Entrevista > Amparo Cerdá / Portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Elche (Elche, 1-julio-1978)
Criada en Elche de toda la vida, aunque hija de una segoviana. “Mi madre fue una de tantas personas que vinieron del interior o del sur a nuestra ciudad buscando trabajo y un futuro mejor”. María Amparo Cerdá Sarrenes estudió en las Jesuitinas, hizo la carrera de Publicidad y luego ha trabajado como agente inmobiliaria.
Desde las pasadas elecciones es la portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Elche. “Es nuestra primera experiencia en política, las dos concejalas aún estamos en proceso de aprender cómo funciona el Ayuntamiento” nos indica sonriente. Repasamos con ella su trayectoria, su visión de la ciudad y algunos de los debates más candentes del panorama nacional.
«La seguridad es una de las demandas principales que nos hacen los ciudadanos
Empecemos por el principio. ¿Cómo recuerdas tu infancia y aquella Elche de los años 80?
Con mucho cariño. En aquella época los niños íbamos solos prácticamente a todos los lados, y no pasaba nada. Ahora a mi hijo de 11 años le acompaño hasta la puerta del colegio. Quizás los padres nos hayamos hecho más sobreprotectores, aunque también es verdad que existen más peligros que antes. La seguridad es una de las demandas principales que nos hacen los ciudadanos.
Cuando terminas COU decides estudiar Publicidad. ¿Qué te llamó la atención de esta carrera?
Soy una persona muy creativa y me gustaba mucho, aunque paradójicamente nunca he llegado a ejercer como publicista. Con la crisis muchas agencias publicitarias se quedaron por el camino y se puso complicado encontrar trabajo. De hecho a veces contratan diseñadores gráficos para hacer este oficio. Algunos compañeros de carrera se marcharon a Madrid o Barcelona para trabajar. Yo al final me acabé decantando por el sector inmobiliario.
Lo cierto es que al sector inmobiliario también le ocurrió algo parecido. ¿Se está ya recuperando?
Durante unos años llego a haber una inmobiliaria en cada esquina, casi como bares. La zona de Levante era muy atractiva y se desarrolló muchísimo durante la época gloriosa de la construcción. Se vendía todo, sobre plano y rápido. A los agentes inmobiliarios nos daban las ventas prácticamente hechas.
Recuerdo que cualquier persona con un poco de dinero montaba su promotora y se ponía a construir, sin ninguna preparación previa. Cuando vino la crisis todas estas inmobiliarias fueron las primeras que cerraron. Solo las clásicas consiguieron sobrevivir a los años duros. Ahora ya se están recuperando bastante, sobre todo en la zona de la costa.
«No debemos volver nunca a la época en la que se daban hipotecas sin cabeza ni criterio»
¿Deberíamos cambiar algo del modelo económico para no depender tanto del ladrillo antes de la siguiente crisis?
Sobre todo debemos tener todos más cabeza. Algunas personas juntaban hasta seis viviendas solo para especular. Era una compraventa muy rápida y muchas veces ni siquiera se llegaba a escriturar.
Si pedimos una hipoteca, que sea con certeza de poder pagarla. Los bancos no exigían ningún requisito y personas con sueldos modestos se compraban unas propiedades tremendas. Todo fue una locura. Quizás perdimos un poco el horizonte y al final mucha gente acabó teniendo que malvender su casa cuando se quedaron en paro. Muchos no lo vieron, o no quisieron verlo venir.
«La familia es un pilar fundamental de nuestra sociedad»
Algunos incluso acabaron volviendo a casa de sus padres, a los 50 años y con hijos.
Sí, hubo desgracias tremendas. Por eso desde Vox defendemos tanto el valor de la familia. Muchos mayores han estado alimentando a sus hijos y nietos con pensiones mínimas. Es para quitarse el sombrero. La familia es un pilar fundamental de nuestra sociedad.
Hablemos ya de política. ¿Por qué decides dar el paso de afiliarte en Vox?
Fue en 2017. A raíz de los atentados ocurridos en Barcelona, escuché a Ada Colau diciendo que no había pasado nada y que para qué iban a poner bolardos de protección en las calles. Aquello me indignó tremendamente, los políticos no podemos poner en peligro a la sociedad por nuestra manera de pensar.
Nunca había pertenecido antes a ningún partido político, pero me gustaba lo que había leído de Vox. Por entonces aún era un proyecto político muy joven que no estaba demasiado consolidado en Elche. Recuerdo que empezamos con nada, apenas teníamos una mesa plegable que poníamos en la plaza de Baix para repartir cuatro folletos. La gente se nos acercaba preguntándonos qué era eso de Vox (risas). Así poco a poco nos fuimos dando a conocer.
«El PP nos dejó un gran hueco a su derecha que explica el éxito de Vox»
Todo aquello ha acabado en 52 diputados y la tercera fuerza política del país. ¿Cómo se consigue semejante ascenso meteórico?
El Partido Popular nos dejó un gran hueco en la derecha al ponerse a manejar un discurso muy suave y respaldar políticas de izquierda solo por mantenerse en la corrección política. De repente apareció Vox sin pelos en la lengua, llamando a las cosas por su nombre y defendiendo esos principios que son la base de la identidad de España. Logramos que mucha gente se sintiera identificada.
Al principio no nos gustaba que nos pusieran etiquetas, pues siempre hemos defendido una política de sentido común, aunque si hay que ponerse en un lado nosotros estamos a la derecha del PP o, como dicen algunos, ‘a la extrema derecha’. Que cada uno nos llame como quiera, pero lo que estamos defendiendo cada vez hay más gente que lo comparte. De hecho entre nuestros simpatizantes y afiliados tenemos personas procedentes de muchos partidos políticos.
«En países de todo el mundo se enorgullecen de ser patriotas, mientras que aquí lamentablemente lo solemos identificar con una ideología»
Defender España no debería ser visto como de izquierdas o de derechas. En otros países todo el mundo se enorgullece de ser patriota, mientras que aquí lamentablemente lo solemos identificar con una ideología. Nosotros luchamos para que nadie tenga miedo de sacar su bandera ni de sentirse español.
Al poco de entrar en política viviste un episodio que imagino debió ser muy desagradable, cuando varios medios de comunicación convirtieron un tema familiar tuyo muy peliagudo en un asunto nacional.
Algunos medios contaron y manipularon todo aquello con la única intención de hacerme el mayor daño posible. Desde siempre a Vox nos ha costado mucho hacer llegar nuestro mensaje a la gente por los medios de comunicación. Al principio no querían darnos entrevistas, ni nos dejaban participar en los debates electorales. Luego pasamos a sufrir una tremenda manipulación mediática.
Ahora ya estamos presentes en algunas instituciones como el Congreso, comunidades autonómicas o ayuntamientos, donde podemos hablar sin pasar por los filtros de la prensa. Pero aún así, por mucho que desmintamos algunas cosas, muchas veces la izquierda sigue manipulando y tratando de repetir una mentira mil veces para convertirla en realidad.
Nosotros no nos casaremos y seguiremos sin cambiar nuestro discurso. Yo estoy convencida de que al final acabará llegando a toda la sociedad, aunque tardemos un poco más de lo debido, y la gente comprenderá perfectamente lo que queremos decir.
Sinceramente yo no le deseo ni a mi peor enemigo que se vea en una situación en la que todo un país se ponga a valorar un problema personal suyo, en este caso con un exmarido, como te ocurrió a ti. ¿Se están perdiendo los límites de la ética en política?
Un poco sí. Antes el juego político era más limpio, cada partido trataba de convencer más y mejor que los demás. Ahora todo sirve, cualquier arma es posible.
Los medios de comunicación además han adquirido una relevancia que yo creo que se extralimita. Son jueces y verdugos. Por eso Santiago Abascal ha determinado que en aquellos medios de comunicación que nos han tratado tan mal no debemos ir a las entrevistas.
Yo no digo que tú como periodista debas tener mi misma ideología, pero al menos sí pido respeto. Mucha gente se ha alarmado porque hemos sido los primeros en hacer esto, hasta ahora parecía que los políticos siempre se debían a los medios de comunicación. Por supuesto que sois una pieza fundamental de la política, pero hay líneas que no se pueden rebasar.
«No queremos quitar protección a las mujeres maltratadas, sino ampliarla a hombres, niños y ancianos maltratados»
El fondo de toda esta cuestión fue el tema de la violencia de género. ¿Puedes explicarnos exactamente cuál es la postura de Vox?
Nosotros proponemos una ley de violencia intrafamiliar. Esto no quiere decir que queramos quitar derechos y protección a la mujer, sino más bien ampliarlos hacia los hombres, niños y los abuelos que viven en la familia.
Aunque la mayoría de los casos de maltrato recaen en la mujer, en muchas ocasiones son los niños o los ancianos quienes son maltratados. ¿Por qué no pueden verse protegidos por la misma ley? ¿Por qué hay que legislar por sexos? Lo único que queremos es que todo el mundo esté igual de protegido ante una situación que no debería de existir: que una persona maltrate a otra.
Un maltratador no lo es porque sea hombre. Un maltratador es un delincuente que debe ir a la cárcel, y me da igual quien sea. Por supuesto que hay más hombres maltratadores que mujeres, así que también habrá más hombres en la cárcel.
«La mejor manera de luchar contra los asesinos y violadores es endureciendo las penas del Código Penal»
Otra de las propuestas de Vox en este tema es la cadena perpetua…
A mí me resulta muy curioso que esos mismos partidos políticos que tanto nos critican sean incapaces de dar soluciones para la violencia de género. Porque llevamos años invirtiendo muchos millones, y aquí no ha cambiado absolutamente nada.
Nosotros ponemos encima de la mesa soluciones como el cumplimiento de la condena, el endurecimiento de las penas en el Código Penal y en casos más extremos de asesinato la cadena perpetua. Sin embargo estos partidos que dicen defender tanto a la mujer, resulta que están en contra. ¿Entonces cómo piensan solucionar este problema? Porque desde luego firmando manifiestos y poniéndose detrás de una pancarta cada vez que asesinan a una mujer no se soluciona nada.
Vox es el partido que más defiende a las mujeres, somos los únicos que pedimos que sus asesinos o violadores en serie cumplan toda su condena para que no vuelvan a estar en la calle a los tres días. Solo así garantizamos que este individuo no vuelva a hacer una semejante aberración.
Proponemos soluciones reales, mientras que la izquierda nos plantea un pacto de estado con mil millones de euros a cinco años. Si aún con semejante inversión pública eres incapaz de solucionar el problema de la violencia de género, entonces es que el problema eres tú. Porque todo ese dinero acaba yéndose a chiringuitos e intermediarios que solo saben chupar del presupuesto. Al final se demuestra que las víctimas no les importan nada.
«En Elche deberíamos de controlar mejor el proceso de subvenciones públicas»
Hablemos ya de Elche. ¿Qué es lo primero que harías si fueras alcaldesa?
Aquí siempre ocurre que nos prometen muchas cosas en campaña, y luego pasadas las elecciones parece que las carencias ya no existen. Afortunadamente ahora estamos nosotros para recordárselas al gobierno municipal. También las muchas asociaciones que vienen a los plenos quejándose de cosas que son tan básicas que no entiendes que no haya dinero para solucionarlas.
Por eso una de mis primeras medidas sería hacer un estudio pormenorizado para averiguar a donde van realmente las partidas principales del presupuesto. Por ejemplo en el tema de las subvenciones, porque se están repartiendo sin un control muy exhaustivo.
¿Crees que la industria de Elche podría llegar a recuperar su máximo esplendor?
Es difícil, hoy en día la globalización hace que compitamos no solo con los del entorno sino también con el resto del mundo. Mi padre fue empresario del calzado y en aquella época partieron de cero. Muchos venían de la agricultura o la ganadería y se convirtieron en grandes empresarios. Había muchas oportunidades en el sector para emprender.
Aún así, creo que la situación de nuestro calzado sigue siendo muy privilegiada. Nuestro Parque Empresarial es un referente a nivel nacional y tenemos marcas internacionales. También deberíamos invertir más en el resto de polígonos y en las industrias más pequeñas. Los empresarios de Carrús, por ejemplo, siempre se quejan de que están un poco abandonados.
Por otro lado, es inaudito que a estas alturas el Parque Empresarial siga sin conexión directa con la autovía, el Aeropuerto, faltas de aparcamiento… Son proyectos que se han ido dejando y los partidos que han gobernado no se han atrevido nunca a ejecutarlos, quizás por miedo a que no salgan bien o a queden a medio terminar.
Curiosamente luego escuchamos a todos los políticos hablar de lo que Elche merece. Que si tenemos playas, patrimonio, industria… Muy bien señores, pero es que para merecerlo hay que hacerlo.
«Necesitamos apoyar más a nuestros agricultores o el oficio se acabará perdiendo»
¿Qué te parece que en el Camp d’Elx hayan surgido estos nuevos partidos independentistas?
Esto ha ocurrido por una evidente falta de atención a las pedanías, que ha creado un sentimiento de desarraigo. Es muy importante que todos nos sintamos ilicitanos, también si vivimos en El Altet o La Marina. Ellos pagan los mismos impuestos, a veces incluso más, pero reciben menos servicios que en el casco urbano. La consecuencia final es la formación de estos movimientos políticos que restan en vez de sumar.
También me da lástima que cada vez menos gente se dedique a la agricultura en el Camp d’Elx y se pierdan productos tan nuestros como los cítricos, el melón de carrizal, la granada mollar, la almendra, el olivo, la alcachofa, etc. Es normal que pase esto pues es un trabajo durísimo que no queda recompensado. Por eso deberíamos darles más apoyo desde las administraciones, y continuar peleando por el trasvase y el agua. Ahora mismo no veo muchas soluciones, sino más bien que todo está yendo a peor.
«Elche debería aprovechar mejor sus patrimonios y sus universidades»
Ya para terminar. ¿Cómo te imaginas la Elche del futuro?
Quisiera que Elche estuviera en el panorama nacional por todas esas cosas que nos gustan destacar, pero que no están potenciadas como deberían. Los tres patrimonios parece que se nos quedan para nosotros. Me gustaría que invitásemos a grandes celebridades para ver el Misteri, que hayan grandes colas y los hoteles estén llenos esos días. Igual con las fiestas.
También que fuéramos una ciudad más universitaria porque, a pesar de que tenemos tres, no se respira ambiente universitario. Muchos estudiantes incluso se van a vivir a otros sitios. Esto tiene que repercutir más en la economía de todos, igual que los congresos.
Y en general quisiera que todos nos sintiéramos más ilicitanos, que recuperásemos ese sentimiento un poco perdido, porque así es como podremos hacer mejores cosas para nuestra ciudad.