El residuo doméstico está lleno de potencialidades. Entre otras, la creación de recursos de acceso al mercado de trabajo para personas que se encuentran en un momento laboral o social muy complicado. Esta es la filosofía con la que surge Proyecto Lázaro hace ya veinticinco años, una asociación sin ánimo de lucro que lucha contra la exclusión social y a favor del respeto al medioambiente.
El residuo doméstico está lleno de potencialidades
Exclusión social
Hace 25 años, en 1994, empezó un proyecto de empleabilidad e inclusión de personas en situación de vulnerabilidad social: el Proyecto Lázaro. Tiene sus orígenes en las parroquias de los barrios Virgen del Remedio, Colonia Requena y Cuatrocientas Viviendas, donde las personas que no tenían empleo empezaron a trasladar el excedente de ropa y de otros elementos de estas parroquias de un lugar a otro para conseguir una fuente de ingresos.
Desde sus orígenes, esta entidad construyó sus programas sociales teniendo como base la recuperación y reutilización de residuos. Dejando de ver el residuo como algo inservible de lo que deshacerse sin más, para pasar a conceptualizarlo como un nicho de oportunidades.
En la actualidad trabajan con todo tipo de residuos como enseres, vidrio, metal, juguetes, etc. Sin embargo, la entidad apuesta por una profesionalización en el ámbito de la gestión del residuo textil, la cuál genera empleo en su proceso de recogida, selección, reparto y posterior venta en tiendas.
“Desde hace varios años, cada vez más personas se deshacen de la ropa, aunque esté en buen estado. Esto acaba generando una importante cantidad de residuos. Por ello, pensamos que una posible solución sería dar a estas prendas una segunda vida” afirma Daniel Abad, gerente de la asociación Proyecto Lázaro.
Gestión de residuos
El residuo textil, que se gestiona desde las instalaciones del proyecto, procede fundamentalmente de los ciudadanos particulares que lo depositan en los contenedores de ropa de la asociación que tienen ubicados en la vía pública, y el de las donaciones que realizan otras entidades sociales. Actualmente hay trescientos contenedores en la ciudad de Alicante, diecisiete en La Vila, dieciséis en Villena y otros ocho en Finestrat. Todos ellos han llegado a almacenar hasta 971.905 kilogramos de ropa el año pasado.
Estos contenedores se ubican por convenio con cada ayuntamiento en aquellos núcleos urbanos en los que se tiene capacidad para desarrollar proyectos sociales y ambientales. “El Ayuntamiento de Alicante detectó que se seguía encontrando residuo textil mezclado con el orgánico. Por ello, el año pasado se aumentó el número de contenedores, pasando de los noventa a los trescientos contenedores en la ciudad” señala María Rufete Antona, encargada de la coordinación, promoción, comunicación y programas externos de la asociación.
La ropa pasa por un proceso de separación y clasificación
Clasificación textil
Una vez la ropa de los contenedores llega a las instalaciones de la asociación, el personal inicia un proceso exhaustivo de selección, distinguiendo lo que es susceptible de ir a las tiendas de segunda mano y lo que no.
Posteriormente, la ropa se clasifica por géneros, edades y temporadas, para tener preparado el stock de estos centros. De esta labor se encarga Lili, entre otras personas, madre soltera con tres hijos que no tenía ninguna otra fuente de ingresos antes de formar parte del proyecto. “Este es mi segundo año consecutivo con la asociación. Me han cambiado la vida” señala.
Los contenedores de recogida de residuo textil están vinculados a programas de empleo. Entre ellos destacan los vales de ropa solidarios, portes de alimentos del comedor social para personas sin hogar, ayudas de emergencias a personas en riesgo de vulnerabilidad social y otro de problemas de adicciones.
Los contenedores de ropa están vinculados a programas de empleo
Programa de empleo
El programa de empleo es la piedra angular del Proyecto Lázaro. Se divide en tres áreas: la protección para personas indefinidas, la inserción para estar dos años en el proyecto y los temporales, que asisten según las necesidades de la asociación. El año pasado integraron el programa de empleo un total de 32 personas.
Por un lado, la modalidad de protección laboral surge como respuesta a las necesidades de estabilidad laboral generadas por la fuerte crisis de desempleo y precariedad socioeconómica vivida en 2008. Por otro lado, el objetivo final de la modalidad de inserción es desembocar en la incorporación a un empleo normalizado en el mercado de trabajo ordinario.
El perfil de estas personas que integran el programa de empleo está caracterizado por varios factores, entre los que destacan las familias sin ingresos estables, las personas con familiares a su cargo y los parados de larga duración.
El programa de empleo está coordinado por dos educadoras y cuatro acompañantes laborales. Una vez por semana se realizan reuniones de los diferentes grupos de trabajo y en dichas reuniones están presentes las personas pertenecientes al equipo de trabajo, y su acompañante laboral.
Formación laboral
La inserción sociolaboral puede ser especialmente compleja para los perfiles anteriormente mencionados. Por ello, los acompañantes laborales, además, también se encargan de impartir diferentes talleres como el de Búsqueda Activa de Empleo (BAE) en el cual informan sobre el mundo laboral, los derechos de los trabajadores, la negociación, el proceso de selección, y cómo saber mantenerse una vez consiguen el empleo, especialmente aquellas personas que hayan pasado un largo periodo fuera del mercado laboral.
Otros de los talleres que destaca es el Taller de Habilidades para el Empleo (TAE). “Muchas veces es tan importante tener un empleo como saber cómo mantenerlo y eso no depende exclusivamente de la elaboración de un buen currículum o carta de presentación. Depende también de habilidades que es interesante potenciar como la autoestima, la motivación, la toma de decisiones, el trabajo en equipo, etc.” señala María Rufete Antona. Estos talleres están orientados fundamentalmente a las personas en inserción. A las personas en protección, que están indefinidas, se les ofrece otro tipo de seguimiento.
La salida de la asociación Proyecto Lázaro se producirá exclusivamente por tres motivos. En primer lugar, porque haya finalizado el tiempo máximo de estancia, que son dos contratos. En segundo lugar, porque la persona se incorpore a un empleo en el mercado de trabajo ordinario. Y, en tercer lugar, por incumplimiento de sus funciones laborales.
Han pasado de los noventa a los trescientos contenedores en Alicante
Balance favorable
Para darle una segunda oportunidad a estas prendas, el Proyecto Lázaro tiene establecidas ocho tiendas a nivel provincial, seis de ellas en la ciudad de Alicante, una en Villajoyosa y otra en Elche. El objetivo de estos centros es la insercción sociolaboral de personas en situación de vulnerabilidad social a través de la gestión del residuo textil, contribuyendo a la reducción de la huella ecológica del mismo y aumentando la prosperidad mediante la generación de actividad económica local tal y como señalan desde la asociación.
Conrado Carretero Rueda, actual presidente de la asociación Proyecto Lázaro, valora positivamente la evolución y rumbo de la entidad. “El balance de estos últimos años ha sido bueno porque la asociación ha crecido considerablemente. Hemos aumentado el número de personas trabajando con nosotros, pasando de los veinte trabajadores a los treinta. Además, se ha incrementado el número de contenedores de los noventa a los trescientos” señala el presidente.
Solidaridad compartida
Aunque desde la fundación de este proyecto solidario siempre han contado con el apoyo de numerosas personas, desde hace dos años decidieron iniciar un Plan de Voluntariado, en el que se define y se concreta el ámbito de actuación de estas personas en la entidad. Hasta el momento, cuentan con 66 voluntarios, algunos de los cuales brinda su apoyo en la organización y realización de talleres de reutilización de residuo textil y otros materiales.
Esta asociación pone la economía al servicio de las personas
Financiación
Desde sus comienzos, esta asociación sin ánimo de lucro ha puesto la economía al servicio de las personas, trabajando según los objetivos y parámetros de la denominada Economía Social y Solidaria (ESS).
De los ingresos totales que recibió durante el año pasado, 629.750,75 euros, el 52,81% procede de la venta en tiendas; el 41,07% de otros gestores; el 5,88% de las subvenciones; el 0,12% de servicios y 0,12% de los socios. Estos ingresos le permiten, año tras año, ser capaces de ampliar el número de puestos de trabajo del programa de empleo y desarrollar actividades asociadas al mismo, en forma de seguimientos individualizados, talleres formativos y coordinaciones.
La mayor parte de los recursos económicos del proyecto se destinan al pago de salarios, en concreto, 446.386,85 euros, cifra que supone el 63% del gasto total. El resto de conceptos, que suponen un 37% del gasto total, corresponde a las inversiones necesarias para mantener la actividad laboral y mejorar la adaptación de los puestos de trabajo e infraestructuras necesarias para el desarrollo de la misma. Todos los beneficios económicos generados por la gestión del residuo textil van destinados al funcionamiento, mejora y desarrollo de su acción social.
Últimas actividades
En los últimos años la entidad ha realizado un esfuerzo para tener presencia social y fortalecer las relaciones de proximidad con la comunidad. Durante el año pasado han realizado diversas actividades generadoras de espacios de encuentro entre la realidad de la asociación e instituciones, entidades y la ciudadanía.
Algunas de esas actividades son jornadas como ‘Reiniciando el sistema’, organizadas por Alacant Desperta o la proyección del cortometraje ‘La fábrica de las segundas oportunidades’, que plasma el impacto positivo que ha tenido la inserción sociolaboral en las personas usuarias mediante testimonios en primera persona, relatando los cambios generados en sus vidas a raíz del acceso al empleo.
Además, también cabe destacar la inauguración de una nueva tienda en el barrio Carolinas y la presencia de varios centros escolares en las instalaciones de la asociación, con el objetivo de concienciar sobre el respeto medioambiental a los más pequeños.
«Nuestro objetivo es conseguir estabilizarnos» D. Abad
Estabilización del proyecto
Desde el Proyecto Lázaro aseguran que su única misión en la actualidad es conseguir estabilizar el proyecto. “Estamos terminando la estrategia que iniciamos recientemente de ampliar tiendas y puestos de trabajo. Queremos que la gente esté orgullosa de tener un proyecto que gestiona su residuo textil y, a la vez, genera empleo social de manera continuada. Por ello, nuestro objetivo es conseguir estabilizarnos” asegura Daniel Abad, gerente del proyecto.
Evolución total de kilogramos gestionados de 2015 a 2018
2015: 822.949 kgs (653.111 kgs de contenedores)
2016: 980.402 kgs (758.381 kgs de contenedores)
2017: 935.052 kgs (785.745 kgs de contenedores)
2018: 1.035.834 kgs (971.905 kgs de contenedores)