Con solo 23 años, Claudia Terrés (Orihuela) ya ha roto barreras en el deporte de la Vega Baja y se ha convertido en una heroína para centenares de niñas que sueñan con emular sus éxitos. La oriolana hizo historia en el pasado mes de abril con su club, el Jimbee Roldán FSF de Murcia, con el que logró proclamarse campeona del European Women’s Futsal Tournament, el equivalente a la Liga de Campeones de fútbol sala femenino, cuya fase final se disputó en San Javier.
Reconocimientos y homenajes
En las últimas semanas Claudia ha sido objeto de numerosos reconocimientos y homenajes, entre ellos el del Ayuntamiento de Orihuela, donde firmó en el libro de Honores y Distinciones del Consistorio y recibió un obsequio por parte de la concejalía de Deportes. Y es que para Claudia, oriolana por los cuatro costados, no hay mayor satisfacción que el reconocimiento de su pueblo, al que le gustaría dar en el futuro tener su propio equipo de fútbol sala.
La ala-pívot oriolana se inició en el fútbol once cuando tenía solo 10 años, jugando en el colegio y las escuelas municipales. Ocupaba la posición de la lateral izquierda, a pesar de ser diestra, y era muy ofensiva, según confiesa. “Me federé y jugué al fútbol, pero por unas cosas u otras el equipo se deshizo y me dieron la oportunidad de iniciarme en el fútbol sala”, recuerda la campeona continental.
Trayectoria
Lo que comenzó siendo un hobby derivó pronto en una pasión y una forma de vida, aunque Claudia admite que, a pesar del nivel deportivo que tiene y el equipo en el que está, el fútbol sala no da para vivir, por lo que le toca alternar el deporte con el trabajo.
“Desde siempre me tomé muy en serio lo de entrenar y jugar. Muy pronto me fui al Roldán, para jugar en el juvenil, y ahí lo pasé mal porque entre el equipo y la selección murciana me quitaban tiempo para estudiar”, recuerda la jugadora, subcampeona de España sub 17, quien además de militar en su actual club jugó en el UCAM Murcia y Ourense.
Durante esta etapa de formación Claudia contó con la ayuda inestimable de sus padres “que siempre me apoyaron”. “El deporte ha sido fundamental en mi vida y soy la persona que soy gracias a él”, afirma la oriolana, quien también apunta que la formación académica es necesaria para poder “recoger los frutos” el día de mañana.
Asegura que se siente una pionera y confía en que su trayectoria inspire a las jóvenes a dar el paso y practicar deporte
Referente para las niñas
El reciente éxito continental ha situado a Claudia Terrés en el foco mediático y la ha convertido en un referente para muchas niñas. “Sí, me siento un poco una pionera. Cuando yo era niña no tenía nadie cercano en quién fijarme y veía el fútbol femenino muy lejano. Creo que entre todos estamos educando a la gente, que comienza a preguntar y a interesarse por este deporte”, explica. Además, añade que ha quedado demostrado en los últimos meses, en el caso del fútbol femenino, “que sí hay audiencia”.
Sin embargo, y a pesar de los pasos de gigante que se están dando hacia la igualdad de género en el deporte profesional, Claudia apunta que “nos queda mucho trabajo por hacer”. “Tenemos que ser las jugadoras, los clubes y los medios los que tenemos que empujar aún mucho para que las niñas que ahora lo sueñan puedan algún día vivir del deporte”, explica la jugadora, que regresó el pasado verano al Jimbee Roldán FSF, club en el que se inició, tras una breve experiencia en Ourense.
«Tenemos que empujar aún mucho para que las niñas que ahora lo sueñan puedan algún día vivir del deporte» C. Terrés
Ayudas necesarias
¿Qué le falta al fútbol sala para despegar? Claudia lo tiene claro: “ayudas y un patrocinador”. “Pasará lo mismo que ha pasado con el fútbol femenino. Antes era impensable que la gente se quedara viendo por la tele partidos de la liga femenina. Nosotras, en el futsal, también llenamos pabellones y si se diera a conocer bien nuestra competición podría tener tanta expectación como el masculino”, defiende.
De momento, Claudia saborea el European Women’s Futsal Tournament, el mayor título a nivel de clubes del fútbol sala femenino. “Ganarlo ha sido un sueño, no lo esperábamos porque había un nivel enorme”, confiesa la oriolana, quien se comió a besos el trofeo durante los festejos del título. “Aquí ha tenido una gran repercusión. El pabellón se llenó con la final y durante dos semanas la gente nos ha estado dando la enhorabuena y agradeciendo el trabajo que hemos realizado”, relata.
No tuvo la participación que hubiera deseado, ya que estaba renqueante de una lesión en el pie, pero pudo ayudar en las eliminatorias hacia la final, que no llegó a disputar. La Liga ya se le ha escapado al Jimbee Roldán FSF, que no podrá revalidar el título del pasado curso, pero queda el reto de la Copa, que se disputará a mediados de junio en Burela. “Un doblete sería impresionante”, confiesa la oriolana.
Planea crear en el futuro un equipo de futsal para las chicas de la comarca
Futuro
En cuanto al futuro, Claudia quiere estirar al máximo su carrera profesional, pero no oculta que le encantaría, una vez colgadas las zapatillas, seguir vinculada el fútbol sala y transmitir toda su experiencia a las siguientes generaciones. Y si puede ser en Orihuela, mejor.
“Tengo la idea de poner en práctica un proyecto, junto a una coordinadora de fútbol once, para que todas las niñas de Orihuela que lo deseen puedan jugar y competir en su casa, y no desplazarse para entrenar o jugar a Alicante, Elche o Murcia, como pasa ahora”, explica.
Lo que tiene claro es que le gustaría ser una pieza central de ese proyecto conjunto de fútbol femenino en Orihuela. “Al final, cuando llevas tantos años en este deporte y te gusta tanto cuesta desengancharse. Me gustaría mucho seguir vinculada, ya fuera como entrenadora o coordinadora. En algún sitio en el que pueda enseñar y transmitir lo que sé y he aprendido”, sentencia la campeona.