Con mayo llega un mes donde empiezan a darse celebraciones en toda la comarca. Pilar de la Horadada es una localidad costera que mantiene una intensa agenda cultural, repleta de celebraciones y fiestas durante todo el año, pero que incrementa su actividad en primavera y verano.
A pesar de que el día de las cruces de mayo es el día 3, en la localidad es costumbre celebrarlo a finales de mes. Este año será el día 18 de mayo, y la fiesta tendrá lugar durante todo el día en algunos de sus barrios.
Se trata de una fiesta que se celebra desde los primeros tiempos como gratitud a lo que la naturaleza nos regala
Origen
Esta fiesta tiene unos orígenes poco claros precisamente por su antigüedad. Desde tiempos remotos, el mes de mayo siempre ha sido el mes del esplendor de la vegetación y de la llegada del buen clima; por lo tanto escenario de un buen número de fiestas populares.
Se conoce que antiguamente celebraban la festividad adornando con flores un tótem o un árbol que representaba la llegada del solsticio de la primavera, dándoles la bienvenida al nacimiento de flores, frutos y cosecha.
Actualidad
Es una fiesta muy extendida por toda España, aunque con variaciones muy significativas de un lugar a otro. A pesar de esto, la celebración siempre presenta unos elementos comunes. El centro de la fiesta es una cruz, de mayor o menor tamaño, que se adorna en la calle o en el interior, con flores, plantas y otros elementos diversos.
Alrededor de ella se practican bailes típicos, se hacen reuniones, se entonan coplas, se ora, etc. En algunos lugares, también dan lugar a procesiones.
«Las cruces se pueden visitar durante todo el día 18 en los barrios participantes» A. Armenteros
Pilar de la Horadada
Esta localidad celebra las cruces de mayo desde el año 2012 en algunos de sus barrios, concretamente en Los Hortelanos, Los Sáez y Los Villenas.
Hemos hablado con Alfonso Armenteros, concejal de fiestas del Ayuntamiento de la localidad, y nos ha contado que la colaboración vecinal es clave para la celebración de este evento.
Vecinos
“Ellos se encargan de que Pilar de la Horadada se llene de color y de fiesta durante ese día, preparando con cariño y esmero unas bonitas cruces que exponen engalanando las calles de nuestro municipio” nos cuenta el concejal.
“Los vecinos decoran con flores una cruz de grandes dimensiones que se instala en una plaza del barrio, y se realiza una comida de convivencia en cada núcleo urbano organizada por el Ayuntamiento”, afirma.
«Tras la bendición de las cruces se ofrecerá un ágape en cada uno de los barrios para amenizar el día» A. Armenteros
Tradición y participación
Como es habitual, el párroco local a lo largo de la mañana tiene previsto visitar cada una de las cruces que se instalen y bendecirlas personalmente. Tras el acto, se ofrece un ágape a todos los visitantes en cada uno de los barrios para amenizar el día.
“Desde que se empezó a celebrar esta fiesta, hace siete años, la participación ciudadana ha sido clave y un éxito para la localidad”, revela Armenteros. «Desde el Ayuntamiento animamos a todos, residentes y vecinos de otras localidades, a que se acerquen a conocer esta fiesta tan especial y a los tradicionales barrios protagonistas, que tanto esmero y cariño ponen en su cruz”.
Otros municipios
Esta festividad también se celebra en otros municipios de la comarca como Almoradí, en cuya localidad el acto tiene lugar en la plaza de la Constitución y todos los vecinos pueden participar llevando sus cruces, que serán bendecidas por el sacerdote. Posteriormente se cumple con su tradición, quemando la antigua cruz oficial de la fachada de la iglesia para sustituirla por una nueva.
En Catral, el barrio de la Cruz también celebra este día, donde engalanan sus calles con cruces decoradas y se celebra una Santa Misa de Campaña en la plaza de la Santa Cruz.
La cruz más grande de la comarca se ilumina
Desde el año 2010, y conmemorando la festividad de las cruces de mayo, un grupo de agentes de policía se encarga de iluminar la cruz de la muela, que tiene unas dimensiones de 15 metros de alto por 8 de ancho.
La cruz se ilumina durante dos noches y sus grandes dimensiones la hacen visible prácticamente desde cualquier punto de la Vega Baja.
Cada año aumenta el número de visitantes que hace un ascenso senderista nocturno por la montaña para ver la cruz iluminada de cerca.