Los ciudadanos han hablado
Y llegaron los ´espectadores` con sus votos y decidieron que no, que hay que volver al bipartidismo, que están cansados de un abanico tan amplío y de dar su voto a formaciones que luego, con su baja representación, o incluso nula por no llegar al mínimo del 5% de votos que exige la ley para tener representación, realmente no pueden llevar a cabo lo que prometen.
Y no lo digo yo, lo dicen las cifras. En las pasadas elecciones nacionales, hace menos de dos meses, el PP obtenía en España un 16,70% del total de votos (4.356.023 personas), pero otros tres partidos superaban el 10% de la elección de los votantes (Ciudadanos un 15,86% y 4.136.600, Podemos 11,05% con 2.881.445 y Vox 10,26% con 2.677.173 votos)
Sin esperar mayorías absolutas
Con este panorama, en las municipales todo el mundo, incluso los propios partidos en sus pronósticos internos, hablaban de dos grupos con el PSOE, Podemos / EU y Compromis a la izquierda y PP, Ciudadanos y Vox a la derecha.
Pero llegó el momento de depositar el voto en las urnas, y los ciudadanos cuando se trata de su alcalde está claro que tienen otros criterios, que ya no les vale unas siglas y un discurso más o menos altisonante y más o menos agresivo. El alcalde de la ciudad es esa persona más cercana y no te la quieres jugar.
Llegaron las mayorías absolutas
Por lo tanto, donde se habían acabado las mayorías absolutas, aparece el resultado y nos encontramos con que de los 141 municipios que tiene nuestra provincia en 97 hay mayoría absoluta de algún partido, es decir, en casi siete de cada diez municipios no hará falta llegar a acuerdo alguno (37 de ellos con el PP, 34 el PSOE, 12 Compromís y 14 entre el resto de partidos).
Pero si nos fijamos en lo que los ciudadanos hemos votado en nuestra provincia, nos encontramos que de cada diez votos más de seis han ido al PSOE (249.686) o el PP (231.223) quedando ya muy lejos el resto de partidos (Ciudadanos, 87.967 votos; Compromis, 68.514; Vox, 32.623 sin llegar ni al 5% del total de votos y la suma de las diferentes opciones de Podemos y EU que quedarían con 54.747 votos).
Es el momento de recapacitar
Llegado aquí, es el momento de recapacitar, de analizar si queremos ir de nuevo a grandes partidos con grandes dosis de poder dejando a un lado aquellas formaciones sin un gran peso. El desplome del PP en las elecciones nacionales ha dado un giro absoluto en las municipales, y la enorme subida del PSOE hace menos de dos meses no se ha visto reflejado en la misma proporción en nuestros municipios.
Ahora queda formar los gobiernos. Los locales no habrá problemas y el día 15 de junio estarán constituidos, con un alcalde que será quien haya obtenido la mayoría absoluta o la consiga por el número de concejales que le apoyen, o bien por la lista más votada si no se consigue esa mayoría absoluta.
Tampoco se prevé problemas en las autonómicas, máxime cuando Compromis ha ganado en la capital valenciana con 10 concejales frente a los 8 del PSOE (suman mayoría), y puede servir el acuerdo para que los socialistas dejen más poder en Valencia a la formación de Compromis a cambio de que ésta haga lo propio en la autonomía con el PSOE.
Las dudas en el gobierno de España
Pero en las nacionales el lio es diferente. Un PSOE crecido insinúa incluso que si no le dejan gobernar en solitario (para lo que evidentemente necesita los suficientes apoyos que le den ese gobierno) podría haber nuevas elecciones, algo que no se cree casi nadie sabiendo que es muy difícil que se vuelva a repetir esa diferencia tan amplia con respecto al segundo partido más votado.
A su vez Unidas Podemos no tira la toalla y Pablo Iglesias mantiene su fijación por estar dentro del Gobierno, mientas que los independentistas siguen encerrados en su única fijación, con lo que es imposible avanzar por esa vía de un único sentido.
¿Habrá acuerdo con Ciudadanos?
Y mientras Ciudadanos se deja querer. Es muy difícil justificar ahora que sí pacta con el PSOE después de todo lo que han insistido de “con Pedro Sánchez no”, pero cosas más contradictorias hemos visto al líder de la formación naranja Albert Rivera.
Está claro que a los socialistas (a los gobernantes no a los electores) la elección que más le gustaría es ese acuerdo con Ciudadanos, que da una mayoría absoluta sin más cábalas y que además les permitiría con casi toda seguridad gobernar en solitario, ya que ese apoyo de Ciudadanos la formación naranja lo tendría que vender como una forma de que el PSOE no pacte con los independentistas y por la aceptación de una serie de propuestas que pongan sobre la mesa, pero es improbable que quisieran estar en el mismo equipo de gobierno.
Los iluminados
Fuera como fuese, quedan los iluminados que, a toro pasado, sabían que sí, que las mayorías absolutas iban a volver y que lo ocurrido es lo que ellos preveían. Para éstos, ninguna reflexión. Para los demás: sorpresas te da la vida.