Entrevista > Alberto Pomares / Iridólogo (Elda, 6-junio-1967)
Lleva más de veinte años mirando a sus pacientes directamente a los ojos. No lo hace como sentimiento explícito de sinceridad y el clásico ´mirar de frente`, no. Lo hace porque fijándose en el iris de las personas es capaz de diagnosticar enfermedades y funcionamiento irregular del organismo.
Alberto Pomares ejerce la Iridología en Elda, Petrer, Caudete, Cocentaina y Jumilla de forma regular. Se muestra apasionado de su profesión al tiempo que iluisionado en que las medicinas, todo tipo de ellas, puedan ser complementarias por el bien de las personas.
Haciendo un hueco en su apretada agenda ha atendido a AQUÍ en Elda y AQUÍ en Petrer para dar a conocer esta técnica.
«Cada iris es diferente como cada persona, por ello cada tratamiento es diferente»
¿Qué es la iridología?
Es una ciencia, aunque hay quien lo considera una técnica, mediante la cual a través de la observación del iris tenemos un reflejo de todo nuestro organismo. Todos nuestros órganos vitales, así como el sistema músculo-esquelético y la circulación de la sangre, tienen su presencia en el iris.
Es importante saber que el iris es la parte coloreada del ojo. Cuando un órgano, como por ejemplo el hígado, está sobrecargado, nos aparece un punto en el iris que así nos lo indica. Hacemos una fotografía mediante un iriscopio y al pasarlo al ordenador visualizamos todos los órganos y mediante las pigmentaciones detectamos el tipo de patología. A partir de ahí ya se ordena un tratamiento natural para poder sanar.
«La iridología puede prever lesiones futuras»
Con lo complejo que es cuerpo humano, llama poderosamente la atención que todo nuestro organismo quede reflejado en algo que, como el iris, tiene el tamaño de una lenteja…
Pues sí, es muy llamativo. Es cierto que esta técnica, que ya la llevo desarrollando durante más de 20 años, cada día no deja de llamarme la atención en mi consulta. Es, no obstante, equiparable a un análisis de y todo lo que un tubito de sangre dice acerca de nuestra salud. Incluso, en el caso de la iridología podemos tener información acerca de futuras dolencias Nos sirve para prevenir dolencias físicas y psicológicas.
Esta técnica nos permite ver más allá ya que llegamos a observar la parte emocional y el subconsciente de la persona estudiada. Ello es muy interesante para saber de dónde provienen muchas enfermedades tales como ansiedad, depresión, nerviosismo, etc.
De todo el complejo organismo humano, ¿hay alguna patología que no se pueda diagnosticar a través de la iridología?
Algunas limitaciones, como cualquier técnica. Mucha gente me pregunta si se puede ver un cáncer y la respuesta es no. Pero a veces vemos señales de que una articulación está mal y necesitamos hacer una resonancia para certificarlo. Ello indica que este tipo de ciencia es complementario a la medicina tradicional.
¿Qué grado de confianza tiene la sociedad ante este tipo de medicina alternativa?
A mí me gusta más llamarla complementaria más que alternativa. Es cierto que hay un desconocimiento muy grande y al no formar parte del sistema sanitario convencional y estar en la medicina privada, pues la gente no tiene un gran conocimiento.
Al contrario ocurre en países como China, Japón o Corea donde sí está extendido. En Japón, por ejemplo, tienen el mayor índice de longevidad y ello es como consecuencia de combinar la medicina natural y la convencional.
¿Una vez diagnosticada una patología, el tratamiento que se ofrece es siempre natural?
Siempre. Es una combinación de iridología y naturopatía. Todo lo que detectamos a través del iris tiene solución en la medicina natural. Hay que tener en cuenta que el iris trabaja sobre la causa. Un ejemplo es la hipertensión. Un paciente acude a su médico y le receta la pastilla y ya. Sin embargo con la iridología podemos llegar a saber lo que le ha producido esa hipertensión y sea una ansiedad, disgustos acumulados en el subconsciente o por comer sal de más.
Cada persona tiene su iris y ante un mismo problema no todos los tratamientos son iguales. Hay matices de un paciente a otro y cada iris nos transmite datos personales de cada uno.
¿Inspira confianza a la sociedad este tipo de medicina alternativa?
Yo, personalmente, llevo visitados más de veinte mil pacientes y hay de todo. Hay algunos que llegan reticentes pero la cosa está clara: sin con tantos pacientes visitados no estuvieran contentos, pues yo no me dedicaría a esto.
«Tengo pacientes que son médicos y ellos mismos han experimentado mejorías gracias a tratamientos naturales»
Los profesionales de la medicina tradicional, los del sistema sanitario público, ¿ven con buenos ojos a profesionales de otras medicinas alternativas?
Un médico de verdad su cometido es curar a la persona que tiene un problema de salud. El auténtico médico respeta a la medicina natural, ya que sabe las propiedades que tienen las plantas que están en la naturaleza y ello está científicamente comprobado.
He tenido pacientes que han ido al médico convencional y les han recetado inyecciones de insulina. Ante ello han venido a mi consulta y les he dado un tratamiento alternativo. Al tiempo, al volver a su médico y mostrar la evolución positiva éste no salía de su asombro al ver la curación del paciente que renunció a la insulina.
Tengo pacientes que son médicos y ellos mismos han experimentado mejorías gracias a tratamientos naturales.
¿Ve posible que algún día el sistema sanitario público español incluya medicina alternativas?
Ese es un gran deseo por parte de todos los que nos dedicamos a mejorar la salud de los demás. De momento lo veo difícil.
¿En qué ha influido internet para que hoy en día todos sepamos de medicina y tratamientos para todo tipo de dolencias?
Internet es una herramienta maravillosa fruto de la evolución, pero hay gente que no la utiliza correctamente. Por ejemplo, si ponemos buscar tratamientos a un dolor de estómago en la red vemos que hay informaciones que nos llevan hasta un cáncer y ello puede llegar a provocar hipocondría.