Rafal ya cuenta con una ordenanza para regularizar la tenencia de animales compatible con la higiene, salud pública y seguridad de la ciudadanía tras su aprobación por unanimidad en último pleno municipal.
El objetivo es asegurar la convivencia vecinal y garantizar la limpieza del municipio y de los propios animales
Evitar conflictos
La presencia en el pueblo de numerosos animales de compañía, especialmente perros, ha llevado al Ayuntamiento a regularizar dichos aspectos para evitar conflictos vecinales. La ordenanza tiene como objetivo fijar la normativa que asegure la convivencia, y que a su vez garantice la limpieza del municipio y la de los propios animales. Las competencias de esta ordenanza serán gestionadas por las concejalías de Medio Ambiente y Sanidad y deberán cumplirse en todo el término de Rafal.
El texto legal comprende la definición de los animales de compañía, así como las condiciones en las que los propietarios deben tenerlos en sus propiedades. También detalla las medidas de higiene que deben llevarse a cabo, así como los servicios veterinarios que deben proporcionales.
Además, el texto legal especifica la obligatoriedad de registrar en el Registro Municipal de Animales a todos los de especie canina y felina para establecer así un control de las diferentes comunidades.
Civismo ciudadano
En el apartado de civismo ciudadano el texto comprende algunas particularidades, entre las que destacan la prohibición de tener a las mascotas de forma continuada en terrazas o balcones y resalta la prohibición de permanencia en estos espacios entre las 22 y las 8 horas.
Por otra parte, la ordenanza también detalla la exigencia de que los animales circulen por la vía pública provistos de collar y correa para evitar daños al resto de vecinos, así como la obligatoriedad de recoger las deposiciones que los animales realicen en la vía pública.
También incide en el sacrificio cero, por eso el Ayuntamiento está en contacto con diferentes protectoras para que, en el caso de recoger algún animal abandonado, sea trasladado a unas dependencias en las que no se practique el sacrificio y poder darles otra oportunidad.
Sanciones
Además de las diversas consideraciones que se detallan para garantizar la convivencia y el bienestar de los animales, la ordenanza también recoge un capítulo de sanciones clasificadas en leves, graves o muy graves.
En este caso, las multas pueden oscilar entre los 30 y los 18.000 euros, dependiendo del índice de gravedad de la infracción que en todo momento será regulada por la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.