Entrevista > Raúl Rodríguez Ramos (Barakaldo, 4-abril-1979)
Raúl Rodríguez Ramos, vecino de Torrevieja, ha conseguido finalizar su reto. Una aventura que comenzó el día 12 de enero en Agadir (Marruecos) y finalizó el día 5 de marzo en Dakar (Senegal).
En menos de 30 días consiguió recorrer las 40 etapas previstas en este reto, atravesando tres países con su bicicleta: Marruecos, Mauritania y Senegal.
Hablamos con su protagonista, para que nos cuente lo vivido y lo conseguido con este reto solidario.
Antes de comenzar el reto te planteaste la opción de abandonar esta iniciativa. ¿Qué ocurría?
El proyecto necesitaba de una financiación económica, no muy grande pero vital para llevarse a cabo. Era necesario costear viaje, transporte, estancia, alimento, etc.
Yo contaba con una pequeña partida económica propia, pero no era suficiente y en esos momentos veía muy próxima la fecha de inicio del proyecto y aún no contaba con ningún patrocinador.
¿Finalmente obtuviste esa financiación que necesitabas?
Por fortuna sí. A última hora, y gracias a la colaboración y solidaridad de empresas como Decathlon La Zenia, Neumáticos Torrevieja, Tabisam, Cinco Lobitos y las donaciones de personas anónimas, el proyecto pudo ver la luz y materializarse.
¿Has tenido muchos problemas para dormir y comer durante la travesía?
He dormido en múltiples lugares como bares, al raso en el desierto, pequeños hoteles e incluso pegado a los calabozos de una comisaría marroquí.
En cuanto a la comida, llevaba lo justo y no siempre disponía de agua, me veía obligado a aprovisionarme cada vez que podía; e incluso en alguna ocasión me vi muy escaso por dar la mayor parte de mis alimentos a los niños de algunos campamentos en Mauritania.
«Mauritania es un país que carece de recursos y se hace complicada la vida allí, daba mis alimentos a niños durante mi travesía”
¿Qué lugar es el que más te ha gustado?
Podría decir que Marruecos es el país más placentero para volver. Senegal también es un país precioso en muchas zonas, e incluso Mauritania posee paisajes verdaderamente hermosos, sin embargo, a éste último dudo bastante que volviese. Desgraciadamente es un país que carece de recursos básicos y se hace muy difícil vivir allí.
«Me confundieron con un delincuente español en la frontera de Mauritania con Senegal y me tuvieron retenido»
¿Cuál ha sido el momento más duro de la travesía?
Sin duda cuando crucé la frontera de Mauritania con Senegal. Me confundieron con un delincuente buscado en Mauritania por la Interpol, que casualmente se llamaba como yo y también tenía nacionalidad española.
Fueron momentos de muchos nervios. Me retuvieron allí y me tuvieron visionando fotos de archivo de delincuentes hasta que prácticamente tuve que huir atravesando el río Senegal.
«Me he cruzado con gente realmente amable, dispuesta a ayudarte en la medida de lo posible»
¿Con qué te quedas de la experiencia?
Me he sentido muy apoyado por muchas personas desde el principio, durante y al final del reto. Me quedo con ellas y con la mayoría de las personas que me he ido encontrando en el camino. Me han mostrado una generosidad sin límites.
¿Qué has echado más de menos durante el reto?
Una pregunta muy fácil de contestar, mi hija, desde luego. Ella fue la principal causa por la que me decidí a hacerlo y ha estado muy presente en mi mente durante la travesía.
¿Y qué ha significado para ti llevar a cabo este reto?
Ha sido como resolver una deuda pendiente con mi corazón y con mi madre, he intentado aportar mi granito de arena a la investigación de la leucemia.
Durante este tiempo he tenido el privilegio que muchas personas no tienen en su vida en el día a día, tiempo para reflexionar, para hablar conmigo mismo y meditar sobre la vida y como quiero y/o debo caminar por ella.
Cuéntanos una anécdota de la travesía
La más impactante es la de la frontera de Mauritania cuando me confundieron con un delincuente, pasé la noche en un edificio semi abandonado sin agua y en unas condiciones realmente malas.
A la mañana siguiente, y supongo que debido a los nervios y las ganas de salir de allí, me caí por las escaleras del edificio y la bicicleta me golpeó el cuello temiéndome lo peor. Afortunadamente no ocurrió nada.
El principal objetivo del reto era recaudar dinero para la fundación Josep Carreras, para la investigación en la lucha contra la leucemia. ¿Qué recaudación has conseguido?
En un principio, y gracias a las donaciones, se lograron algo más de 800 euros. Afortunadamente esa cifra ha aumentado gracias a una grandísima donación por parte del Centro Comercial Zenia Boulevard (Cetrus) de más de 2.000 euros para el proyecto solidario ‘La Gran Travesía contra la Leucemia’.
¿Volverías a hacer un reto solidario en bicicleta?
Aún considero que es muy temprano para pronunciarme al respecto; es momento de asimilar todo lo vivido. Además, éste año me he propuesto como objetivo la culminación de una novela en la que llevo trabajando tres años.