La Concejala de Educación, Susana Miralles, presentó la iniciativa Camino al Cole, desarrollada en colaboración con la Policía Local de Almoradí. Consiste en diseñar itinerarios seguros desde la Plaza de la Constitución, centro de la ciudad, a todos los centros educativos de Almoradí, identificados con un logo dibujado en los pasos de peatones y diseñado especialmente para este proyecto. En el logo aparecen un niño y una niña con sus mochilas de carrito dentro de un corazón que nos identifica como ciudad, y la frase “Camino al Cole”. Con la frase se ha querido plasmar, además del sustantivo camino que identifica la ruta, el verbo en primera persona, yo camino, para significar la autonomía que hay que ir dando al niño y a la niña para que vayan a clase caminando.
La concejala ha transmitido en esta presentación que el proyecto era un compromiso tras un acuerdo plenario y se pone en marcha a partir de la propuesta comunicada por el experto en educación Francesco Tonucci quien, en su visita a Almoradí el pasado noviembre, explicó su proyecto de Ciudad de los Niños y las Niñas que incluía los caminos escolares seguros para mejorar la vida de la ciudad a nivel ambiental, de hábitos saludables y de autonomía. La concejala visitó este verano la ciudad de Pontevedra, referente internacional en este tema, y pudo entrevistarse con el alcalde y con el Intendente de la Policía Local, quienes le transmitieron su agradecimiento por imitar su modelo y hacer de Almoradí una ciudad en la que la población pueda caminar más y de manera más segura. El objetivo más ambicioso de una iniciativa como esta es desarrollar una ciudad con un modelo más centrado en las personas y en la utilización sostenible y segura de los espacios públicos. Para ello es necesario dejar de usar el vehículo y caminar más.
El peatón ha de ser quien tome la ciudad y la haga suya. Como la concejala explicó en Pontevedra, Almoradí es una ciudad llana y cómoda para ello, en la que se apuesta también a nivel urbanístico por la accesibilidad de sus calles rebajando las bajantes en los pasos de peatones. Apostamos así por un modelo de ciudad más amable para las personas en el que disminuyamos la contaminación, los ruidos y los atascos por un uso excesivo de los vehículos y apostemos por ese empoderamiento del peatón que, de manera saludable, camina por su ciudad.