Entrevista > Juan Manuel Flores / Integrador social y coordinador del taller de memoria (Elche, 15-junio-1978)
El miedo a perder la memoria es algo muy común, ya que el número de olvidos aumenta a medida que se cumplen años.
El ritmo de vida actual, y el desconocimiento en muchos casos, provoca que las personas más jóvenes no presten toda la atención a ejercitar su cerebro. De hacerlo, podrían favorecer el retraso de la aparición de problemas posteriores, o mantener en buen estado las funciones cognitivas durante más tiempo cuando lleguen a cierta edad.
«Los olvidos son pequeñas lagunas mentales habituales a cualquier edad»
Pequeñas lagunas
Los olvidos son pequeñas lagunas mentales habituales a cualquier edad. Estas situaciones, sin embargo, no suelen guardar relación con patología alguna. Son los denominados olvidos benignos que, eso sí, conviene atajar cuanto antes.
Juan Manuel Flores es el responsble, desde hace años, de los talleres de memoria que se realizan por parte de la concejalía de Sanidad en Santa pola, y que se están impartiendo en estas fechas.
«La atención es una capacidad que se puede entrenar y mejorar día a día»
¿Existen trucos o técnicas para intentar no perder la memoria con el tiempo?
La mayor parte de los olvidos se deben principalmente a la falta de atención. Tenemos la mente muy dispersa y estamos pensando en mil cosas a la vez, esto distrae nuestra atención y hacemos cosas de forma automática o semiautomática que el cerebro no registra adecuadamente porque está pensando en otra cosa.
Los olvidos, en muchos casos, no son producidos por fallos neuronales o del cerebro, sino por fallos de atención. Y la atención es una capacidad que se puede entrenar y mejorar día a día.
«Cualquier tipo de actividad mantiene despierta la mente»
¿Cómo se mantiene activa la mente?
Cualquier tipo de actividad mantiene activa la mente, pero es preciso que hagamos el esfuerzo de mantener la atención en la actividad presente que estamos haciendo, poniendo todos nuestros sentidos en ello y dejando otros pensamientos para otro momento.
De este modo iremos acostumbrando poco a poco al cerebro a fijar la atención en un punto y a no distraerse. Pasear, pintar, escribir, leer, hacer pasatiempos, cantar, hablar con otras personas, escuchar la radio… cualquier actividad cotidiana facilita el funcionamiento mental.
¿A qué edad se debe empezar a practicar ejercicios mentales?
El cerebro funciona desde, incluso, antes del nacimiento. Está en todo momento funcionando, no hay edad para preocuparse por el, sino que debemos cuidarlo y ejercitarlo durante toda la vida.
Lo que ocurre es que mientras estamos en activo (trabajando, estudiando, cuidando a otras personas, ocupándonos de responsabilidades…) está funcionando, pero cuando llega la tercera edad el ritmo de vida desciende, y con ello la actividad mental.
Por otro lado empiezan a notarse los achaques de la edad, no solo el deterioro, también la depresión, la baja autoestima y la falta de relaciones sociales que afectan al rendimiento intelectual. Por eso los talleres suelen centrarse en este grupo de edad, pero, a decir verdad, deberían hacerse mucho antes.
¿Los móviles, y en general la tecnología, son perjudiciales?
Las nuevas tecnologías son un avance y no podemos prescindir de ellas. De hecho para las personas mayores aportan muchas mejoras.
Yo recomiendo que antes de utilizar el móvil intentemos mentalmente recordar el número de teléfono al que queremos llamar, o hacer mentalmente el trámite antes de usarlo, porque la tecnología puede ser un aliado o puede perjudicarnos mucho ya que nos hace vagos a la hora de recordar cosas y utilizar el cerebro, lo que provoca deterioro mental.
¿Qué despistes o señales deben ponernos alerta?
Tener olvidos es normal. Todo el mundo los tenemos y por eso no hay que alarmarse. El problema viene cuando los olvidos son recurrentes y muy seguidos.
Por ejemplo, sería importante consultar al médico si la persona pregunta varias veces la misma cosa en un periodo de tiempo muy breve, cuando se quede en blanco por no saber qué hacer o decir en situaciones cotidianas o sencillas recurrentemente, aparece desorientación espacial y se puede perder en lugares conocidos, aparecen problemas en el lenguaje o no se reconoce a personas cercanas aunque sea momentáneo.
Pero yo añadiría a las personas que viven solas, aquellas que no salen a la calle habitualmente, quienes se sienten tristes o depresivas y quienes tienen problemas de movilidad. Todos estos indicadores hacen incluir a las personas que los padecen en riesgo especial y merecen una atención más cercana.
¿Qué profesiones son las que más conservan activa la memoria?
Aquellas profesiones que han requerido mantener la mente más activa son las que propician, en términos generales, que la persona tenga la capacidad cognitiva más activa en la vejez.
También influye el estilo de vida que lleve. Personas que han desarrollado actividades que han requerido estudiar mucho o recordar muchos datos, o estar innovando, son más fáciles de mantener un buen nivel cognitivo.
¿Qué consejos daría a quienes se enfrentan a exámenes?
No hay una técnica estándar. Cada persona debe aplicar los recursos que mejor le funcionen.
Los especialistas dicen que es importante seguir el siguiente funcionamiento: lectura comprensiva, esquema y resumen. Pero a fin de cuentas de lo que se trata es de trabajar los textos a memorizar y entenderlos para poder asimilar bien la información.
Hay a quien se le da bien escribirlo una y otra vez, a otras personas repetirlo en voz alta, hay quien se lo graba en un audio y lo escucha durante todo el día… pero nada de lo anterior será efectivo si no se presta atención a lo que se está haciendo.
¿Aunque se repita varias veces?
Sin fijar el punto de atención mucha información se pierde por mucho que leamos una y otra vez el texto. Si estamos pensando en otra cosa, la información no acaba de asentarse en nuestro cerebro.
Por eso es falso lo que dicen muchos jóvenes que ellos estudian mejor escuchando música o viendo la tele. No digo que no puedan recordar datos en esas circunstancias, pero optimizarían mucho más el tiempo y la información si dedicaran toda la atención en exclusiva a lo que están haciendo.