Son días de pasión, de recogimiento, de dolor, de silencio, de liturgias, una cita marcada en rojo en el calendario de todos los cristianos y una de las celebraciones más profundas y arraigadas que tienen lugar en España. La Semana Santa es la conmemoración cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, que se inicia el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección.
Durante esos días, las calles y plazas de todos los pueblos y ciudades de la geografía española se abarrotan de fieles. Una atmósfera de fervor impregna el ambiente de un aroma especial a incienso, regalando escenas cargadas de fe. Es también la culminación a todo un año de trabajo de muchas personas que, con dedicación y sacrificio, se entregan, literalmente hablando, cien por cien en cuerpo y alma.
En toda España
La Semana Santa que se celebra a lo largo y ancho del país llama la atención por su singularidad, y posee un acentuado carácter religioso y espiritual. Miles de personas abarrotan las calles de las grandes ciudades. Procesiones como las de Sevilla, Málaga, Valladolid, Murcia, Cuenca o Zamora, muchas de ellas declaradas Fiestas de Interés Turístico Internacional, son lugares de encuentro para los cristianos.
Algunas de las imágenes que recorren los principales cascos históricos, muchas de ellas con siglos de antigüedad, son excepcionales obras de arte barroco ejecutadas con un gusto exquisito por los más reputados escultores.
Provincia de Alicante
Sin necesidad de irse muy lejos, en nuestra provincia también tenemos procesiones de reconocido prestigio, algunas de referencia internacional y tan conocidas como las de Elche, Crevillent, Torrevieja o Alicante capital, que atraen a miles de turistas todos los años.
Circunscribiéndonos a Petrer, aquí las procesiones no son tan espectaculares como las de otras localidades de nuestro entorno. La Semana Santa petrerí es más pequeñita, mucho más austera y, desgraciadamente, apenas goza de la atención que se merece, engullida por los Moros y Cristianos y las fiestas patronales de octubre, las otras grandes fiestas locales.
Llama poderosamente la atención el carácter casi invisible que tiene esta celebración, en contraste con otros pueblos en los que la Semana Santa se mima con esmero y ocupa un lugar de preferencia. En Petrer no hay cofradías de Semana Santa propiamente dichas, es la cofradía de la Virgen del Remedio la que se encarga todos los años, no sin gran esfuerzo, de organizar las procesiones que recorren la localidad.
En Petrer la Semana Santa pasa desapercibida frente a otras fiestas de marcado carácter local
Pasando desapercibidas
Su vicepresidente, Alberto Montesinos (Petrer, 15-11-1958), que cumple 30 años como miembro de la Cofradía, ha compartido con nosotros sus preocupaciones en torno a una Semana Santa a la que califica de “austera”, y a la que no ve todo lo bien que le gustaría.
Para Montesinos, uno de los problemas estriban en el casi nulo interés del que gozan aquí las procesiones, sobre todo entre los más jóvenes, alejados de una tradición que concretamente en Petrer ha pasado desapercibida a lo largo de los tiempos. “Siempre ha sido así”, dice. “En los años 50 del siglo pasado, se intentó revitalizar la fiesta incorporando capuchinos a las procesiones, pero aquello no cuajó y en el plazo de cinco o seis años se terminó prescindiendo de ellos”.
La falta de interés de los jóvenes, las vacaciones, y lo poco vistosas que son las procesiones en Petrer, claves para entender la poca afluencia de público
Falta de espectacularidad
“Nunca se ha vivido la Semana Santa igual que en otras poblaciones de nuestro entorno, como Monóvar, Elda o Villena, la gente no muestra interés por una fiesta que habría que conservar”, se queja amargamente el vicepresidente, quien reconoce que parte de esta falta de apego hay que buscarla en unas procesiones “poco vistosas”.
En Petrer, continúa, “las procesiones no son para contemplarlas, no son nada espectaculares, es por ello por lo que la gente prefiere marcharse de vacaciones y disfrutarlas en otras localidades”.
«Ningún año han dejado de salir las procesiones, pero existe la posibilidad de que algún paso llegue a desaparecer» A. Montesinos
Peligro real de desaparición
Los jóvenes, explica, no muestran especial afecto por las procesiones, y a las personas mayores, que son las más involucradas, les cuesta mantener el ritmo de trabajo que una fiesta de estas características requiere. “Una de las cosas que más pena me da es el poco público que acude el Domingo de Resurrección a ver la Procesión del Encuentro entre la Virgen del Remedio y Jesucristo bajo palio, una procesión muy bonita que mucha gente ni tan siquiera conoce”, se lamenta.
Tanto es así, que Montesinos alerta de que si no cambia la tendencia, las procesiones de Semana Santa en Petrer corren incluso el riesgo de desaparecer a corto plazo: “cada vez vienen menos a verlas, y es una lástima no ver respuesta por parte de la gente, es frustrante, te desmoralizas porque no ves apenas a nadie a lo largo del recorrido. Hace 12 años las procesiones estuvieron a punto de desaparecer, aunque finalmente logramos salvarlas, pero si esto sigue así, algunos de los pasos, como el del Santo Entierro del Viernes Santo, se van a terminar perdiendo”.
A pesar de ello no pierde la fe: “yo lo vengo advirtiendo desde hace tiempo, si durante unos años no podemos salir a la calle, no pasa nada, no se sale”.
«Es desmoralizante ver a tan poca gente a lo largo del recorrido» A. Montesinos
Manteniendo la tradición
Alberto Montesinos tiene claro que si las procesiones siguen adelante es por el empeño constante que se pone desde la cofradía de la Virgen del Remedio. “Nosotros somos los que hacemos todo el esfuerzo, el montaje de las imágenes, el arreglo floral, y afortunadamente contamos con la ayuda de la Mayordomía del Cristo, que en algunos casos somos los mismos. De lo contrario, seguramente no existirían procesiones en Petrer”.
A pesar de esta difícil situación, el trabajo que se hace para salir por las calles de la localidad no es menor: “realizamos un trabajo muy grande en Semana Santa, nos tiramos días vistiendo las imágenes, limpiándolas, sacando los pasos y luego, una vez finalizado, volvemos a guardarlo todo de nuevo”.
Domingo de Ramos
La dedicación a esta labor es fundamental para continuar con esta tradición. Para el vicepresidente, uno de los actos “más bonitos” de la Semana Santa en Petrer es el Vía Crucis, que se desarrolla por el casco antiguo y que este año cumple su décimo aniversario.
Por otro lado, el que más público tiene es el Domingo de Ramos, que en esta ocasión llega hasta la parroquia de la Santa Cruz. Otra procesión que también goza del fervor del poco público que acude, quizá por celebrarse por el casco antiguo y ser más recogida, es la del Silencio, el Jueves Santo por la noche.
Echando la vista atrás
Alberto Montesinos, quien también es diseñador de trajes de Moros y Cristianos, ha recordado la época en la que entró en la cofradía de la Virgen del Remedio, hace ya tres décadas. Asegura categórico que en aquel entonces la Cofradía se encontraba en serias dificultades, “casi deshecha”, pero gracias a la gente joven que llegó en ese momento, se consiguió “revitalizar”.
Eran en su mayor parte gente mayor, recuerda, y casi no había ningún hombre, “hoy somos alrededor de 40 personas, 20 camareras y 20 mayordomos, aunque los que nos ocupamos de la Semana Santa somos muchos menos, apenas la mitad”, explica.
Otro de los activos con los que cuenta Petrer y que ha querido destacar Montesinos, es su patrimonio religioso. Nuevamente la Cofradía ha sido la que ha realizado la labor de restaurar todos esos objetos de arte sacro, desconocidos para el común de los ciudadanos, y con unas piezas realmente “únicas”, como una Custodia de hace más de 200 años, realizada por el mismo orfebre que trabajó en la Catedral de Orihuela, o cálices antiguos, con un valor histórico incuestionable.
Entrevista > Antonio Almendros / Costalero
Los pasos desde dentro
Los costaleros son parte fundamental en las procesiones de Semana Santa. Sin ellos las imágenes no saldrían. Muchos terminan padeciendo dolores musculares crónicos en hombro y cervicales, por ello es fundamental saber repartir el peso que tienen que soportar. A pesar de ello, la satisfacción y el sentimiento por portar una imagen están por encima de los problemas físicos.
Por este motivo, hemos querido conocer lo que sienten estas personas al llevar un paso, y para ello hemos hablado con Antonio Almendros, uno de los costaleros que desde hace más de diez años portan las imágenes que salen en la Semana Santa de Petrer.
¿Qué sientes cuando llevas un paso en procesión?
Cuando tengo la suerte de ser porteador me siento privilegiado, es un sentimiento de fervor y de amor muy grande hacia la imagen que llevas, que no puedes sentir si no lo has probado nunca. Es una implicación más que un acto en sí, es una forma de vida, de sentir tu fe.
¿Qué imágenes son las que trasladas y a cuáles tienes más fe?
Generalmente cada uno de nosotros nos repartimos las imágenes, ya que tenemos que intentar nivelarlas para que el peso que recibamos sea uniforme. Siempre he preferido llevar el Nazareno y el Santo Sepulcro, a los que les tengo más fervor y fe. También tengo el privilegio de llevar a la Virgen del Remedio el Domingo de Resurrección en la procesión del Encuentro.
¿Hay que tener alguna preparación específica para soportar el peso de las imágenes?
No hay nada específico para prepararte. Aquí las imágenes no tienen el peso de otras localidades, pero aun así el hombro y el cuello se resienten. Yo por ejemplo tengo problemas de cuello. Hay que intentar nivelar las alturas para que el peso sea el mínimo. También intento llevar una vida sana y los días anteriores procuro no coger mucho peso.
«Un porteador puede soportar en su hombro entre 50 y 60 kilos, pero la clave es llevar la imagen bien nivelada»
¿Cuánto suele pesar cada imagen?
Un porteador puede llevar en su hombro perfectamente 50-60 kilos. Somos ocho personas las que llevamos cada imagen. El problema no es el peso, la clave es llevar la imagen bien nivelada. Lo importante es el sentimiento que le pones; intentas interiorizar la pasión y el dolor que sufrió Jesús en esos momentos. El dolor se lleva con dignidad.
¿Durante cuánto tiempo preparáis las procesiones?
Quedamos la semana antes al inicio de la Semana Santa en la parroquia para preparar las imágenes, para limpiarlas y colocarlas en el trono. Como están expuestas en la iglesia, no se pueden sacar con mucha antelación.
¿Por qué te gusta la Semana Santa en Petrer?
A pesar de la poca gente que hay, me gusta por la espiritualidad que la rodea. No se sale para que te vean a ti, como en otras fiestas de la localidad, tú vas porque quieres ir. Es un sentimiento que tienes.