “esta actividad la valoramos muy positivamente porque es un tema de actualidad, que genera situaciones de diverso índole en el alumnado que pueden ser prevenidas”.
María Amparo Pérez Berná también quiso sumarse a ese agradecimiento hacia el agente policial, reconociendo el destacado y necesario trabajo de información, prevención y sensibilización que lleva a cabo de manera solidaria y altruista con su proyecto en los colegios e institutos así como los brillantes resultados que está consiguiendo en todas las localidades que visita.
La concejala de educación de Albatera aprovechó para recordar que “una educación pública de calidad que apueste por la igualdad de oportunidades y se asegure una plena inclusión en sus aulas solo se consigue desde la coordinación, compromiso y esfuerzo conjunto de todas las comunidades educativas como son el profesorado, alumnado, familias y administraciones”.