De finales de octubre a principios de noviembre el tenis de mesa toma Altea gracias a la iniciativa del Club Tennis Taula Altea, que lleva cuatro años reuniendo en la localidad a centenares de jugadores de diferentes nacionalidades para que realicen una concentración con entrenamientos específicos.
Este año han tenido lugar tres campus casi encadenados: el primero con jugadores suecos, el segundo con franceses y el tercero, de nuevo, con suecos y noruegos. Pero no se trata solo de entrenar.
La belleza de la localidad, las extraordinarias instalaciones del Palau dels Esports, escenario de los entrenamientos, y la perfecta y abnegada organización de los dirigentes del Club Tennis Taula Altea, liderado por Candi Delgado, forman un cóctel imposible de resistir para las selecciones de veteranos jugadores extranjeros, que año tras año eligen Altea como destino.
Estas jornadas han visto pasar a ingleses, suecos, franceses y alemanes
Las redes sociales
Altea se convirtió hace cuatro años, casi por casualidad y gracias a las redes sociales, en una de las capitales continentales del tenis de mesa. “Fue a través de Facebook. Nuestro club competía en ligas autonómicas y nacionales y las imágenes de nuestras instalaciones llegaron a un entrenador sueco. Le llamó la atención también el clima de nuestra tierra y se puso en contacto con nosotros. Probaron el primer año. Les gustó y ya llevamos cuatro”, relata Candi Delgado, fundador del Club Tennis Taula Altea y actual vicepresidente.
Desde entonces han pasado por la localidad las selecciones de Suecia, Noruega, Alemania, Francia, Inglaterra e Italia, aunque los escandinavos suelen ser los principales clientes. En total, son tres semanas las que Altea se convierte en el epicentro del tenis de mesa continental.
Este año, en el primer turno, llegaron a la localidad 36 jugadores suecos, que tras una semana de entrenamientos dejaron su plaza a 60 franceses. Siete días después los galos fueron relevados por un tercer grupo de jugadores suecos y noruegos.
Jugadores veteranos
La mayoría de los desplazados por estos combinados nacionales suelen ser jugadores veteranos –mayores de 40 años–, aunque en esta última edición el tercero de los grupos de tecnificación contó con jóvenes promesas y niños aún en periodo de formación.
Además del indudable valor deportivo que tiene para Altea contar con selecciones nacionales de máximo nivel deportivo, Delgado valora el servicio social y de promoción turística que se hace de la villa, ya que los jugadores suelen realizar estas concentraciones acompañados de familiares.
Herramienta de promoción turística
La experiencia en Altea es tan sugerente que muchos de los participantes en los campus regresan a la localidad meses después, ya como simples turistas, para recorrer con amigos y familiares la zona y trasladar la experiencia vivida a sus seres queridos. En realidad, hacen de embajadores de la comarca casi sin saberlo.
“Altea y la comarca dependen mucho de la imagen y del turismo. Estas concentraciones son un ejemplo de turismo deportivo. Los jugadores pueden practicar su deporte y conocer otra cultura mientras están de vacaciones”, explica Delgado, quien añade que económicamente “es algo muy positivo para el comercio y la hostelería no solo de Altea, sino de las localidades vecinas que visitan”.
“Además, esta gente no suele venir sola. Lo hacen acompañados de sus parejas, por lo que el gasto o la inversión en los establecimientos y comercios de la zona se multiplica por dos. El tenis de mesa es un deporte exigente, pero no impide hacer cierta vida social, salir a cenar, de turismo…”, añade el actual vicepresidente del Club Tennis Taula Altea.
Alto nivel de exigencia
Pero que nadie se confunda. Hacer turismo durante una parte del día no supone que los entrenamientos no tengan la máxima seriedad y tecnificación. “Hacen sesiones duras y de mucho nivel. Nosotros aportamos las redes, las mesas y los ‘sparrings’ de calidad para que puedan entrenar. Son muy competitivos y serios, no se toman esto solo como unas vacaciones”, reflexiona Candi Delgado.
En los últimos días de estancia, las selecciones suelen realizar un torneo entre sus jugadores a modo de exhibición. Es su forma de agradecer a Altea el trato recibido y de demostrar el potencial de sus seleccionados.
“Se les ve encantados de estar aquí. Todo es tan diferente para ellos. Con el mar, el clima, la gastronomía… Además, se lo damos todo hecho porque les ponemos las mesas, las bolas y hasta las redes y los ‘sparrings’”, resume Delgado.
El club alteano prepara devolver la visita a Suecia la próxima primavera
Un intercambio previsto para primavera
Estas extraordinarias relaciones diplomáticas, iniciadas por el Club Tennis Taula Altea con sus homólogos escandinavos, se traducirán, posiblemente en la próxima primavera, en un viaje de un grupo numeroso de jugadores alteanos a Suecia, para poder vivir una experiencia tan apasionante como la que ahora sienten sus homólogos nórdicos.
Será todo un acontecimiento para un club, que cuenta con apenas siete años de vida y con 86 socios. La entidad sobrevive gracias a la subvención del ayuntamiento de Altea, las cuotas de sus miembros y las aportaciones económicas de anunciantes y patrocinadores.
Candi Delgado fundó el club junto a tres amigos y poco a poco la entidad fue creciendo exponencialmente en socios. “El Altea no había mucha tradición más allá de los recreativos. Se hizo un equipo, pero solo duró dos años. Después de tres décadas, hicimos el club y en poco tiempo logramos situarlo entre la elite nacional”, presume el presidente del Taula Altea.
«Hemos hecho en unos años lo que otros tardan décadas en conseguir» C. Delgado
Un crecimiento muy rápido
“Empezamos de cero, en autonómica, y en poco tiempo llevamos un equipo a Primera División Nacional y otro a Segunda. En pocos años hicimos lo que otros tardan dos décadas”, insiste Delgado, quien considera que la buena reputación del club y su capacidad organizativa es un valor añadido para mejorar y poder generar riqueza en la localidad.
“Ya hemos organizado campeonatos de España de veteranos y el próximo año organizaremos otro. Tendremos aquí 1.900 personas, por lo que no solo llenaremos las plazas de hotel de Altea, sino parte de las del l’Albir y de Benidorm”, sentencia Delgado.