Reducir el tiempo de uso de videojuegos entre adolescentes, ayudar a controlar el malestar por no jugar y el impulso a hacerlo, así como enseñar técnicas para el mantenimiento de la abstinencia o el uso controlado son los objetivos del estudio piloto que ha iniciado la Clínica Universitaria de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. Este programa gratuito, dirigido por el catedrático José Pedro Espada, se va a aplicar grupalmente durante ocho sesiones con una frecuencia semanal y está dirigido a adolescentes entre 14 y 16 años.
Según los investigadores de la UMH, el nivel de sofisticación de los videojuegos ha aumentado enormemente. El potencial adictivo y de conducta de abuso es, actualmente, mayor al haberse dotado de una alta dosis de atracción para el adolescente. La edad promedio en la que se comienza a usar videojuegos son los 11 años, con un 66% de chicos y un 41% de chicas que juegan a diario.
Existen datos abundantes acerca de las consecuencias negativas del abuso de los videojuegos, tanto a nivel psicológico, conductual y fisiológico, que incluyen los problemas de la conducta sedentaria, el aumento de cortisol, la hipertensión, la obesidad y los trastornos metabólicos. Este tipo de adicción conductual presenta características muy similares a las conductas adictivas a sustancias, que se resumen en dependencia, impulso por jugar, malestar por no poder hacerlo y afectación a otras áreas vitales
Los padres interesados en participar en este estudio pueden hacerlo respondiendo a un cuestionario online, con el que podrán conocer si la situación de su hijo/a es de adicción: https://www.e-encuesta.com/r/N_UJrEH0z-MUDqv94Pw70w/. Los casos susceptibles de tratamiento serán contactados para una valoración detallada y la posible participación en este estudio piloto donde se va a evaluar por primera vez este protocolo terapéutico.