A día de hoy, Anilia es la única asociación de la Comunidad Valenciana dedicada a personas con inteligencia límite. Un equipo de noventa personas integrado por, entre otros, Pablo García Irles, psicólogo de la asociación, y Sabrina Caro Corona, terapeuta ocupacional, atienden a más de sesenta personas mediante talleres y actividades que cuentan con la financiación procedente de las subvenciones concedidas por el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat Valenciana.
Es la única asociación autonómica dedicada a personas con inteligencia límite
Integración socio-laboral
Anilia nació en 1992, fruto de la decisión de personas como José Vicente Bautista Lloréns, actual presidente, ante la necesidad de buscar recursos y proporcionar servicios que posibilitaran la integración socio-laboral de niños y niñas con inteligencia límite.
Se caracterizan por tener un coeficiente intelectual de entre 70 y 85, cuando la media es entre 85 y 115
Las personas con esta diversidad funcional se caracterizan por tener un coeficiente intelectual (CI) situado entre 70 y 85, siendo la media entre 85 y 115, justo por debajo de lo que considera la Organización Mundial de la Salud (OMS) dentro de la normalidad. Además, presentan déficits en otras áreas como la comunicación, el cuidado personal, las habilidades académicas o el autocontrol, entre otros. Por este motivo, no solo se trabaja en la formación académica sino también en terapias, tanto a nivel individual como colectivo.
No hay rasgos físicos que puedan ser detectables a simple vista
Sin rasgos detectables
Para las personas con inteligencia límite no hay rasgos físicos aparentes que puedan ser detectables a simple vista, pudiendo pasar desapercibidos entre la multitud y llegándose a sentir incomprendidos por parte de sus familiares y el entorno. “Para ellos es muy difícil luchar contra esta situación y acaba creándoles grandes episodios de frustración” señalan desde la asociación alicantina.
Todo comienza en la etapa escolar, cuando empieza a producirse un desfase entre la edad cronológica y la edad mental, llegando a mantener actitudes más infantiles que las del resto del grupo de su edad.
Reciben, en la mayoría de los casos, la educación primaria, generalmente con las adaptaciones correspondientes, pero es en la educación secundaria cuando se encuentran incapaces de seguir el ritmo académico que se les exige. “Nosotros les impartimos las mismas materias, pero el nivel de complejidad al que puedan llegar es inferior. No se puede afirmar taxativamente que no puedan acceder a titulaciones universitarias, pero es complicado” sostiene Pablo García Irles, psicólogo de la asociación Anilia.
Una situación que se va haciendo cada vez más evidente hasta que alcanzan la mayoría de edad, y que se acaba traduciendo en un crónico fracaso escolar dado que “hay quienes en vez de preguntar o pedir ayuda para que les expliquen las dudas académicas, prefieren molestar o cesar en los estudios” sostiene Pablo García.
La mayoría de estas personas han sufrido casos de acoso. «Vemos cierta falta de implicación de los centros educativos» P. García
Abandono escolar
La mayoría de estas personas han sufrido casos de acoso durante su etapa escolar y, sin saber que les ocurría, acaban frustrados, abandonando los estudios y sin oportunidades para acceder al mercado laboral.
Una situación que a día de hoy no deja de sorprender al psicólogo de la asociación, “hay casos de acoso escolar muy difíciles de afrontar. Con estos testimonios te das cuenta de hasta que punto pasan inadvertidos. Es cierto que en la actualidad hay mucha concienciación con el acoso escolar, pero todos estos casos representan tan solo la punta del iceberg, tanto en cantidad como en la gravedad de los mismos” señala.
Por este motivo, una de las necesidades del colectivo es la creación de talleres de estimulación temprana en centros ordinarios con servicios especializados en psicomotricidad, logopedia o habilidades cognitivas.
“Los centros educativos son los responsables de todo lo que ocurra de puertas para dentro, así como de evitar según qué tipo de situaciones. Aunque no se puede generalizar, en ocasiones vemos cierta falta de implicación por parte de los centros escolares, llegando a minimizar situaciones que en realidad son escenarios bastante graves” defiende con rotundidad Pablo García Irles.
Dificultades laborales
Otra de las grandes problemáticas, a las que se enfrentan las personas con inteligencia límite, es la falta de integración laboral hacia este colectivo. “Nuestro objetivo es normalizar al máximo la vida de estas personas promoviendo su desarrollo personal y social”. Sin embargo, “la mayoría de ellos acaban en centros especiales de empleo con un empleo especial. Esto no está mal, pero, al final, no consigue ser una integración plena” señalan desde Anilia.
El principal problema, en palabras de Pablo García Irles, es “la falta de conocimientos sobre las grandísimas aptitudes que pueden tener como trabajadores”.
Para ello disponen de diferentes servicios entre los que destaca el Centro Especial de Empleo Alicantino, una entidad que nace en 1996 para promover la creación, promoción y mantenimiento de puestos de trabajo “consiguiendo que se sientan útiles, aportando a su trabajo” matizan.
Mayor visibilidad
A esta situación hay que añadir que “aunque no sea muy políticamente correcto, hay algunas empresas que, cuando contratan personas con discapacidad, lo cual les proporciona beneficios económicos y fiscales, tratan de contratar a personas con rasgos aparentes porque es una forma de mostrar al público que están contratando esas personas con discapacidad”.
Es, por este motivo, que una de las principales demandas de este colectivo a nivel autonómico es la visibilidad, porque “lo que no tiene visibilidad no existe, y si no existe no recibe los apoyos necesarios. A día de hoy no se dedican, ni de lejos, los medios suficientes para atender a todas las personas con diversidad funcional, y al final estamos hablando de personas que están en un alto riesgo de exclusión social” relata García Irles.
«A veces no se trata de problemas que vayan con la inteligencia límite, sino con la falta de atención a la inteligencia límite» P. García
Búsqueda de soluciones
Una forma de detectar la inteligencia límite a tiempo es, como aseguran desde la asociación, realizar las pertinentes pruebas que determinan el coeficiente intelectual. “Unas pruebas sencillas que puede requerir unos pocos minutos” y que, por no hacerlas, “acaba motivando que el profesorado achaque el fracaso escolar a una actitud vaga por parte de la persona en cuestión”.
Es por este motivo por el que Pablo García señala que “no se trata de problemas que vayan con la inteligencia límite, sino con la falta de atención a la inteligencia límite”.
La importancia del entorno
Sin una buena orientación funcional, las limitaciones que presentan y que se originan antes de la mayoría de edad tienden a empeorar, pudiendo convertir a estas personas en futuros dependientes.
“No es lo mismo una persona con un coeficiente intelectual 70 que otro con 85, los factores del entorno son determinantes, pudiendo llegar a contar más que la propia discapacidad” afirma el psicólogo de Anilia. “Hay muchas personas que tienen inteligencia límite y han hecho su vida sin saber que tenían ningún tipo de problema, pero cuantos menos apoyos tengan, más dificultades presentarán en el futuro para adaptarse a los requerimientos del entorno que les rodea” añade.
Nuevas oportunidades laborales
La Consellería de Educación de la Generalitat Valenciana ha concedido a Anilia cuatro programas formativos de cualificación básica para el próximo curso. Al de cortinaje y complementos de decoración, que ya acumula más de diez años impartiéndose; y al de auxiliar de parques, viveros, jardinería y zonas verdes, que se ofrece desde hace cuatro años; se unirán dos más: el de auxiliar de conservación y mejora de montes y el de auxiliar de comercio.
Esta será la primera vez en la historia de la asociación que se impartirán cuatro programas de formación de este tipo, “una nueva vía potencial para poder buscar otras alternativas de inserción laboral” que tienen como objetivo otorgar al alumnado un certificado de profesionalidad en una materia específica.
En definitiva, se trata de una oferta formativa adaptada a las necesidades específicas del alumnado con necesidades educativas permanentes que ha abandonado la enseñanza reglada sin haber conseguido los objetivos previstos. “No necesitan ayuda extra para poder trabajar, sino una formación. Son perfectamente capaces de desenvolverse en cualquier tipo de trabajo” afirman desde Anilia. Los sectores con mayor demanda laboral para las personas con inteligencia límite son la jardinería, limpieza y mantenimiento.
«Muchas personas no saben que tienen esta discapacidad» P. García
Censo de afectados
Es muy difícil cuantificar el número de individuos con inteligencia límite que existe a nivel provincial o nacional, dado que “muchas personas no saben que tienen esta discapacidad. Hay quienes están en su casa cinco años, sin introducirse en el mercado laboral y sin haberse hecho las pruebas pertinentes”.
Por ello, otra de las demandas más solicitadas por parte del colectivo es la elaboración de un censo por parte de la administración, con el asesoramiento de la Federación Nacional de Niños Límite y Ligeros (En Línea) y otros profesionales relacionados con el colectivo.
Sin olvidar que debido a que las personas con esta diversidad funcional presentan limitaciones cognitivas, educativas, personales, sociales y laborales, siendo necesario que reciban apoyos intermitentes a lo largo de su trayectoria, reclaman que se considere la inteligencia límite como una discapacidad siendo necesario que se reconozca con un mínimo de un 33% de minusvalía.
Sector olvidado
Al igual que ocurre con otras discapacidades, los grandes olvidados suelen ser aquellas personas de más avanzada edad. Por ello, tienen un programa que se desarrolla a través de talleres centrados en actuaciones específicas y adaptadas que eviten su envejecimiento prematuro y retrasen la aparición de síntomas asociados; es una forma de “evitar los problemas que se acaban produciendo con el tiempo y de que puedan envejecer de manera digna y saludable” sostienen.
Con el objetivo de promocionar la colaboración y las relaciones entre diferentes generaciones en el ámbito educativo, y bajo el título ‘Una historia de respeto y admiración hacia un mayor’, este año se realizó el primer Concurso Nacional de Cortometrajes Intergeneracionales, convocado por la plataforma Integra+, una unión de cinco asociaciones de la que Anilia forma parte, visibilizando los valores que las personas mayores y los jóvenes aportan a la sociedad.
Red de entidades
La asociación alicantina Anilia está integrada en la Federación Nacional de Niños Límite y Ligeros (En Línea), una asociación de asociaciones y fundaciones que coordinan sus esfuerzos a fin de ofrecer, a las personas con capacidad intelectual límite, una mejor calidad de vida para desarrollar su autonomía personal con plena integración familiar, educacional, laboral y social a lo largo de todas las etapas de su vida.
En Línea está integrada por entidades de hasta seis comunidades autónomas, siendo Anilia la única agrupación de representación autonómica a nivel nacional.