Entrevista > Sally Cortés / Escritora, activista y mediadora social en Arakerando (Alicante, 27-abril-1984)
Sally Cortés es una mujer gitana de hoy que rompe moldes. Activista, escritora y defensora de los derechos de las mujeres gitanas, trabaja como mediadora social en la asociación de mujeres gitanas Arakerando.
Acaba de publicar su primera novela ‘Cuando callan las estrellas’. Una historia cargada de racismo, prejuicios y amor donde la protagonista es una gitana. La presentación oficial es el 12 de marzo en la sala de conferencias de la Universidad de Alicante de la calle San Fernando.
Orgullosa de ser gitana
Siempre quiso estudiar, pero su padre le dijo que eso no era cosa de mujeres. Afortunadamente con el tiempo lo ha conseguido, y ahora compagina su trabajo y sus tres hijos con sus estudios de lengua y literatura en la Universidad de Alicante.
Se siente orgullosa de ser gitana, pero se declara activista para luchar contra las trabas que les siguen poniendo en su cultura para desarrollarse como personas.
Estudiar se convirtió en un sueño que hasta hace poco no ha podido ser realidad. ¿Qué ha supuesto para ti?
Siempre quise estudiar, fue algo que me gustaba desde que era una niña, pero las distintas circunstancias no me lo permitieron hasta que hace siete años decidí prepararme para la prueba de acceso a mayores de 25 años.
A causa del trabajo, mis niños y el poco tiempo que me quedaba, no di el paso definitivo hasta este pasado septiembre, cuando, por fin, me matriculé en el grado de Español: lengua y literatura, es decir, filología española, en la Universidad de Alicante.
«En la universidad hay más gitanas que gitanos»
Se habla mucho de la cultura gitana con respecto a las mujeres. ¿Qué es lo que te gusta y lo que no de ella?
De mi cultura me gusta todo, estoy orgullosa de ser gitana, de mis costumbres y de mis raíces, pero si tuviera que poner una pega la enfocaría a la mujer gitana y a sus muchas limitaciones a la hora, por ejemplo, de estudiar o de tomar sus propias decisiones.
Aunque también es cierto que cada vez esto ocurre menos. Por ejemplo, dentro de la Universidad el alumnado gitano es más femenino que masculino.
«No existe nada peor que desear hacer algo y que te lo impidan con la única excusa de que eres una mujer»
A ti tu padre, en pocas palabras, te dijo que estudiar no era cosa de mujeres. ¿Cómo te lo tomaste?
Mal, y más cuando es injusto. No existe nada peor que desear hacer algo y que te lo impidan con la única excusa de que eres una mujer. Y yo creo que no es todo por el hecho de ser una decisión machista, sino por la extrema protección de la que estamos rodeadas las mujeres gitanas.
«Para muchos, la vida de la mujer gitana es un absoluto tabú»
¿Qué nos puedes avanzar de tu novela?
´Cuando callan las estrellas` es una historia impregnada de racismo, prejuicios, amor y una sutil pincelada de fantasía. El personaje principal es una joven ´gypsia` (gitana) que se encuentra en diferentes situaciones a lo largo de su primera toma de contacto fuera de su familia, su refugio, su protección.
Para muchos, la vida de la mujer gitana es un absoluto tabú a la que solo se le atribuyen los estereotipos marcados por una sociedad que en realidad desconocen. No conocen más que una mujer sumisa, ignorante, que se debe a su marido, a su padre o a cualquier miembro masculino, pero en la novela se cuenta lo que en realidad somos, lo que sentimos, por lo que peleamos, cómo vivimos y lo poco que saben en realidad sobre nosotras.
¿El machismo es un hecho entre los hombres gitanos?
Machistas existen en todas las culturas habidas y por haber; por supuesto que hay hombres gitanos machistas, pero como he contado al principio sobre todo es un tema de sobreprotección hacia nosotras.
¿Por qué se le sigue dando tanta importancia a la virginidad?
La virginidad forma parte de la cultura gitana, como el respeto hacia nuestros mayores, es algo que nos identifica, sin embargo hay opiniones de todas clases respecto a este tema.
Hay quien se siente orgulloso, y hay quien está completamente en contra. Yo prefiero reservarme mi opinión.
Tu marido también es gitano… ¿Cómo lleva el hecho de tener una mujer tan avanzada con respecto a otras gitanas?
No le ha quedado más remedio que avanzar junto a mí, porque esto es cosa de dos. Él, además, es músico, y los artistas de alguna manera llevan otro tipo de vida y entienden lo que significa querer vivirla a tu manera y acorde con los tiempos.
¿Cómo es la mujer joven gitana de estos tiempos?
Es más valiente, más independiente, con ganas de mucho más, y en la mayoría de los casos ya con el apoyo de los padres, que es la pieza fundamental para que esto continúe avanzando por el buen camino.
Acaba de ganar un Goya una película con dos mujeres gitanas lesbianas como protagonistas. ¿Cómo se trata a los homosexuales entre vuestra gente y especialmente si son mujeres?
Aún es un tema bastante ´innombrable`. Sin embargo, creo que no conozco ninguna familia donde no se haya dado un caso semejante, y donde finalmente son uno más.
¿Cuáles son los problemas a los que os enfrentáis en la asociación Arakerando y cuál es tu papel?
Yo soy una de las mediadoras sociales y, junto a mis compañeras y a una jefa ejemplar, nos enfrentamos a todo lo que nos venga. Apostamos firmemente por el empoderamiento de la mujer, y a través de distintos talleres lo intentamos día a día.
Nuestro papel es el de romper todos los estereotipos que cargan sobre nuestros hombros y que conozcan a la auténtica mujer gitana.
¿A que se enfrenta una activista gitana?
Siempre me gusta decir lo mismo. Ser mujer, hoy por hoy, supone una constante lucha por nuestros derechos, un duro trabajo que no se detiene en ningún momento. Pues bien, ser mujer y gitana activista, tiene doble trabajo, porque no solo debemos luchar por nuestros derechos, sino que debemos enfrentarnos a diario con nuestro entorno, y en la mayoría de los casos nos miran con recelo por ser diferentes.