Entrevista > Juan José Lidón Rocamora / Estudiante y árbitro (Orihuela, 2-junio-1996)
Este joven oriolano de 23 años hizo el curso de arbitraje cuando era un niño, con tan sólo 12 años, y empezó a arbitrar ese mismo año a chicos de su edad. Hoy puede decir que tiene una larga trayectoria en el arbitraje, nada más y nada menos que once años sobre el césped, en los que ha pitado más de 300 partidos entre todas las categorías.
AQUÍ en la Vega Baja ha querido entrevistarle con motivo del próximo inicio del curso anual de arbitraje que se imparte en Orihuela por el Comité Técnico de Árbitros de la Comunidad Valenciana. Juanjo nos cuenta cómo fue su paso por el curso y lo que ha conseguido durante todos estos años en el arbitraje.
Muchos niños a los que les gusta el fútbol quieren ser futbolistas de mayores, pero pocos se declinan por el arbitraje. ¿Tú que querías ser?
Mi sueño de niño era ser portero de futbol, hasta que comencé a combinar el fútbol con el arbitraje los fines de semana. Entonces me di cuenta que mi verdadera pasión era el arbitraje, me gustaba y me motivaba el doble que jugar al fútbol. Rápidamente les dije a mis padres que yo quería ser árbitro.
¿Combinas el arbitraje con alguna otra profesión o estudios?
He combinado el arbitraje siempre con mis estudios, desde que empecé y hacía primero de ESO, hasta ahora con la universidad. La verdad es que ejercer el arbitraje desde pequeño me ha enseñado a sacrificarme más en otras áreas de mi vida como en los estudios.
En septiembre voy a empezar tercero del grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD) en la Universidad Católica de Murcia (UCAM).
¿Cuándo hiciste el curso de árbitro?
En Octubre de 2008. Recuerdo que cuando vine del colegio le dije a mi madre que buscará la delegación y me apuntara, porque oí comentar a mis amigos que había un curso. Yo pensaba que mi madre no iba a ir pero un día llego a mi casa con el reglamento y me dijo “el lunes empiezas Juanjo”. Fue una verdadera y grata sorpresa.
¿Qué es lo más importante que aprendiste?
Aprendí esa otra cara del fútbol que muchas veces nadie ve. Conocer la figura del árbitro y su labor para mí fue apasionante, porque era algo totalmente desconocido.
Lo más importante que aprendí es que las mejores cosas de la vida están donde menos piensas, era imposible pensar que el arbitraje fuera a darme tanto.
¿Qué recuerdos te quedan de ese curso?
Los compañeros que conocí, las tardes que pasábamos en la delegación conociendo el reglamento, las bromas que gastaban con mi edad (el profesor me llamaba nano), pero sobre todo el grupo humano que formamos durante todo el curso.
¿Qué relación mantienes hoy con los profesores y compañeros del curso?
Muy buena relación. Con los profesores menos, porque venían de lejos a darnos el curso, pero con los compañeros mantengo el contacto, y algunos de ellos son más amigos que compañeros por todo el tiempo que pasamos juntos.
«En mi primer partido toda la gente me preguntaba si de verdad yo era el árbitro o era una broma, por la edad»
¿Cómo ha ido progresando tu carrera en el arbitraje durante estos años?
Bastante bien, los primeros años quizás me costó adaptarme por ser tan niño, pero esos años me han servido bastante de formación para ir ascendiendo hasta el día de hoy.
Ahora arbitro en Tercera División, una categoría con mucho nivel arbitral y que exige mucha dedicación día a día. A mi edad me siento orgulloso de poder haber llegado a esta categoría y cada día trabajo para ser mejor.
Seguramente tu arbitraje habrá sido duramente criticado en ocasiones por el hecho de que un equipo sea perdedor. ¿Cómo te tomas las críticas?
Con el tiempo aprendes a manejar mejor las críticas; evidentemente hay críticas que te pueden hacer mejorar, y hay otras de las que no sacas nada y sin sentido. El tiempo te ayuda a diferenciarlas y a sacar todo lo que necesitas para seguir mejorando a partir de ellas.
«Un árbitro debe tener una mentalidad muy fuerte y mantenerse firme en sus decisiones, aunque sea criticado»
¿Crees que hay que estar preparado también para esto?
Por supuesto, un árbitro debe de ser una persona con una mentalidad muy fuerte para no venirse abajo nunca, especialmente cuando recibes críticas o cuando en un partido tienes a todo el mundo en contra de tus decisiones. Son momentos en los que tienes que mantenerte firme a ellas y creerlas más que nadie.
¿Cómo te ves en unos años? ¿Piensas seguir arbitrando?
Me gustaría seguir dedicándome a mi carrera profesional y, a la vez, continuar con mi carrera de árbitro, son dos cosas compatibles y me hacen sentirme muy realizado. Llevo once años pitando y me gustaría seguir haciéndolo mucho más tiempo porque tengo la misma ilusión que el primer día.
A tu parecer, ¿qué cualidades debe poseer un árbitro?
Personalidad y carácter para saber controlar un partido, serenidad en momentos delicados y, hoy en día, mayor dedicación al aspecto físico que dedican equipos y jugadores. El árbitro debe de estar a su nivel, por lo tanto debe de tener una buena condición física.
¿Crees que es una buena opción para los jóvenes a los que les gusta el deporte?
Por supuesto, es una manera de ver el fútbol y a la misma vez practicar deporte. Es una oportunidad de vivir el deporte desde otra perspectiva, y advierto que una vez que estás dentro te engancha bastante fuerte.
«Recomiendo apuntarse a este curso cuando antes mejor. Casi todo el mundo se arrepiente de no haberlo hecho antes»
¿Qué le dirías a todos aquellos que están pensando en hacerlo?
Que cuanto antes se apunten antes podrán empezar a disfrutar este mundo y darse cuenta de todo lo que puedes conseguir en él. Casi toda la gente que conozco y ha empezado a arbitrar siempre me dice que se arrepiente de no haber empezado antes, por lo cual no hay tiempo que perder.
Para obtener más información del curso
Tlf: 653075164
Facebook: Delegación de árbitros de Orihuela
Instagram: delegacionarbitrosorihuela