Los trabajos de investigación, restauración y puesta en valor de la ciudad amurallada y el castillo de Guardamar del Segura ya comienzan a dar resultados. Las primeras actuaciones de desbroce y limpieza del espacio han sacado a la luz el trazado original de la muralla medieval de poniente y un posible aljibe. En unos días comenzarán los trabajos tendentes a restaurar la muralla este así como las labores de investigación para localizar los restos de la puerta de acceso de la ciudad amurallada y de la antigua iglesia. Y ello mediante la práctica de sondeos arqueológicos y la aplicación de un georadar, según explica a concejala de Patrimonio Histórico, Pilar Gay, que acaba de visitar el lugar para supervisar los trabajos.
La responsable municipal destaca el interés que despierta entre los vecinos estas labores ya que el castillo y su ciudadela siempre han sido un punto de referencia del municipio al estar ligado a nuestra historia y situarse junto al casco urbano. “Nos encontramos en un periodo excepcional. Por fin vamos a recuperar como se merece este enclave arqueológico de gran importancia” explica la edil.
La concejala destaca que conforme se avanzan en los trabajos se van descubriendo restos de estructuras que van aportando una valiosa información histórica de lo que fue el antiguo Guardamar hasta 1829, cuando un terremoto la destruyó por completo y fue abandonada.
La actuación que se están ejecutando en estos momentos en el bien patrimonial cuenta con un presupuesto de un millón de euros aportados por el Ayuntamiento y los fondos del programa FEDER a través de la Generalitat Valenciana. Esta previsto que finalicen en el mes de octubre, momento en el cual el recinto fortificado podrá ser de nuevo visitado.
“Es muy importante recuperar la antigua población de Guardamar desde el punto de vista arquitectónico, conocer mediante técnicas arqueológicas los secretos que guarda, pero también acondicionarlo y ponerlo en valor para que se convierta en un nuevo aliciente para el turismo cultural e histórico que estamos potenciando día a día” explica Pilar Gay.
Para ello la actuación prevé disponer de una zona de servicios y de un centro de interpretación que serán diseñados en función de los resultados de las excavaciones arqueológicas y de la documentación histórica conservada.
De manera global el plan de actuación ejecutará reparaciones urgentes de diferentes construcciones existentes en el castillo y excavaciones arqueológicas para localizar restos no visibles en la actualidad.
El cerro donde se sitúa la ciudad amurallada de Guardamar constituye un punto estratégico desde antiguo para las diferentes culturas que lo han utilizado. La diversas investigaciones arqueológicas han determinado su ocupación desde época Fenicia (mediados del siglo VIII antes de Cristo). En época ibérica (siglos V-VII antes de Cristo) fue utilizado como santuario). También han sido hallados restos islámicos y ya en época bajomedieval se estableció una fortificación cristiana. El cerro estuvo habitado hasta 1829 cuando un terremoto afectó gravemente a muchos de sus edificios. Este trágico suceso llevo a la población a abandonar ese entorno y levantar una nueva villa en el llano, el actual casco urbano de Guardamar.