Entrevista > Francisco Soler / Escritor (Santa Pola, 24-enero-1956)
De monaguillo a marinero, de emprendedor a periodista, de político a escritor. Así ha sido la vida de Francisco Soler, un jubilado de 63 años que sueña con vivir de sus historias. Con 16 años se echó a la mar y entre puerto y libro descubrió la escritura. Sus aventuras se resumen en un poemario lleno de vivencias intensas y, algunas de ellas, muy dolorosas. Algo nos dice que la vida de Francisco da para algún libro más.
En 2007 publicó ´El árbol de la Esencia`, un libro que comenzó a escribir 25 años antes de la fecha de publicación.
Así es, comencé con él cuando tenía 25 años y me encontraba en el mar, debajo de una sala de máquinas. Son 105 páginas de poemas muy variados de temática cotidiana, donde reflejo todo lo que me ha sucedido a lo largo de mi vida. Pero no es mi primer libro, antes he publicado dos ensayos pequeños, quedando finalista en dos concursos de Torrevieja y Alcoy, pero en ese tema había demasiada manipulación política.
¿De qué tratan sus poemas?
Algunos tratan de temas religiosos. Cuando te sientes solo en casa y estás pasando una mala racha, hay días que te sientes sin fuerzas y tienes unas conversaciones muy íntimas con algo que está ahí arriba, que cada uno lo llame como quiera. Me sentía un poco vinculado a aquello y me salía solo. También hay poemas que reflejan mi época de casado, cuando tuve mi primer hijo y también abortos. Todo eso te va marcando en la vida.
«Muchos amigos murieron por culpa de las drogas. Me impacto mucho y me refugié en la escritura»
¿Por qué motivo escribió este libro?
He llevado una vida muy tomentosa. En la Santa Pola de los años 80 había un movimiento muy fuerte de coqueteo con las drogas. Muchos amigos murieron, eso me impacto mucho y me refugie en la escritura. Tengo mucha suerte de estar hablando contigo ahora. Tenemos una asignatura pendiente con esa generación, que era muy capacitada pero está totalmente destruida por las drogas.
¿Qué aceptación tuvo?
No se vendió bien porque era muy caro, 18 euros. Ahora está en la plataforma online Kindle de Amazon a cuatro dólares. No me preocupa mucho que no se vendiera porque no lo considero una joya literaria, quizás en Latino América pero no tengo constancia de ello. Después de luchar mucho para publicarlo, finalmente el ayuntamiento de Santa Pola compró ejemplares que, por lástima, han quedado en los rincones.
Actualmente ha decidido reescribirlo, ¿por qué?
Cancelé el contrato con la editorial canadiense porque quería publicarlo en la plataforma de Amazon, ya que aquí tengo más controlado el libro, sobre todo las estadísticas de venta. Como no tenía el archivo original, he tenido que reescribirlo, y de paso he querido matizar algunos detalles.
Un mar de letras
¿Cómo descubrió su pasión por la escritura?
El mar es un lugar muy solitario. Trabajaba seis horas de guardia en la sala de máquinas y libraba ocho horas. Tenía mucho tiempo libre y comencé a leer novelas del oeste. Cuando llegábamos a puerto cada tres meses, compraba una caja entera de libros y me los leía. A los tres meses volvía a por más.
Y así me pasaba las horas durante cuatro años, leyendo muchísimo. Así comenzó mi afición por la lectura y más tarde por la escritura. Era la única forma que tenía de expresar mis sentimientos, hacer que tuviera sentido.
«No me gusta quedarme en el pasado, no me deja avanzar»
¿Cuál es su estilo?
Sería muy presuntuoso por mi parte definirme, pero por lo visto a la gente le gusta como escribo. Muchos tienen encuadernadas mis columnas de opinión y cuando necesito recuperar algo me toca acudir a ellos porque yo no guardo nada, no me gusta quedarme en el pasado, no me deja avanzar.
Cuando escribo una novela soy totalmente claro, escribo para el resto y soy muy personal. No me pienso las cosas, pongo los dedos encima del ordenador y me sale solo. No soy el típico escritor que se queda en blanco ante una hoja. Considero que tengo un talento innato, un pequeño don que tengo que aprovechar.
«El poema es un instrumento donde dices las cosas pero sin decirlas, enmascarándolas»
¿Cómo defines la poesía?
El poema es un instrumento donde dices las cosas pero sin decirlas, enmascarándolas. Tiene muchas formas de interpretación. Hasta el mismo poeta que la escribe, en otro momento de su vida podría interpretarla de otro modo.
¿Qué te ha aportado la escritura?
Mucha experiencia y evolución. Ahora que me lo he tomado en serio y tengo una edad, también lo considero un recurso económico. Quiero que la gente lea el libro y opine sobre él. En Amazon puedes leerlo gratis. Creo que gustará más en América Latina porque allí tienen una mayor sensibilidad literaria. Fíjate en los poetas más famosos, el último español fue Lorca y de eso hace ya bastante.
¿Qué poetas han sido tu referente?
Miguel Hernández. Escribí un ensayo que presenté en Alcoy y se lo dediqué a su memoria.
¿Cualquiera puede escribir un libro?
No, debes tener una mínima preparación. Necesitas de alguien que lo escriba, o como en mi caso, que te lo corrija. Cualquier persona puede recrear sus experiencias pero no escribirlas en un libro.
Los poetas famosos escriben sobre sus impulsos más interiores, debido a una contrariedad histórica que vivieron como fue la guerra. A mí me ocurrió lo mismo, mi contrariedad fue otra, pero si no te ocurre algo tormentoso, algo que te oprime el pecho, eres incapaz de escribir un poema.
«Aquí para poder sobrevivir tienes que ser de fuera»
Marea política
En su juventud ha pasado de ser monaguillo a marinero, algo muy curioso, pero su época adulta tampoco se queda atrás.
Tras abandonar el mar, a los 28 años comencé a trabajar en la CAM pero sufrí un accidente. Me lesioné la columna y tuve que dejarlo. Emprendí en varias empresas pero tuve malas experiencias con mis socios, no salió bien, me estafaron. Más tarde trabajé como columnista en un periódico, hice televisión durante dos años y tuve que dejarlo por falta de recursos publicitarios. Lo mismo ocurrió con la revista que monté. Aquí para poder sobrevivir tienes que ser de fuera.
¿Cómo pasó del periodismo a la política?
En mi época periodística era muy crítico con la política y pensé que si no podía cambiar las cosas desde fuera quizás podría intentarlo desde dentro. He sido concejal en la legislatura pasada y me echaron sinceramente porque saque mucha porquería que, a día de hoy, está en los juzgados. La gente de este pueblo lo justifica todo, no son personas críticas y te lo pagan con una no representación.
¿Qué próxima aventura tiene planeada?
Estoy terminando un libro llamado Alisios con el que me voy a presentar al Premio Literario de Amazon. Trata sobre los dos primeros años de mi época en la mar. Es una novela basada en hechos reales, pero donde hay lagunas se complementa con la ficción.
En aquellos barcos te condicionaba el combustible, el agua, los alimentos, el pan duro al que tenías que quitarle el moho… Una vida totalmente diferente. No cogía una salmonerosis porque tuve suerte. Hay muchas anécdotas, como una vez que encontramos a un hombre muerto en las redes, pero no quiero desvelar más. En navidades estará listo.
¿Algún proyecto futuro que debamos conocer?
Tengo otro libro en mente del que ya he recopilado información y he investigado. Trata sobre la historia de Jesucristo. Este libro tiene que ser mi gran venganza contra la Iglesia. Todos mis estudios demuestran los prejuicios y las contradicciones de la Iglesias. No es un interlocutor válido para nadie, aunque tiene muchos adeptos, cada vez menos, pero predica lo contrario a Jesucristo.
¿Eres religioso?
Me considero una persona espiritual. He explorado la religión tibetana, hindú y luterana y siempre he encontrado contradicciones en todas. Esta es la única que tiene libertad de creencia para mí. Al principio la practicaba pero ahora ya no.
¿Puedes adelantarnos algo más sobre este libro?
En este libro quiero dejar constancia de la existencia de varios dioses aunque todos en el mismo contexto. Se presentarán en el libro como seres cósmicos. Uno de estos seres se trasladará a la tierra en la época de la adolescencia de Cristo y conocerá a otra persona con la que mantendrá conversaciones de temas actuales. Tendrán que resolver las situaciones actuales pero desde otro tiempo.
Voy a escribir sobre Jesucristo desde un punto de vista que no se ha tocado, de su adolescencia. Quiero quedarme a gusto escribiendo ese libro, que la Iglesias tenga su merecido.
¿Te encasillas en algún género literario?
Después de escribir poemas, ensayos, noticias, columnas y novelas a lo mejor me da por escribir un cuento. Para nada, no me quiero encasillar en ningún género pero tampoco quiero meterme en un terreno que desconozco. El tema religioso lo conozco bastante bien. A los seis años era monaguillo, una vez me pasé una noche entera pensando que me iba a redimir de mis pecados y lo único que me pasó fue una bajada de azúcar.
¿Qué ve cuando mira al futuro?
Me gustaría poder vivir de la escritura, pero para poder visitar los lugares de los que voy a hablar en mis libros. Conocerlos mejor, ver cómo eran exactamente, dónde estaban… Espero poder hacerlo algún día.