Entrevista > Mari Carmen Rico Navarro / Cronista Oficial de la Villa de Petrer (Petrer, 11-abril-1959)
Lleva casi 25 años asomándose en primera línea a la historia de Petrer. Mari Carmen Rico, licenciada en Filosofía y Letras, especialidad Geografía e Historia, por la Universidad de Alicante, tiene la suerte de dedicarse a sus dos grandes pasiones: los documentos y los libros, por su trabajo de archivera y bibliotecaria, y a escribir sobre la historia y las costumbres de su pueblo natal, merced al cargo honorífico que ostenta desde 1994 como cronista oficial, tras suceder a Hipólito Navarro.
Recientemente ha recibido el cariño y el afecto de amigos y compañeros de profesión, quienes se han reunido alrededor de ella para tributarle un sentido homenaje por este cuarto de siglo que cumplirá el próximo mes de noviembre.
Evolución histórica
Investigadora incansable y escritora de artículos, reportajes y libros sobre Petrer, ha reflejado en innumerables páginas la evolución histórica de la villa, recuperando la memoria de las generaciones que nos han precedido. Sus trabajos han reflejado usos, costumbres, calles, secretos, curiosidades y anécdotas, y a sus páginas se han asomado muchas personas, algunas de ellas personajes singulares de la historia local.
Ha sido también directora de la revista ‘Festa’ durante una década, y entre los libros y trabajos en los que ha investigado sobre el pasado de la villa destacan ‘Del barro al cacharro: La artesanía alfarera de Petrer’ (1996), ‘Las calles de Petrer’ (2002), o ‘El marquesado de Noguera’ (2014), por citar tan solo unos cuantos. No hay mucha gente que sepa tanto de Petrer como ella.
«El trabajo de cronista, hoy en día, es ponerte a disposición de todas las personas que requieran documentarse»
¿En qué consiste el trabajo de un cronista oficial? ¿Cuál es su cometido?
El trabajo de cronista no es como era hace años, hoy las verdaderas crónicas están en los periódicos y las hacen día a día los periodistas. Sin embargo, te permite estar a disposición de todas las asociaciones o personas que requieran documentarse, que vayan a celebrar cualquier acontecimiento importante o que quieran saber algo de la historia, las tradiciones o la cultura de nuestro pueblo.
¿Tiene alguna retribución de carácter económico?
No, es un cargo honorífico y como tal no tiene ninguna remuneración económica. El hecho de ser cronista oficial puede sonar a antiguo, a trasnochado, a tener que escribir la crónica de todo, y no es así, es reflejar los acontecimientos que son importantes para Petrer, conmemorarlos.
¿Cómo llegaste a ser cronista oficial?
Fue a propuesta del concejal de cultura de 1994, Juan Conejero; un cargo que fue aprobado por el ayuntamiento en pleno con el consenso y unanimidad de todos los grupos políticos que había en ese momento.
No lo esperaba y para mí supuso una gran responsabilidad porque sustituía a Hipólito Navarro, primer cronista de Petrer, que además había hecho una labor muy importante. Para que me eligieran seguramente se unió mi vinculación con Hipólito, mi puesto de bibliotecaria y archivera, que tengo contacto con mucha gente y pensaron que yo sería la persona idónea para llevar a cabo este trabajo.
De todos estos años en los que llevas siendo cronista oficial de Petrer, ¿de qué trabajos te sientes más orgullosa?
De la publicación de libros como ‘Las calles de Petrer’, ‘Del barro al cacharro’, donde recopilé y analicé la historia de la fabricación de cántaros y botijos en Petrer y que fue tema de mi memoria de licenciatura, o de ‘Petrer, un pueblo en blanco y negro’, en el que se recoge un reportaje fotográfico realizado en 1935 por un grupo de periodistas de prestigio nacional, que nos visitaron ese año con motivo del nombramiento del periodista Emigdio Tato como hijo adoptivo de Petrer.
Otra de las cosas de las que también estoy muy orgullosa es cuando descubrimos una reliquia de san Bonifacio en la concatedral de San Nicolás de Alicante.
«El trabajo de cronista, hoy en día, es ponerte a disposición de todas las personas que requieran documentarse»
¿Qué queda por investigar en Petrer?
Siempre quedan cosas por hacer, aunque ya hay mucho publicado. Estoy haciendo ahora un trabajo para la revista ‘Festa’ que lleva por título ‘Los habitantes de Petrer en 1646’, donde se recogen los nombres de todos los habitantes de la localidad de aquel entonces.
Otro trabajo que acabamos de terminar y presentar recientemente, junto a la Unión de Festejos y con la colaboración de la Filmoteca Valenciana, ha sido la recuperación de varias películas antiguas de las Fiestas de Moros y Cristianos, que se han pasado a formato digital. Siempre emprendemos iniciativas que redunden en beneficio de Petrer.
«Ahora estoy haciendo un trabajo para la revista ‘Festa’, que lleva por título ‘Los habitantes de Petrer en 1646’»
También has sido directora de la revista ‘Festa’. ¿Cómo ha cambiado esta publicación en los últimos años?
Ha experimentado una evolución muy importante de acuerdo a los tiempos que corren, ya que pasó de ser un mero programa de fiestas con algunas colaboraciones a convertirse en la revista cultural más importante de Petrer en la que participan numerosos investigadores. Recoge una amplia temática y es una revista a la que le tengo un cariño muy especial; la sigo muy de cerca.
¿Qué se requiere para ser cronista?
Partiendo de una formación de base histórica, hay que querer mucho a tu pueblo, sentirte identificado con él, ser una persona cercana a la gente y estar siempre a disposición de quien te necesite.