Esta risueña ilicitana lleva el ritmo en las venas desde los 4 años cuando se inicia profesionalmente como gimnasta, compitiendo a nivel nacional hasta los 14 años. Tras retirarse de la gimnasia rítmica y licenciarse en Turismo, Verónica se forma como monitora de aerobic e imparte clases de zumba, spinning y baile contemporáneo en el Gimnasio Noray en Santa Pola.
Hace 5 años, la deportista comienza a sentir curiosidad por los bailes latinos y se introduce de lleno en la bachata y la salsa, creando su propia compañía, Byron & Vero Noray Dance Company junto a Byron, su pareja de baile actual. Este año 2019 han conseguido el quinto puesto en el Campeonato de España en la categoría Bachata Show por parejas.
Han sido quintos en el Campeonato de España en la categoría Bachata Show
¿Eres la responsable de introducir la bachata y la salsa en Santa Pola?
Cuando comencé a bailar este estilo se conocía muy poco. Joan, mi primera pareja de baile, y yo empezamos a impartir clases y talleres en locales de la zona como Recycled y Pedal. Hoy día, la gente lo conoce muchísimo más.
Es un orgullo cuando nos relacionan directamente con la bachata y la salsa, sobre todo a mí, porque Joan se fue a Madrid a seguir formándose. Me propuso irme con él para seguir creciendo pero tenía mi vida aquí, mi familia y un negocio. Era mi sueño y mi vida, pero tras pensármelo mucho decidí quedarme. Él es bailarín profesional y tiene su escuela allí.
El ritmo en la sangre
Es el cuarto año que celebráis la apertura del verano bailando en Recycled.
Al principio nos costó mucho que la gente saliera a bailar, pero cada año es mejor que el anterior. Todos los miércoles del mes de julio hay talleres gratuitos a partir de las 23:30 horas, de la mano de Byron & Vero Noray Dance Company, en este local del puerto. Nos visitarán otras parejas importantes y habrá mucho baile social. ¡Os esperamos a tod@s!
¿Cómo comenzó tu aventura en el deporte?
Con cuatro años, mi madre me apuntó a karate con mi hermano. En la clase de al lado daban gimnasia rítmica y me llamó la atención. Un día salí llorando y le dije a mi madre que ya no quería ir más porque quería bailar con las niñas.
Tras diez años como gimnasta profesional, con catorce años te retiras y, tras terminar tus estudios, decides introducirte en el mundo del gimnasio.
Desde entonces soy monitora de aerobic e imparto clases colectivas en el gimnasio Noray. De hecho, al principio contraté a un profesor para dar las clases de baile latino y en ese momento a mí no me llamaba la atención, pero Joan, que era mi amigo y cliente, propuso aprender los dos y dar las clases en un futuro.
Tu trabajo como profesora de zumba ha ido más allá de los muros del gimnasio.
Así es. Al principio comenzamos con eventos y festivales benéficos con mi grupo de zumba y Cristian, el otro monitor. El 30 de junio participamos a favor de la Asociación Colibrí de Esclerosis Múltiple, con la que llevamos diez años colaborando de forma altruista. Es una labor que voy a intentar no dejar nunca.
La presidenta de la asociación, a la que tenía mucho cariño, antes de morir me dijo que no lo dejara y, aunque me cuesta mucho llevarlo a cabo, lo haré siempre que esté en mis manos.
«Byron y yo compartimos los mismos objetivos, ganas e ilusión»
En pareja
Este año, habéis quedado quintos en el Campeonato de España en categoría Bachata Show por parejas.
Así es, y en 2018 quedamos sextos. Lo más difícil es superarse cada año. El campeonato de España por parejas arranca en octubre y nos volvemos a presentar. Tenemos mucha ilusión. A la gente le gusta la nueva coreografía y tenemos la sensación de que está mejor.
También competimos en categoría grupal con Joan y su pareja. En 2017, nos proclamamos campeones y en 2018 nos llevamos la plata. Si todo va bien también nos presentaremos este año.
La bachata y la salsa es un baile de dos. ¿Ha sido complicado encontrar una pareja con la que conseguir un reconocimiento importante?
Es muy difícil encontrar a una persona que esté dispuesta a sacrificar las mismas cosas en la vida. Me siento súper afortunada de haber encontrado a Byron porque compartimos los mismos objetivos, las ganas y la ilusión. Recuerdo las primeras palabras que le dije: “No quiero una persona que me ponga pegas, quiero a alguien que tire hacia adelante con todo”. Así ha sido hasta ahora.
¿Cómo debe ser una relación sana entre una pareja de baile?
Como cualquier otra relación en la vida. Deben complementarse, entenderse y empatizar. Son muchas horas de ensayo, tensiones para montar una coreografía, una acrobacia que no sale, un error en una actuación…
Dónde hay convivencia hay roces, pero no hay que pasar las horas discutiendo, hay que remar juntos en la misma dirección y si uno falla, el error es de los dos. Nuestra relación es muy respetuosa y nunca ha habido una palabra más alta que la otra.
¿Te arrepientes de no haber ido a Madrid?
Me siento muy orgullosa de la decisión que tomé porque al poco tiempo conocí a Byron. He podido disfrutar del baile, de la familia y del negocio. Sigo teniendo a Joan que es un pilar fundamental en mi vida. Los dos sabemos lo que hemos creado aquí y lo que significó. Tengo una relación muy especial con él.
«Mientras bailo el mundo se para, no existen los problemas»
Vivir bailando
¿Qué significa para ti poder bailar?
Me ha dado grandes oportunidades de crecer personal y profesionalmente. He podido viajar y moverme sola. Para mí es mi vida. Mientras bailo el mundo se para, no existen los problemas, mi mente se queda en blanco. Me hace muy feliz.
«Antes de actuar sigo sintiendo un cosquilleo que me sube por el estómago hasta la boca y parece que me ahogue»
¿Todavía sientes un hormigueo en la barriga antes de actuar?
Sigo sintiendo un cosquilleo que me sube por el estómago hasta la boca y parece que me ahogue. Me encanta porque me siento viva, en estado puro. A veces pienso qué necesidad de ponerme así pero el día que no lo sienta no bailaré. Cuando empieza la música, los nervios se van y cuando termina, quiero más.
«Mientras bailo el mundo se para, no existen los problemas»
¿Qué has dejado atrás?
Trabajo de lunes a domingo durante todo el año y apenas paso tiempo con mi familia. Se sacrifican muchas cosas, pero si quiero sacar todos los proyectos, no me queda otra. Tenemos fechas cerradas hasta 2020. Me quedo con muchas cosas buenas, cuando quieren sacarse una foto conmigo o que me paguen por bailar. Jamás he bailado por dinero y si tengo que actuar sin cobrar por ayudar, lo haré.
¿El baile puede servir de terapia?
Ayuda a desconectar de los problemas, de la rutina y del estrés. Te da fuerzas para superar momentos difíciles. Hay gente que se siente sola y le sirve como vía de escape para distraerse o para practicar deporte. Conoces a gente con la que salir y echarte unas risas y en ocasiones encuentras grades amigos. Es un trabajo que te hace sentir bien porque ayudas a las personas.
La compañía
¿Algún reto pendiente?
Ser campeona de España en la categoría de parejas o quedarme en el pódium. Soy perfeccionista, exigente e inconformista, siempre quiero más, pero he superado mis expectativas con creces.
Se suele decir mucho la frase ´qué pena no haber empezado a bailar antes`. ¿Es tu caso?
A veces lo pienso pero las cosas suceden en un momento exacto por algo. Si hubiese comenzado antes quizás habría llegado más lejos, pero no habría peleado por mi familia ni mi negocio. A nivel personal, mi relación no estaría tan consolidada. Me siento muy apoyada por mi marido.
¿Qué momentos han sido los más especiales a nivel profesional?
El primer concurso en el que participé con Byron en Madrid, quedamos primeros y ganamos 500 euros. ¡Nos volvimos locos! Cuando quedamos primeros en el Campeonato de España por grupos fue muy especial para mí, porque me apasiona bailar en grupo y más con las dos personas que me representan en el baile. El año pasado también fue muy emotivo, porque mis ladies pequeñas en categoría amateur y las grandes en semi profesionales quedaron segundas.
¿En qué trabaja la compañía actualmente?
Dirigimos varios grupos de ladies en categoría amateur y semi profesional en Santa Pola y San Vicente. Además, colaboramos con la escuela Fem Danza de Santa Pola, donde gestionamos varios grupos de ladies.
Impartimos clases en pareja para adultos en el gimnasio Noray y en San Vicente; y clases de estilo chicas en Alzira, un pueblo de Valencia, donde crearemos muy pronto un grupo de ladies. Nuestro próximo proyecto es crear una compañía semi profesional en Alicante.
Si alguien se anima y quiere aprender a bailar bachata y salsa, ¿dónde os puede encontrar?
Los martes y jueves impartimos clases colectivas de nivel medio de 21 a 22 horas y nivel básico de 22 a 23 horas en el Gimnasio Noray, en la entrada de Santa Pola. Las clases son de septiembre a julio. En agosto tenemos planteados cursos intensivos con profesores de fuera, ruedas de salsa cubana y mucho más.
Estamos intentando cerrar colaboraciones con discotecas de Santa Pola para promover el baile latino, pero aún no está confirmado. ¡Y este mes de julio, todos los miércoles a bailar gratis en recycled!