La historia del ilicitano José Carlos Núñez es un ejemplo de que la constancia y la fe son fuerzas capaces de derribar todo tipo de barreras. Con 36 años, una edad nada habitual en el pelotón internacional, José Carlos ha rematado su sueño de ser ciclista profesional.
Lo hará defendiendo el maillot del Continental Guerciotti-Kiwi Atlántico, equipo gallego dirigido por el profesional Enrique Salgueiro. Se trata de un conjunto modesto, de tercer nivel dentro del pelotón UCI, pero con hambre, orgullo e ilusión para agitar cualquier carrera. “He alcanzado un sueño y por suerte he encontrado un hueco”, afirma Núñez, quien ya tuvo esta experiencia en 2017.
Inicio del camino
Pero lo que hace increíble la historia del ilicitano no es la meta conseguida, sino el camino recorrido hasta ella, ya que durante diez años de su vida, y tras haber deslumbrado como una prometedora promesa, se vio obligado a colgar la bicicleta.
“Yo comencé a hacer atletismo con nueve años, pero siempre me gustó la bici. A los 18 comencé a realizar duatlones -prueba que mezcla bicicleta y atletismo-«, relata el ilicitano, quien se hizo especialista en las pruebas de media distancia de atletismo, como 800 y los 1.500 metros.
«Para mí estar aquí es un sueño” J. C. Núñez
Empezando su sueño
José Carlos se sintió cada vez más atraído por el ciclismo, pero cuando estaba en categoría Elite, la antesala del profesionalismo, tuvo que dejarlo por problemas personales al no poder conciliar su vida familiar con el deporte al más alto nivel. “Fui padre muy joven y no podía dedicarme al ciclismo de forma exclusiva”, rememora.
Pasó diez años en barbecho, en los que solo corría “por hacer deporte y para cuidarme”. Pero un día pasó la Vuelta a España por Santa Pola y esa fue la chispa que prendió su regreso. “Mi mujer vio mi cara de pena al ver pasar el pelotón y fue la que me empujó a volver. Me animó a comprarme una bicicleta y a intentar recuperar mi sueño de ser ciclista”, relata el ilicitano, que pasó de correr pruebas sub23 a otras para mayores de 30 años.
Éxitos en el duatlón
Decidió regresar al duatlón con unos resultados inmejorables. Logró ser campeón de España en grupos de edad, con el mejor tiempo absoluto en ciclismo y también ganador del campeonato autonómico. Lo más sorprendente es que su cuerpo, pese a la década de actividad relativa, se adaptó de forma admirable a la nueva exigencia física.
“Me parece increíble cómo el cuerpo aguanta y se adapta a todo lo que uno le somete. Yo creo que tengo una parte física que me hace ser un privilegiado, pero sobre todo es culpa de la motivación o la inspiración. No es normal, salvo excepciones, que haya gente de mi edad en el pelotón”, confiesa José Carlos, quien garantiza que actualmente se “cuida más y mejor que cuando era joven”. “Creo que las fuerzas que no quemé cuando era joven son las que me quedan aún en las piernas”, bromea.
El ilicitano admite que aportará «experiencia e ilusión» a su equipo
´Abuelo` del pelotón
Ser el ´abuelo` del pelotón no supone ningún complejo al ilicitano, que se considera un privilegiado por compartir espacio y profesión “con corredores a los que hace poco veía en la tele”. “Yo tengo una ventaja con respecto a los chavales, ya que tengo una vida estable y nadie me exige nada. Para mí estar aquí ya es un premio. Gracias a eso puedo competir con pasión e ilusión”, explica José Carlos.
También recuerda con especial cariño su debut en la Vuelta a Murcia de hace dos años, en la que coincidió con Alejandro Valverde, actual campeón del Mundo de ciclismo, al que define como “el mejor ciclista de la historia de España”. “Tengo una foto rodando junto a él y aún no me lo creo. No tardaré en enmarcarla”, asegura el ilicitano, quien de joven era fan de la ya desaparecida escuadra Kelme.
«Me siento mejor que nunca, y en esta primera parte de la temporada me quiero exigir y ser protagonista» J. C. Núñez
Retos
Para 2019, el ilicitano no se marca otros objetivos que “disfrutar y ayudar al equipo” con su experiencia. “Estoy mejor que nunca, y en esta primera parte de la temporada me quiero exigir y ser protagonista. Quiero subir al pódium ya sea con algún premio especial, como combatividad, montaña o lo que sea. Y destacar en alguna etapa”, asegura.
Y es que las victorias en el pelotón internacional están muy caras y hay mucho “gallo”. “Ojalá pueda pillar algo, pero ganar es muy complicado. Hay que ser realista. Con coger alguna fuga y dar imagen del equipo y dejarse ver ya estaría bien”, señala el ciclista, quien destaca la importancia que para los equipos modestos tiene “chupar cámara” durante algunos kilómetros para compensar la inversión del patrocinador.
Sin embargo, algún que otro éxito acumula ya en sus vitrinas y palmarés, como ser ganador de los esprints especiales en la Vuelta a Alicante o la medalla de plata en la contrarreloj del Campeonato Autonómico.
Asesor deportivo
El ilicitano, que combina el ciclismo con su otra actividad profesional, el asesoramiento deportivo, ha sido clasificado por los medios especialistas como un corredor “rodador, todoterreno y gregario”, un rol con el que se siente cómodo.
“Soy de los que se ponen a remar siempre para el equipo. Al final cuando eres un rodador tienes que hacer muchas cosas bien, como subir y bajar rápido, provocar los abanicos o tirar para coger las fugas. En mi caso, además, por la experiencia dirijo un poco a los más jóvenes del equipo desde el pelotón”, explica.
Próximos objetivos
La Vuelta a Madrid, la Vuelta a Asturias y las tres grandes clásicas del País Vasco son los próximos objetivos del ilicitano, quien realiza una media de entre 560 y 600 kilómetros de entrenamiento (unas 20 horas) durante las semanas en las que no hay competición.
El lugar elegido para sus entrenamientos es la provincia de Alicante. “Vivimos en la mejor zona del Mundo. Todos los equipos y estrellas del pelotón vienen aquí a entrenar y yo tengo la suerte de que es mi casa”, explica. Las carreteras de Agost, Castalla, Onil, Tibi y el alto de El Maigmó, entre otros, son algunos de los recorridos habituales del ilicitano.
Confiesa que dentro del pelotón hay jerarquías que marcan los favoritos y sus equipos, pero José Carlos no se intimida por los galones o títulos y busca siempre estar bien colocado. “Uno se lo tiene que creer y buscar su hueco. Hay que respetar las jerarquías y a los ´gallos` y a sus equipos. A veces los grandes no quieren tenerte ahí, justo detrás, por lo que hay que ganarse el puesto a base de codos”, afirma.
Viajando por el mundo
El ciclismo le ha dado a José Carlos la oportunidad de cumplir un sueño, pero también de viajar por gran parte del Mundo. Asegura que, pese al sufrimiento, intenta disfrutar del paisaje y de la naturaleza de los lugares por los que discurre la carrera. “Intento sacar el máximo jugo a toda esta experiencia y fijarme en todo. Los Alpes, por ejemplo, son una tortura para el ciclista, peo son unos escenarios tan bonitos… “, señala el ilicitano, quien reclama más apoyo de las instituciones para fomentar el ciclismo de base.
José Carlos, el quinto ilicitano que da el salto al profesionalismo, no se marca fecha de caducidad en el pelotón y resume su experiencia vital con una frase poco original, pero que en su caso se ha cumplido a rajatabla: “uno puede conseguir todo lo que quiera si se lo propone”. Palabra de ciclista.