La Nucía ya era de sobra conocida en el mundo del deporte español, pero la localidad ha unido en los últimos tiempos una pieza más a ese extraordinario puzle formado en torno a la colosal Ciudad Deportiva Camilo Cano. Se trata de su equipo de fútbol homónimo que, sin prisa pero sin pausa, ya ha logrado colarse en la tercera categoría del fútbol español a pesar de ser una entidad con menos de un cuarto de siglo de vida.
Para una localidad cuya población se sitúa alrededor de los 18.000 habitantes, codearse con súper potencias históricas como Hércules, Nàstic, Sabadell o Castellón, entre otros, ya es todo un éxito. Pero el club no se conforma y quiere más. El primer equipo, recién ascendido el pasado mes de junio tras una eliminatoria épica contra el Linares, se marca como reto esta temporada asegurar la permanencia para estabilizar al club en la categoría.
Mientras tanto, su cantera sigue trabajando y produciendo jóvenes talentos, para que a medio y largo plazo el primer equipo pueda tener la plantilla formada por gente de la tierra.
Un despertar largo y pausado
El despertar del equipo de fútbol, eclipsado durante tiempo por la sombra de toda la actividad deportiva que ha sido capaz de generar la Ciudad Deportiva Camilo Cano, ha sido un proceso largo y pausado. El club, fundado en 1995, nació en una época en la que el vecino Benidorm vivía su etapa dorada, consolidado en Segunda B y danzo zarpazos de tigre en la Copa del Rey.
Poco después, apareció La Vila como fuerza de equilibrio en la comarca, también consolidado durante más de un lustro como un equipo aguerrido en la categoría de bronce. Ambas entidades rozaron el fútbol profesional, pero cayeron en picado. La Nucía, mientras tanto, observada y tomaba nota de qué debía hacer para crecer y, sobre todo, qué no.
“Era importante que el club tuviera buenos cimientos. Apostamos primero por los equipos de la base y que poco a poco fueran subiendo hacia las categorías más competitivas”, explica Agustín Alves, director general de La Nucía desde hace dos temporadas.
Una de las claves del amanecer de la cantera nuciera es “saber diferenciar el aspecto competitivo de lo social. Unos equipos están para formar, y otros para saltar a categoría autonómica y nacional y ayudar al primer equipo en el futuro”.
El club cuenta con 32 equipos y más de 500 jugadores en su estructura
Una más que prolífica cantera
De momento, La Nucía ya cuenta con 32 equipos en su estructura, incluido uno femenino creado este año. Más de medio millar (503) de futbolistas están bajo el paraguas de la entidad rojinegra, que se ha convertido en la cantera ya no de una ciudad, sino de todo un territorio.
El club aspira a convertirse en la gran cantera de la comarca
“Lo tenemos todo para ser el referente de la comarca en unos años”, señala el director general, quien recuerda que tienen “instalaciones, potencial humano y formadores” para lograrlo. “Estamos muy cerca de grandes localidades como Benidorm, Villajoyosa, Callosa o Altea, que pueden tener aquí su club de formación y referencia”, apostilla.
La importancia de las instalaciones
Precisamente, uno de los elementos diferenciadores de La Nucía con respecto a otras entidades futbolísticas es su calidad en el trabajo. Clubes que trabajan bien en la formación de los niños hay muchos, pero pocos o ninguno que tengan a su disposición unas instalaciones como las de la Ciudad Deportiva Camilo Cano.
“Tenemos unas instalaciones extraordinarias e intentamos sacarle el máximo partido. Intentamos no masificar y que los equipos de niños puedan entrenar en su campo completo, no solo en una mitad. No queremos ser un servicio regular, queremos diferenciarnos”, relata el dirigente de La Nucía.
«La Segunda es tentadora, pero lo importante ahora es mantenerse» A. Alves
Tener paciencia, clave del éxito
Alves admite que el sueño del club es poder alimentar a su primer equipo de jugadores de la zona, pero asume que es un proceso largo que necesita su tiempo de cocción. “Ahora mismo, el primer equipo necesita la experiencia de jugadores contrastados en la categoría. Todo tiene su proceso”, avisa.
Con la Segunda División y el fútbol profesional a la vuelta de la esquina, a solo un buen año de distancia, muchos clubes han caído en la tentación de endeudarse hasta las cejas para alcanzar el objetivo. Pan para hoy y hambre y deudas para el resto de los días si el proceso no se hace con una base sólida.
Alves tiene claro que no será el caso de La Nucía. “Claro que es goloso el reto de ascender, pero el objetivo real, ahora mismo, es estar lo más lejos posible de la zona de descenso, porque eso permitirá que el equipo esté sin miedos y complejos. Nos costó mucho esfuerzo y sufrimiento llegar aquí y hay que defender la plaza”, argumenta el director general.
«Hemos logrado que el pueblo vuelva a hablar de su equipo de fútbol» A. Alves
“Cuando empiezas bien todo el mundo quiere más, pero tenemos claro el perfil de equipo que somos y lo que queremos”, apostilla Alves, quien se muestra orgulloso de que en una localidad con tanta oferta deportiva y de ocio se haya normalizado “hablar de su equipo de fútbol. Es bonito ver que se vive ese ambiente y cómo la gente se va interesando por el próximo partido o por un jugador”, agrega.
La épica del ascenso
En este sentido, Alves asegura que uno de los momentos emotivos, que ya ha quedado marcado para siempre en el imaginario colectivo del club y de la ciudad, fue el día del ascenso ante el Linares, tras un partido que se desarrolló bajo un guion digno de una película de suspense.
“Ese gol en el último minuto y la invasión de campo no se me olvidarán en la vida. Ese día saltaron al campo cientos de niños para los que ese recuerdo perdurará. Esas cosas hacen club, cantera y afición”, relata.
«Tenemos unas instalaciones extraordinarias que debemos aprovechar» A. Alves
Defender lo ganado
Sin embargo, el camino no fue fácil, porque en la cabeza de los dirigentes de La Nucía rondaba la idea del ascenso desde hace tiempo, aunque al final, casi siempre en los meses críticos, pasaba algo. “Es que ascender a Segunda B no es fácil. Solo hay que ver que ciudades como Toledo, Linares o Jaén, con estadios de 10.000 espectadores, se quedan encamino”, el puntualiza Alves.
La idea de la entidad ahora es defender un territorio en Segunda B que le ha costado mucho conquistar. “Nos ha ido bien crecer dando pequeños pasos, por lo que vamos a seguir así. Pensamos año a año. Es verdad que estar en esta categoría ayuda, sobre todo porque los jugadores te conocen y quieren venir. El proceso puede ser más rápido a partir de ahora. Debemos saber unir esa capacidad de atracción, con la de las instalaciones y el trabajo de la cantera para seguir creciendo. Tenemos un potencial enorme”, admite Alves.
Importantes apoyos recibidos
Una de las piezas imprescindibles para comprender el crecimiento del equipo de fútbol es el alcalde de la localidad, Bernabé Cano. Amante de todo lo que tenga que ver con el deporte, la influencia del edil ha sido clave. Sobre todo, en los momentos de duda.
“Nos ha ayudado muchísimo a nivel personal e institucional. El respaldo del consistorio, ya sea con el alcalde o el concejal, es clave. Yo oigo a los dirigentes de otros equipos comentar que tienen problemas, pero aquí todo el mundo ha ayudado a crecer”, confiesa el director general.
También la marca ‘La Nucía, Ciudad del Deporte’ ha actuado como el mejor embajador del equipo de fútbol. “En Madrid o Barcelona ya saben lo que es La Nucía. Igual no la ubican perfectamente en un mapa, pero saben que hay unas instalaciones increíbles y una ciudad maravillosa cerca de Benidorm”, presume.
Esta temporada estrenan nuevo feudo en el Estadio Olímpico
Estadio Olímpico
Al contrario de lo que podría aconsejar el sentido común, La Nucía se enfrenta al reto de la Segunda B a pecho descubierto. En lugar de cobijarse en un escenario pequeño y caliente, como su anterior campo, donde la afición estaba encima del equipo y podía presionar a rivales y árbitros, el club decidió coger las maletas y marcharse al flamante Estadio Olímpico, a solo unos metros de distancia, donde los adversarios no sentirán esa presión.
“Ningún escenario ni contexto te garantizan nada. Es verdad que los rivales pueden sentirse más cómodos y ser más atrevidos en un estadio así, pero a nosotros también nos motiva. Igual el Barcelona B, por ejemplo, te juega a placer en un escenario como el nuestro, pero es que, repito, te pueden ganar igual en otro campo más pequeño”, explica Alves.
El nuevo recinto pone al servicio de jugadores, técnicos y medios de comunicación unas instalaciones cómodas y espectaculares que aniquilan cualquier debate. “Además, si tienes una instalación nueva tienes que presumir y vender su imagen”, añade.
Buenas sensaciones
La Nucía fue el último equipo que logró plaza para el grupo III de Segunda B, por lo que tuvo menos tiempo que el resto para modificar su cuerpo técnico, ahora liderado por César Ferrando, ex entrenador de equipos como Albacete, Atlético de Madrid y Elche, y reformar su plantilla. Tras casi tres meses de competición, la sensación que deja el equipo nuciero es que es capaz de “competir” en todos los escenarios y ante todos los rivales.
“Los técnicos han hecho un gran trabajo. Hay una gran plantilla que tiene ambición y no se siente inferior a nadie. Se empata y no están conformes, quieren ganar”, valora Alves.
El director general concluye asegurando que el secreto de La Nucía no es otro que “la calidad del grupo humano y el trabajo de cada día. Desde el presidente, pasando por el coordinador de la cantera y hasta la persona que prepara la fruta de los chicos. Todo parece muy bonito desde fuera, pero hay mucha gente en la sombra que trabaja para dar esta imagen y, sobre todo, para que todo funcione perfectamente”, concluye.